Protección Social a familias en situación de Trabajo Infantil: OIT y UNICEF

La OIT estima que más de 5,000 millones de personas (73% de la población mundial) no tienen acceso a una protección social adecuada. Programa Oportunidades ha ayudado en la reducción de del trabajo infantil y en el incremento de la participación de niñas, niños y adolescentes en la escuela.

Noticia | 11 de junio de 2014


En conferencia de prensa, la OIT y UNICEF celebran que en México existe una agenda nacional para prevenir y erradicar el trabajo infantil, y resaltaron los importantes avances en el país, entre ellos, la instalación de Comisiones Intersecretariales para prevenir y erradicar el trabajo infantil en toda la nación y la proclamación de la reciente reforma constitucional al Artículo 123 para elevar de 14 a 15 años la edad mínima para trabajar en México. Esto permitirá fortalecer las políticas públicas dirigidas a la prevención y erradicación del trabajo infantil y a la protección de la población adolescente, en particular las que permitan garantizar a esta población la protección en el trabajo y el acceso a la educación. Se busca hacer realidad el derecho a que concluyan, como mínimo, la educación básica obligatoria.

En el marco del Día mundial contra el trabajo infantil, que se conmemora el 12 de junio, ambas agencias de la ONU señalan que programas como Oportunidades han ayudado en la reducción de del trabajo infantil y en el incremento de la participación de niñas, niños y adolescentes en la escuela. Sin embargo, aún 3 millones de personas menores de 18 años de edad que trabajan en México, por lo que se hace un llamado a vincular el desafío de eliminar el trabajo infantil con el logro de la cobertura universal de seguridad social, al menos en un nivel mínimo adecuado que tenga en cuenta las necesidades de niñas y niños, especialmente los que trabajan o pertenecen a los grupos más vulnerables, como aquellos en situación de migración o quienes pertenecen a minorías étnicas marginadas y grupos indígenas.

Es necesario que el país avance hacia la construcción de un Sistema Integral de Garantía de Derechos para todos los niños, niñas y adolescentes, que más allá́ de la asistencia social sea capaz de regir la política nacional de infancia y de articular y coordinar a los diferentes sectores y ámbitos de gobierno responsables de los temas de niñez y adolescencia. De esta manera se podrán superar los vacíos y los obstáculos que han impedido a miles de niños, niñas y adolescentes en el país el acceso universal y equitativo a sus derechos, así como dar un salto cualitativo hacia una nueva arquitectura jurídica, institucional, de protección social y de políticas públicas que garantice integralmente los derechos de la infancia, tal como se establece en la Convención sobre los Derechos del Niño.

Los hogares pobres o que enfrentan pérdidas de ingresos –porque un miembro adulto de la familia pierde el empleo, o por enfermedad o accidente de trabajo– tienen más probabilidades de tener que recurrir al trabajo infantil para satisfacer sus necesidades básicas, por lo que un sistema de seguridad social integral desempeña un papel fundamental en la mitigación de estas vulnerabilidades.

Por ello, OIT y UNICEF instaron a que se preste particular atención a los instrumentos que han demostrado ser pertinentes desde la perspectiva del trabajo infantil, como los programas de transferencias condicionadas en efectivo o en especie, pero además son relevantes los programas públicos de empleo, protección social de la salud, prestaciones por maternidad, protección social para las personas con discapacidades, seguridad del ingreso en la vejez y protección por desempleo.

En este marco, es de suma importancia el compromiso de las organizaciones de trabajadores y de empleadores, las cuales pueden garantizar, por medio de la negociación colectiva, que los sistemas de seguridad social ofrezcan una protección adecuada y asequible a los trabajadores y sus familias. En este contexto, la OIT reconoció las acciones que organizaciones sindicales, como la CTM y la CROC, y todo el sector de la agroindustria de la caña de azúcar: empresarios, trabajadores y campesinos, están emprendiendo en el país en materia de prevención y erradicación del trabajo infantil.

OIT y UNICEF hacen un llamado a fortalecer la respuesta política en todos los niveles de gobiernos y sectores económicos, la cual debe atender las especificidades según la edad y el género. Si bien deben continuarse los esfuerzos en la agricultura, es necesario un nuevo enfoque en otros sectores que evite la transición de las niñas y los niños hacia otras ramas de la economía. Proteger a las y los adolescentes en los lugares de trabajo implica enfrentar el desafío de fortalecer una política específica de protección y garantía de derechos a este sector de la población.

Finalmente, de acuerdo al documento de la OIT “Medir los progresos en la lucha contra el trabajo infantil - Estimaciones y tendencias mundiales 2000-2012”, en dicho periodo se registró una disminución general, casi un tercio, de este fenómeno en el mundo. De los 168 millones de niñas, niños y adolescentes en situación de trabajo infantil, 85 millones realizan trabajos peligrosos. La agricultura continúa ocupando a la mayor parte (98 millones, o 59 por ciento), aunque no es insignificante el número en los servicios (54 millones) y en la industria (12 millones). Finalmente, en América Latina y el Caribe, existen 13 millones de niños en situación de trabajo infantil, que representa 8.8 por ciento de su población entre 5 y 17 años de edad.

A pesar de estos avances, a ese ritmo de disminución del trabajo infantil en el mundo no se alcanzará la meta de 2016 de erradicación de las peores formas de trabajo infantil, por lo que en este Día mundial contra el trabajo infantil se exhorta a los países a acelerar el ritmo de los progresos abordando las causas.