Mensaje de Juan Somavia, Director General de la OIT, con ocasión del Día Internacional de la Juventud

Declaración | Geneva | 12 de agosto de 2012
En este Día Internacional de la Juventud, nuestro lema es “Construir un mundo mejor: Asociándose con la juventud”.

Asociarse con los jóvenes para emprender acciones de promoción del trabajo decente para todos es fundamental si queremos construir un mundo mejor.

Ante la crisis sin precedentes del empleo de los jóvenes, los representantes de los gobiernos, los empleadores y los trabajadores de los 185 Estados Miembros de la OIT que participaron en la reunión de junio de 2012 de la Conferencia Internacional del Trabajo emitieron un llamado a la acción contundente y urgente para luchar contra esta situación sin precedentes, afirmando que “si no se adoptan medidas inmediatas y enérgicas, la comunidad mundial se enfrentará al triste legado de una generación perdida”.

También proporcionaron orientaciones para abordar los problemas del empleo de los jóvenes en el contexto de enfoques más amplios que permitan ampliar las oportunidades de trabajo decente para todos, con inclusión de políticas de empleo y económicas para aumentar la demanda agregada y mejorar el acceso a la financiación, medidas en materia de educación y formación y transición de la escuela al trabajo, políticas de mercado de trabajo, iniciativa empresarial y empleo por cuenta propia y derechos laborales de los jóvenes.

Traducir estas orientaciones en respuestas efectivas exigirá desplegar una firme voluntad política, hacer gala de creatividad y asignar los recursos necesarios. Será necesario forjar alianzas de colaboración a escala local y nacional, con el apoyo de la acción internacional.

Debemos adoptar medidas urgentes y específicas para ayudar a los 75 millones de jóvenes que están sin empleo en el mundo y a los 228 millones de jóvenes más que luchan por sobrevivir en la economía informal y viven en situación de pobreza extrema. Sin un empleo decente que permita aprovechar su potencial, toda una generación corre el riesgo de quedar marcada y relegada al desempleo o al subempleo. Las familias y comunidades de estos jóvenes también sufrirán las consecuencias de esta situación, a medida que se vayan erosionando las expectativas y la creencia general de que con cada generación mejoren las perspectivas económicas y laborales. La persistencia y generalización del desempleo juvenil augura mayores desigualdades e inestabilidad social y pone trabas al logro de un crecimiento económico incluyente y sostenible.

En mayo de 2012, un Foro de Empleo Juvenil organizado por la OIT reunió a más de un centenar de líderes juveniles de todo el planeta, que tuvieron ocasión de contrastar sus puntos de vista. El Foro fue la culminación de diversas consultas nacionales y regionales que contaron con cerca de 5.000 participantes. Los jóvenes derrocharon energía y creatividad en sus propuestas para el futuro, y nos dejaron un mensaje contundente: “no se pueden solucionar los problemas de los jóvenes sin su participación”.

Como dice el llamado a la acción de la Conferencia Internacional del Trabajo, “su voz ha de ser escuchada, su creatividad, aprovechada y sus derechos respetados en las acciones para afrontar la crisis del empleo juvenil”.

Hoy debemos atender este llamado, decidirnos a escuchar, a ser incluyentes y a actuar juntos. Debemos comprometernos a unirnos a los jóvenes de todo el mundo para construir un mundo del trabajo que sea el umbral hacia un futuro cada vez mejor.

Texto original en inglés.