¿Cuántas tasas de salario mínimo debería haber?

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En todo el mundo, los sistemas de salarios mínimos son diversos, y para su establecimiento y operación pueden adoptarse muchos enfoques en función de las necesidades y opciones de cada país.

Mientras que algunos países tienen un solo salario mínimo aplicable a todos los trabajadores asalariados en su territorio, otros tienen varias tasas de salario mínimo aplicables por sector de actividad, ocupación o región geográfica.
  • Los sistemas simples son más fáciles de operar, comunicar y hacer cumplir, pero ofrecen menos margen para tener en cuenta las circunstancias particulares de las diferentes regiones o sectores económicos dentro de un país.
  • Los sistemas más complejos se pueden adaptar mejor a las circunstancias de los distintos sectores o regiones, pero requieren más capacidad institucional. Los sistemas que son demasiado complejos tienden a perder eficacia, y en algunos casos pueden interferir con la negociación colectiva entre los trabajadores y los empleadores.
El cumplimiento del principio de igualdad de remuneración por trabajo de igual valor debería garantizarse, en particular cuando los salarios mínimos son fijados por sector o categoría profesional. Puede haber discriminación, por ejemplo, cuando los salarios mínimos son sistemáticamente inferiores en los sectores donde predomina el personal femenino. Del mismo modo, es importante evitar la discriminación salarial en perjuicio de los trabajadores migrantes y los trabajadores con discapacidad.

Hay también un vínculo entre la igualdad de remuneración por trabajo de igual valor y la existencia en algunos países de salarios mínimos de cuantía inferior aplicables a los trabajadores jóvenes menores de una edad determinada; el nivel salarial más bajo tiene por objeto facilitar la inserción de los jóvenes en el mercado laboral.

En algunas circunstancias específicas y en función de los objetivos de las políticas de cada país, se recomienda mantener los salarios mínimos en el grado de complejidad que sea indispensable, pero asegurando la mayor sencillez posible, y evitar toda diferenciación salarial entre grupos de trabajadores que no se base en razones objetivamente válidas, tales como los objetivos educativos y el nivel de experiencia profesional o de competencias laborales. Los sistemas de salario mínimo también deberían dejar margen para determinar las remuneraciones mediante la negociación colectiva.