Después de la tormenta: Restablecer los medios de vida en Filipinas

Los desastres naturales destruyen los medios de vida, pero sus repercusiones también ofrecen oportunidades para crear empleos y revitalizar la economía, ya que los trabajos de reconstrucción y recuperación estimulan la demanda de empleo. Durante los últimos diez años, la OIT ha participado en la reconstrucción después de los desastres en países en Asia y el Pacífico, incluyendo China, Indonesia, Myanmar, Pakistán, Filipinas, Sri Lanka y otros. De manera que la Organización estaba preparada para prestar su ayuda cuando la tormenta tropical Washi afectó gravemente las aldeas y las ciudades más importantes de Filipinas el pasado diciembre. Informa Minette Rimando, de la Oficina de la OIT en Manila.

Article | 02 February 2012

CAGAYAN DE ORO, Philippines (OIT EnLínea) – Determinado a ofrecer a su familia un futuro mejor, Joel Obsid, ahorraba el dinero que ganaba con muchos esfuerzos en el exterior. Cuando regresó a Filipinas estableció su propio negocio en Cagayan de Oro, donde vendía útiles escolares, producía forros de plástico y laminaba carnés. Sus ingresos variaban, solían ser más altos en el período escolar, de 460 a 700 dólares quincenales.

Pero lo que a Joel le costó dos años ahorrar con su trabajo en el exterior desapareció en pocos segundos, cuando la tormenta tropical Washi azotó Filipinas la tarde del 16 de diciembre del año pasado.

“En el transcurso de la noche quedamos atrapados. La inundación alcanzó el segundo piso de nuestra casa. De repente, el agua arrastró una serpiente dentro de la casa que atacó a mi esposa y a mis hijas. Les dije que no se movieran. Luego les pedí que rezáramos juntos. Era un milagro que hubiésemos sobrevivido a la tormenta”, recordó Joel.

La tormenta afectó las aldeas y las principales ciudades de Filipinas debido al curso inusual que tomó. Cagayan de Oro e Iligan en Mindanao y algunas zonas de Dumaguete en Visayas fueron las ciudades más perjudicadas. Más de 50.000 casas fueron deterioradas, y tuvo repercusiones sobre los modos de vida de cerca de 1,1 millón de personas.

“Perdimos nuestro modo de vida. Mi esposa, quien trabaja como vendedora en una tienda, gana sólo el salario mínimo (cerca de 6 dólares al día), esto no es suficiente para mantener a nuestros cuatro hijos. A los 44 años, será difícil encontrar trabajo. Aún las personas que conozco que podrían ayudarme, prefieren contratar trabajadores más jóvenes, mejor formados y con más experiencia”, explicó Joel.

Después de la tormenta, el colegio público donde la hija menor de Joel asistía a la guardería infantil, se transformó en un centro de evacuación. Joel y su familia viven de manera provisional en el gimnasio de la escuela, allí trascurrieron las vacaciones y recibieron el año nuevo. Mientras Joel esperaba en una larga cola para recibir insumos de auxilio, un voluntario le dio una cifra equivalente a 12 dólares para ayudarlo a él y a su familia.

“Pensé en gastar ese dinero para comprar comida, pero sabía que sólo alcanzaría para un par de días, entonces decidí comprar golosinas y cigarrillos. Construí mi negocio dentro del centro de evacuación con mantas y cartones. En la actualidad, ganó 116 dólares diarios en mi tienda improvisada. Gracias a mi actividad dentro del centro de evacuación puedo ganarme la vida”, dijo Joel.

Sin embargo, Joel y su familia no regresarán a su casa. El Gobierno declaró el área como zona no edificable. “No volveremos a nuestra casa, pero espero que pronto podamos encontrar un lugar donde vivir y mudar mi tienda. Rezo para que mis hijos también tengan la oportunidad de regresar a la escuela”.

A diferencia de Joel, Romanita Salilo de 62 años no está lista para abandonar su casa. “Tardé tres años para tener mi casa propia. Mi trabajo no queda lejos, a veces voy a pie. Si vivo muy lejos, ¿Cómo voy a encontrar un nuevo empleo?”, explicó Romanita. Ella no cuenta con la ayuda de nadie, necesita trabajar: “De lo contrario, no tengo nada que comer”.

El hijo de Romanita murió sólo dos días después que su esposo falleció como consecuencia de un cáncer. “¿Cómo puedo enfrentar todas estas tragedias?, ¿Porqué Dios no me dejó morir en la inundación?”, lamentó Romanita.

Son necesarias soluciones a largo plazo

Si bien se han alcanzado progresos significativos, todavía es necesario hacer mucho más para ayudar a las víctimas de la tormenta. Se precisan esfuerzos concertados para garantizar que sean suministradas soluciones apropiadas de vivienda provisionales y a largo plazo con acceso a modos de vida y a oportunidades que generen ingresos.

Con este objetivo, la OIT formó junto al Departamento de Bienestar Social y Desarrollo un Grupo de recuperación de medios de vida, en coordinación con el Departamento de Trabajo y Empleo de Filipinas, las Naciones Unidas y sus agencias hermanas, el gobierno nacional y local de las ciudades de Cagayan de Oro e Iligan, a fin de ayudar a las familias afectadas por la tormenta a reconstruir sus vidas a través del trabajo decente y productivo.

“Gracias al Grupo de recuperación de modos de vida, apoyaremos a las familias afectadas por la tormenta y a los grupos vulnerables. El Grupo proporcionará herramientas para iniciar modos de vida, programas de empleo de emergencia y de dinero por trabajo. A largo plazo, debemos garantizar el acceso a medios de vida sostenibles a nivel local y de comunidad para favorecer la recuperación y contribuir a la paz y la protección, y al mismo tiempo garantizar la seguridad y la salud”, afirmó Lawrence Jeff Johnson, Director de la Oficina de la OIT en Filipinas.

El Grupo de recuperación de modos de vida reúne a las agencias que se ocupan de las estrategias para generar empleos e ingresos. El proceso de recuperación de modos de vida tiene un impacto en las diversas fases de la respuesta a la crisis, desde las primeras etapas de la recuperación hasta el desarrollo sostenible. El apoyo a los medios de vida comenzó desde el primer día con alimentos y actividades de trabajo por dinero y herramientas para comenzar un negocio.

En la actualidad, el Grupo de recuperación de modos de vida está elaborando una estrategia a mediano y largo plazo que incluye: el respaldo a las modalidades de contratación de la comunidad a fines de rehabilitar los recursos de la comunidad, como infraestructura y terrenos productivos; el desarrollo de capacidades para apoyar la construcción de viviendas; y la ayuda a las pequeñas y medianas empresas con el objetivo de respaldar la recuperación del sector privado. Muchas familias han perdido sus modos de vida y es necesario encontrar fuentes alternativas de sustento.

La OIT recaudó y contribuyó con 280.000 dólares para ayudar a restablecer los modos de vida en las dos ciudades más afectadas. Esto incluirá el apoyo a programas de “dinero por trabajo” y empleos de emergencia, una evaluación del impacto, el desarrollo de una base de datos y alcanzar a los más vulnerables como los hogares conducidos por mujeres. Además, la OIT colabora con el grupo de vivienda para garantizar que la recuperación de los modos de vida forme parte integral del proceso del desarrollo de emplazamientos de reubicación permanentes.

Al mismo tiempo, el Departamento de Trabajo y Empleo de Filipinas ofreció 20.000 dólares a unas 88 familias afectadas por la tormenta, la mayoría de las cuales en empleo vulnerable. Los miembros del Grupo, incluyendo los sindicatos, también trabajan en los perfiles de las familias afectadas, tanto dentro como fuera de los centros de evacuación. El Grupo también apoyó una evaluación detallada de los daños a las viviendas. A través de la OIT, el Grupo junto al Departamento de Bienestar Social y Desarrollo y el Departamento de Trabajo y Empleo de Filipinas, consolidará la base de datos sobre medios de vida.