Contratar personas con discapacidad es más que un buen negocio; es una cuestión de derechos

La Red de Empresas y Discapacidad, OIT y el gobierno peruano conversan sobre las ventajas de contratar personas con discapacidad y reconocen que no es asunto de responsabilidad social o asistencialismo, sino de derechos y justicia social.

Noticia | 6 de septiembre de 2019
Lima – Para la OIT, promover los derechos de las personas con discapacidad e incluirlas en la sociedad como trabajadoras, jefas, proveedoras y consumidoras es una victoria triple.

“Es una victoria para la empresa, en términos de productividad; pero, sobre todo, es una victoria para las personas con discapacidad y el conjunto de la sociedad, en términos de acceso a derechos, justicia social y equidad”, aseguró Roberto Villamil, especialista de la Oficina de Actividades para los Empleadores (ACT/EMP) de la OIT, durante la última reunión de la Red de Empresas y Discapacidad de Perú.

En el país, cerca de un millón de personas con discapacidad está en edad de trabajar. Pero el escenario para estas personas es todavía sombrío: la tasa de desempleo entre ellas triplica la del total de la población.

“Esto no guarda relación alguna con sus capacidades, ni con el potencial que tienen de aportar al interior de las empresas”, insistió Villamil. “Hay razones claras que han sido demostradas con experiencias, y que sustentan por qué la incorporación laboral de personas con discapacidad trae beneficios al negocio”, dijo.

La OIT destacó alguna de las ventajas de un lugar de trabajo incluyente:
Acceso al talento: si se centra la atención en las competencias, y no en los estereotipos, se accede a una reserva de talento sin aprovechar.
Mayor innovación: los empleados con experiencias diversas aplican enfoques diferentes para solucionar un problema.
• Mayor sentido de pertenencia y mayor retención: los empleados que se sienten integrados son más leales y entusiastas; y contagian ese sentimiento a sus compañeros de trabajo.
Mejor imagen: los consumidores valoran a las empresas realmente comprometidas con la inclusión.

Mónica Honores, directora de Promoción y Desarrollo Social del Consejo Nacional para la Integración de la Persona con Discapacidad (CONADIS) también hizo hincapié en el potencial que tienen las personas con discapacidad en el mercado laboral. “Efectivamente, no hay que confundir discapacidad con incapacidad”, insistió.

“Son las barreras del entorno y, los miedos y los prejuicios los que impiden el acceso al empleo de estas personas y no la propia discapacidad”, dijo Honores. La representante de CONADIS insistió, además, en que las adecuaciones que se deben hacer en el lugar de trabajo para incorporar a personas con discapacidad, son baratas y fáciles de hacer, y suponen, en el mediano plazo, un retorno a la empresa. “Los ajustes razonables que hacemos no son solo para estas personas, son también para clientes con discapacidad, mujeres embarazadas, personas mayores, etc.”, aseguró.

Hay muchas formas de promover la inclusión en el lugar de trabajo. Las empresas inteligentes ya se han puesto en marcha, intercambian experiencias y buenas prácticas de forma continua, y están disfrutando de negocios más productivos y sostenibles.

En el Perú, las empresas que avanzan en este camino, comprometidas con lograr que el trabajo decente y productivo para las personas con discapacidades se convierta en una realidad, forman parte de la Red Peruana de Empresas y Discapacidad, que ha contado con la asistencia técnica de OIT desde su creación.

“El sector privado ha respondido mucho mejor a la contratación de personas con discapacidad que el sector público”, reconoció Honores. “Pero tenemos que seguir trabajando para cambiar el chip de los que contratan e, incluso, de las mismas personas con discapacidad”, dijo.

“Esto no es un asunto asistencial o de responsabilidad social corporativa. Es un asunto de derechos”, concluyó.

Promoviendo la inclusión de personas con discapacidad en los gobiernos locales
En Perú, la OIT promueve políticas de inclusión de la discapacidad en el lugar de trabajo a través del Programa Conjunto sobre Empleo y Discapacidad, una iniciativa del Sistema de Naciones Unidas, en la que participan también el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y Cultura (UNESCO).
El Sistema de Naciones Unidas y el Estado peruano implementan el Programa Conjunto en los distritos de Lince, Miraflores, San Juan de Miraflores, San Martín de Porres y Villa El Salvador.

El Programa está fortaleciendo la capacidad de estas municipalidades para promover el empleo de las personas con discapacidad en su distrito, a través de un modelo de gestión que permita estrechar la relación entre los gobiernos locales, las empresas que buscan contratar personas con discapacidad y los demandantes de empleo.