La OIT llama a revitalizar la acción mundial contra el trabajo infantil, al tiempo que los esfuerzos para erradicar esta práctica pierden vigor
La campaña mundial para erradicar el trabajo infantil atraviesa una coyuntura crítica. Como demuestra el nuevo Informe Mundial, realizado en el marco de la Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo, el trabajo infantil continúa disminuyendo a nivel mundial, pero a un ritmo mucho menor que antes. El informe, titulado "Intensificar la lucha contra el trabajo infantil", dice que hay señales de progreso en la respuesta mundial, pero también vacíos desconcertantes.
Por más de una década, el trabajo infantil ha sido reconocido como un problema fundamental de los derechos humanos en el trabajo, junto con la libertad sindical, el derecho a la negociación colectiva, la abolición de la esclavitud, y la no discriminación en el empleo y el trabajo. Sin embargo, a pesar del gran movimiento de reforma social que se ha generado en torno a este tema, más de 200 millones de niños en el mundo continúan involucrados en trabajo infantil y un número alarmante de ellos, por lo menos 115 millones, está sometido a sus peores formas.
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En 2006, la OIT, teniendo en cuenta los resultados positivos del segundo Informe Mundial, estableció la meta de eliminar las peores formas de trabajo infantil para 2016. Estando casi a mitad de camino de esa fecha, el nuevo informe señala que en algunas zonas críticas del mundo se está en peligro de perder la batalla contra el trabajo infantil. El informe advierte que, de continuar la actual tendencia, el objetivo de eliminar las peores formas de trabajo infantil para 2016 no será alcanzado.
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El mayor progreso se ha registrado entre los niños y niñas de 5 a 14 años. En este grupo, el número de niños y niñas trabajadores disminuyó en un 10 por ciento. Siguiendo con el mismo rango de edad, el número de niños y niñas en trabajos peligrosos disminuyó en un 31 por ciento.
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La buena noticia es que se ha mantenido el patrón general de reducción del trabajo infantil: mientras más peligroso el trabajo y más vulnerables los niños involucrados, más rápido el descenso. Sin embargo, un número alarmante de niños -115 millones- todavía está expuesto a trabajos peligrosos, una variable que con frecuencia se utiliza para referirse a las peores formas de trabajo infantil.
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Se ha registrado una disminución del 15 por ciento en el número de niñas en trabajo infantil y del 24 por ciento en el número de niñas en trabajo peligroso, lo cual es sumamente positivo.
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Sin embargo, en lo relativo a los niños se ha producido un aumento (7 por ciento), tanto en términos de tasa de incidencia como en números absolutos. El número de niños en trabajo peligroso permanece relativamente estable.
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El número mundial de niños trabajadores ha disminuido de 222 millones a 215 millones durante el período 2004 - 2008, es decir un 3 por ciento, lo cual representa "una desaceleración en el ritmo de reducción a nivel mundial". El informe actual muestra un progreso "desparejo" hacia el objetivo de eliminar las peores formas de trabajo infantil para 2016. El informe advierte que, de persistir las actuales tendencias, la meta de 2016 no será alcanzada.
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"El progreso ha sido desparejo: no ha sido lo suficientemente rápido ni exhaustivo para alcanzar los objetivos que establecimos", dijo el Director general de la OIT, Juan Somavia. "Se precisan nuevos esfuerzos y a una mayor escala. La actual situación llama a revitalizar la campaña contra el trabajo infantil. Debemos intensificar la acción y acelerar el ritmo".
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Se ha producido un incremento alarmante del trabajo infantil -de 52 millones a 62 millones- en el grupo de niños y niñas entre 15 y 17 años.
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Asia y el Pacífico, y América Latina y el Caribe, continúan reduciendo el trabajo infantil, mientras que África Subsahariana ha registrado un aumento tanto en términos relativos como absolutos. Esta región tiene además la más alta incidencia de niños trabajadores, con uno de cada cuatro niños involucrados en trabajo infantil.
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La mayoría de los niños trabajadores sigue trabajando en la agricultura (60 por ciento). Sólo uno de cada cinco niños recibe un salario. Una abrumadora mayoría trabaja para su familia sin remuneración.
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"La mayor parte del trabajo infantil tiene origen en la pobreza. Es clara la forma en que debemos combatir este problema. Debemos garantizar que todos los niños tengan la oportunidad de ir a la escuela, se precisan sistemas de protección social que apoyen a las familias vulnerables, en especial en tiempos de crisis, y debemos asegurar que los adultos tengan oportunidades de trabajo decente. Estas medidas, combinadas con la aplicación efectiva de las leyes que protegen a los niños, determinan el camino a seguir", dijo Constance Thomas, Directora, OIT/IPEC.
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El Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC) fue creado en 1992 con el objetivo de mejorar la respuesta de la OIT a la eliminación efectiva del trabajo infantil. Desde entonces, IPEC ha crecido hasta convertirse en el programa dedicado al trabajo infantil más importante del mundo y el programa de cooperación técnica más amplio de la OIT, con un gasto de más de 60 millones de dólares en 2008.
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Se ha producido un importante progreso en la ratificación de las normas de la OIT relativas al trabajo infantil, a saber, los Convenios 182 (sobre las peores formas de trabajo infantil) y 138 (sobre la edad mínima). Sin embargo, una tercera parte de los niños del mundo vive en países que no han ratificado estos convenios.
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La eliminación del trabajo infantil es un elemento esencial del objetivo de la OIT: "Trabajo Decente para Todos". La OIT no aborda el trabajo infantil como un tema aislado sino como parte integral de los esfuerzos nacionales para el desarrollo económico y social.
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