“Mi voz cuenta” – el tema de la celebración de este año –forma parteintegrante de los principios fundadores de la OIT, creada en 1919 sobre la base del diálogo social.

Hacer oír su voz es una condición esencial para que pueda haber un diálogo social efectivo y fructífero y un proceso participativo entre los gobiernos y las organizaciones de empleadores y de trabajadores a fin de que las políticas y las decisiones produzcan resultados justos y equilibrados en el mundo del trabajo y para el mundo del trabajo.

La crisis mundial ha agravado los desafíos ya existentes del desempleo, el subempleo y la falta de empleos de calidad. El respeto de los derechos y las libertades que sustentan la expresión de las distintas voces y el diálogo es hoy más importante que nunca si se quiere quelos protagonistas del mundo del trabajo puedan contribuir a encontrar vías para avanzar que sean inclusivas, equitativas y sostenibles.

Muchos de esos derechos y libertades permiten que empleadores y trabajadores se organicen y les dagarantíasque puedan hacer valer sus reivindicaciones colectivas. Sin embargo, en muchos lugares esos derechos y libertades se ven menoscabados y el diálogo socialse ve amenazado.

En todo el mundo, mujeres y hombres piden que se les escuche y hacen valer sus demandas porempleos y protección social lo que les abre perspectivas de una vida mejor. Las empresas– especialmente las pequeñas y medianas empresas en las que se crea la mayoría de los empleos – y sus organizaciones, también procuran hacer oír sus opiniones en los debates sobre las políticas que afectan al crecimiento y el desarrollo empresarial.

Existe un creciente reconocimiento que una respuesta sostenible a la pobreza que abra un camino viable hacia sociedades prósperas e incluyentes debe basarse en estrategias productivas y una recuperación centrada en el empleo junto con el respeto de los derechos humanos, incluidos los derechos laborales, la participación y el diálogo social, e ir acompañada de medidas de protección social, es decir, el Programa de Trabajo Decente. La promoción del trabajo decente ayuda a garantizar que se escuchen todas las voces y cada voz cuenta para la consecución del Programa.

Los convenios fundamentales de la OIT sobre libertad sindical y de asociación, el trabajo infantil, el trabajo forzoso, la no discriminación, junto con los principios y derechos establecidos en nuestra Declaración de 1998 relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajodefinen los derechos humanos básicos que crean las condiciones propicias para el progreso económico y social incluyente y sostenible.

Es inaceptable que el 80 por ciento de la población del mundo carezca de una cobertura de seguridad social adecuada y que muchas personasno tengan protección alguna. La nueva Recomendación de la OIT núm. 202 sobre los pisos de protección social determinados a nivel nacional ofrece un marco claro y convincente para el establecimiento y seguimiento de dichos pisos de protección social y promueve su ampliación progresiva.

Millones de trabajadores domésticos, muchos de los cuales son mujeres migrantes –uno de los grupos de trabajadores más vulnerables-lucharon durante mucho tiempo para hacer oír su voz ylograr que se respetara su derecho a gozar de condiciones de trabajo justas y seguras. Su voz ha“contado”. Un gran paso adelante se dioal adoptarse el año pasado el emblemático Convenio núm. 189 de la OIT sobre las trabajadoras y los trabajadores domésticos que entrará en vigor en 2013. Exhorto a todos los Miembros de la OIT a ratificar y aplicar este importante Convenio a fin de mostrar a esas trabajadoras y trabajadores que sus voces siguen siendo escuchadas.

El mundo del trabajo, en el que la mayoría y mujeres y hombres pasan gran parte de su vida, es un punto de partida privilegiado para abordar y garantizar los derechos humanos.

Los derechos laborales son derechos humanos y son indispensables para asegurar el crecimiento económico con progreso social. Las voces que claman por el respeto de estos derechos deben contar.