107th International Labour Conference

Cumbre sobre el Mundo del Trabajo: Antecedentes

La Conferencia Internacional del Trabajo celebra una Cumbre sobre el Mundo del Trabajo para tratar sobre la importancia del empleo y el trabajo decente para la paz y la resiliencia, que se centrará específicamente en abordar las realidades sobre el terreno y las alianzas de colaboración que pueden obtener resultados reales.

Justo antes de terminarse la Segunda Guerra Mundial, la Conferencia Internacional del Trabajo (CIT) firmó el 10 de mayo de 1944 la Declaración de Filadelfia, y dos días más tarde, el 12 de mayo de 1944, adoptó la Recomendación sobre la organización del empleo (transición de la guerra a la paz), 1944 (núm. 71), que trataba sobre la reorganización del empleo y la reconstrucción económica después de la guerra.

El concepto de una paz permanente basada en la justicia social es la expresión más evocadora de la contribución de la OIT a la instauración de la paz, y la OIT fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz en 1969, con motivo de su 50.º aniversario.

La pertinencia continua del mandato de la OIT y el papel central que desempeñan el empleo y el trabajo decente para responder a las situaciones de crisis contemporáneas se han resaltado en los últimos años, sobre todo en el contexto de las recientes crisis de los refugiados que se están produciendo en muchos países en todo el mundo.

La importancia de esta cuestión llevó a los mandantes de la OIT a discutir y negociar, en las reuniones de 2016 y 2017 de la CIT, un nuevo instrumento internacional sobre el tema, y en junio de 2017 se adoptó la Recomendación sobre el empleo y el trabajo decente para la paz y la resiliencia, 2017 (núm. 205).

A fin de responder al creciente número de solicitudes para reforzar el empleo y el trabajo decente en programas de consolidación de la paz, la OIT inició además el programa de referencia Empleo para la Paz y la Resiliencia y estableció nuevas alianzas estratégicas, en particular con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y con la Oficina de Apoyo a la Consolidación de la Paz.

Las resoluciones sobre el sostenimiento de la paz adoptadas por la Asamblea General en 2016 (documentos A/RES/70/262 y S/RES/2282 (2016)) introdujeron un nuevo enfoque de la paz basado en un nexo más equilibrado entre la acción humanitaria y las actividades para el desarrollo. El consenso mundial actual es que primero hay que ocuparse de la prevención y tratar las causas profundas de los conflictos y de las crisis, que a menudo provienen de la pobreza, la desigualdad, déficits importantes de trabajo decente y graves violaciones de los derechos humanos.

En un informe reciente del Banco Mundial y de las Naciones Unidas titulado (en inglés solamente) “Pathways for peace: Inclusive approaches to preventing violent conflict”, de 2018, se estima que, por cada dólar de los Estados Unidos que se gasta en prevención se pueden ahorrar hasta siete dólares –a largo plazo. Estos siete dólares pueden utilizarse en verdaderas actividades de desarrollo y hacer avanzar las sociedades, en lugar de destinarse a intervenciones en conflictos. En otras palabras, invertir permite salvar vidas humanas, hacer ahorros y avanzar en el desarrollo.

La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y la agenda para el sostenimiento de la paz coinciden en atacar las causas profundas de los conflictos y en crear una dinámica propicia al crecimiento incluyente, la creación de empleos y el trabajo decente como componentes esenciales de la prevención de conflictos, la recuperación tras los conflictos y el sostenimiento de la paz.