Acelerar el ritmo de reducción de trabajo infantil, debe ser una prioridad

Noticia | 12 de junio de 2018
Nota de prensa – El martes 12 de junio se celebra el Día Mundial contra el trabajo infantil, con el lema Generación ‘Segura y saludable’ este año la Organización Internacional del Trabajo pone el énfasis en los niños y niñas en situación de trabajo infantil y que además lo hacen realizando trabajos peligrosos, que ponen en riesgo su salud, seguridad o moralidad, y en muchos casos, su propia vida.

La realidad del trabajo infantil peligroso en el mundo

Las últimas estimaciones mundiales del trabajo infantil como parte de la quinta edición de la serie de informes cuatrienales de la OIT y que cubre el período 2012-2016, señalan que en el mundo:
  • Hay casi 152 millones de niños y niñas - 88 millones de niños y 64 millones de niñas- entre 5 y 17 años que trabajan en el mundo, lo que equivale al 9.6% de personas de este grupo etario.
  • Significa que 1 de cada 10 niños, niñas y adolescentes del mundo es víctima de trabajo infantil (TI).
  • De los cuales 73 millones de todos los niños, niñas y adolescentes que trabajan, realizan trabajos peligrosos (TIP) que ponen en riesgo su salud, seguridad o moralidad, y en muchos casos, su propia vida.
El trabajo peligroso puede incluir trabajo nocturno o largas horas de trabajo, exposición a abuso físico, psicológico o sexual; trabajar bajo tierra, bajo el agua, a alturas peligrosas o en espacios confinados; trabajar con maquinaria, equipos y herramientas peligrosas, o que implique el manejo manual o el transporte de cargas pesadas o trabajar en un medio ambiente poco saludable.

En términos absolutos, casi la mitad del trabajo infantil, 72 millones, se encuentra en África y otros 62 millones en la región de Asia y el Pacífico. En términos de prevalencia, uno de cada cinco niños en África (19,6 por ciento) se encuentra en situación de trabajo infantil, mientras que la prevalencia en otras regiones está entre el 3 y el 7 por ciento (2,9 por ciento en los Estados árabes, 4,1 por ciento en Europa y Asia Central, 5,3 por ciento en las Américas y 7,4 por ciento en Asia y el Pacífico). Las clasificaciones regionales de prevalencia de trabajo peligroso muestran un patrón similar.

Atendiendo a las franjas de edad, casi la mitad de todos los niños que trabajan 72,6 millones (48 por ciento) tienen entre 5 y 11 años. 41,9 millones (28 por ciento) tienen entre 12 y 14 años y 37,1 millones (24 por ciento) tienen entre 15 y 17 años. Por sectores, el trabajo infantil se da principalmente en la agricultura (71 por ciento), que incluye la pesca, la silvicultura, la ganadería y la acuicultura, y comprende tanto la agricultura de subsistencia como la comercial.

Cabe destacar que hay también 19 millones de niños y niñas entre los 5 a 11 años en trabajos peligrosos. Sin embargo, el 51,2 por ciento del total del trabajo infantil peligroso se concentra entre los 15 y los 17 años y se refiere a aquellos jóvenes que a pesar de estar en edad legal para trabajar realizan tareas que no les son propias para su edad.

Erradicar el Trabajo Infantil en todas sus formas para 2025

Las tendencias en la reducción del trabajo infantil muestran una historia de progreso real en los últimos, con una disminución drástica en el trabajo infantil durante los 16 años desde que la OIT comenzó a monitorear el trabajo infantil, pasando de 245,5 millones en el año 2000 a 151,6 millones en el 2016 (un 38 por ciento). No obstante, las nuevas estimaciones señalan una desaceleración significativa en el ritmo de reducción para el período 2012-2016. En los últimos cuatro años el trabajo infantil ha disminuido en 16 millones pasando de 168 a 152 millones, solo un tercio de la que tuvo lugar entre 2008 a 2012 que se redujo en 47 millones.

El trabajo infantil peligroso se ha reducido de manera más rápida, en un 58 por ciento de 2000 a 2016 pasando de 171 a 73 millones. Sin embargo también se ha ralentizado el ritmo de reducción en los últimos años. 

La Meta 8.7 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible fija los siguientes compromisos "Tomar medidas inmediatas y eficaces para erradicar el trabajo forzoso, poner fin a las formas modernas de esclavitud y la trata de seres humanos, y asegurar la prohibición y eliminación de las peores formas de trabajo infantil, incluidos el reclutamiento y la utilización de niños soldado y, a más tardar en 2025, poner fin al trabajo infantil en todas sus formas."

Con el ritmo de reducción de los últimos cuatro años no se conseguirá el objetivo fijado, incluso manteniendo el ritmo alcanzado entre 2008 y 2012, el más rápido registrado, no sería suficiente. Por ello, los estados miembros y organizaciones presentes en IV Conferencia Mundial sobre Erradicación Sostenida del Trabajo Infantil que tuvo lugar en Buenos Aires en noviembre de 2017, acordaron ‘Acelerar los esfuerzos encaminados a poner fin al trabajo infantil en todas sus formas de aquí a 2025’ con acciones concretas en el ámbito de (i) la política y la gobernanza, con el fortalecimiento de los marcos jurídicos nacionales y su aplicación (ii) de los conocimientos, datos y supervisión, y (iii) de las alianzas e innovación. Los diferentes países presentaron además compromisos propios y concretos.

Los compromisos presentados por España fueron:
  1. Mantener su cooperación internacional en la lucha contra el trabajo infantil y el trabajo forzoso, en particular a través de la Iniciativa Regional América Latina y el Caribe Libre de Trabajo Infantil
  2. Mantener su compromiso en la lucha contra el trabajo forzoso, en línea con la reciente ratificación del Protocolo 29 de 2014 de la OIT relativo al Convenio sobre Trabajo Forzoso.
  3. Promover medidas orientadas a paliar situaciones de vulnerabilidad, entre las que destacan la lucha contra el abandono escolar, el refuerzo de la Formación Profesional Dual, la implantación de un nuevo modelo de Formación Profesional para el empleo y la renovación de la Estrategia Española de Emprendimiento y Empleo Joven 2017-2020.
‘Ocho años quedan por delante para cumplir con la meta fijada en los Objetivos de Desarrollo Sostenible ello significa que debemos avanzar mucho más rápido si queremos cumplir nuestro compromiso de acabar con el trabajo infantil en todas sus formas para el año 2025’ señala Joaquín Nieto, Director de la Oficina de la OIT para España.

Los resultados de América Latina y el Caribe, muestran que la reducción sostenida del trabajo infantil es posible

América Latina y el Caribe es una de las regiones del mundo que ha registrado mayores avances en la reducción sostenida del trabajo infantil, con una reducción del trabajo infantil a la mitad pasando de 20 millones en el 2000 a 9.5 millones en 2016.

Las políticas públicas y los esfuerzos gubernamentales por la reducción sostenida de los niveles de pobreza en la región en los últimos años han marcado la diferencia en la acción por la erradicación del trabajo infantil, que se ha visto también reforzada por las tendencias económicas en la región, la disminución de la población entre 5 y 19 años en la mayoría de los países y el apoyo de la cooperación técnica en la materia.

A ello ha contribuido, el Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC, por sus siglas en inglés) que ha sido un programa de cooperación técnica estratégico para la OIT a lo largo de veinte años, con una cobertura en 19 países de la región. IPEC ha promovido la integración del tema del trabajo infantil en la agenda económica regional, así como en declaraciones y acuerdos regionales y ha impulsado la promoción de una legislación conjunta de lucha contra el trabajo infantil y sus peores formas.

La Iniciativa Regional América Latina y el Caribe libre de Trabajo Infantil

En 2014 se acordó impulsar un nuevo instrumento de cooperación más innovador y de carácter intergubernamental, es decir, liderado por los propios países de la región -28 países- que cuenta también con el compromiso de organizaciones de empleadores y trabajadores. Esta plataforma se denomina Iniciativa Regional América Latina y el Caribe libre de Trabajo Infantil.

La Iniciativa Regional refleja el compromiso de los países de la región para acabar definitivamente con el trabajo infantil, realizando diagnósticos preventivos por territorios y desarrollando medidas y acciones que aceleren la senda de reducción. A través de la institucionalización de la lucha contra el trabajo infantil se busca dar respuesta a las causas, condiciones y circunstancias que lo originan. Es una iniciativa novedosa y multidimensional que promueve la reflexión sobre formas de cooperación que buscan dar respuesta a problemas estructurales.

La Iniciativa Regional América Latina y el Caribe libre de Trabajo Infantil parte de la comprensión que no existe una solución única para hacer frente al trabajo infantil. Las líneas de acción se centran en: (i) el desarrollo de políticas nacionales de trabajo infantil con medidas como la inclusión de la prohibición del trabajo infantil en los contratos con los proveedores de bienes y servicios de las entidades públicas; (ii) el fortalecimiento de capacidades de acción directa como el desarrollo de mecanismos de incentivos que disminuyan la deserción escolar y propicien la reinserción en la escuela de los niños, niñas y adolescentes en situación o en riesgo de trabajo infantil; (iii) la generación de conocimiento llevando a cabo, por ejemplo, diagnósticos locales y sectoriales sobre magnitud y características del trabajo infantil; (iv) la incidencia política con la crear y fortalecimiento de comisiones nacionales multipartitas de prevención y erradicación del trabajo infantil y con la participación de entidades de gobierno, empleadores, trabajadores y sociedad civil; y (iv) la mejora de la legislación y cumplimiento y la sensibilización.

El director de la Oficina de la OIT para España, Joaquín Nieto ha definido esta Iniciativa como ‘”una experiencia de éxito por sus resultados y un ejemplo de actuación que permita dar el acelerón que necesita la agenda de reducción del trabajo infantil para cumplir los Objetivos de Desarrollo sostenible, acabar con el trabajo infantil en el mundo y dar a las niñas y niños la vida que se merecen”.