Esta historia fue escrita por la Sala de Noticias de la OIT. Para ver las declaraciones y discursos oficiales de la OIT, por favor visite nuestra sección "Declaraciones y Discursos".

Sector de la confección en Asia y el Pacífico

El sector industrial de la confección en la región Asia-Pacífico padece los efectos adversos de la COVID-19 en las cadenas de suministro

El colapso de la demanda de los consumidores, las medidas de confinamiento de los gobiernos y las disrupciones en las importaciones de materias primas han hecho estragos en la industria de la confección de Asia y el Pacífico, según un nuevo informe de la OIT.

Noticia | 21 de octubre de 2020
© Fahad Abdullah Kaizer / UN Women
BANGKOK (OIT Noticias) – La crisis de la COVID-19 ha repercutido de forma muy adversa en el sector de la confección en la región Asia-Pacífico, habida cuenta del desplome de las ventas al por menor en los principales mercados de exportación, que ha afectado a los trabajadores y a las empresas en las cadenas de suministro, según se desprende de un nuevo estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

En la nota informativa El efecto dominó en las cadenas de suministro: Repercusiones de la COVID-19 en los trabajadores y las fábricas textiles en Asia y el Pacífico se evalúa la incidencia de la crisis de COVID-19 en las cadenas de suministro, las plantas de producción y los trabajadores de diez destacados países productores en el sector de la confección de la región, a saber, Bangladesh, Camboya, China, Filipinas, India, Indonesia, Myanmar, Pakistán, Sri Lanka y Viet Nam.

En el estudio se pone de manifiesto que las importaciones realizadas por los principales países compradores a los países exportadores en el sector de la confección en Asia disminuyeron un 70% en el primer semestre de 2020, a raíz de la reducción de la demanda de los consumidores, las medidas de confinamiento impuestas por los gobiernos y la interrupción de la importación de las materias primas necesarias para la producción textil.

En septiembre de 2020, casi la mitad de los puestos de trabajo en las cadenas de suministro del sector de la confección dependían de la demanda de prendas de vestir de consumidores residentes en los países en los que se habían aplicado las medidas de confinamiento más rigurosas, y en los que las ventas al por menor se habían desplomado. Se estima que, en 2019, en la región Asia-Pacífico se empleaba a alrededor de 65 millones de trabajadores del sector de la confección, lo que representa el 75% de los trabajadores de dicho sector a escala mundial.

Con respecto a los resultados del estudio, la Sra. Chihoko Asada Miyakawa, Directora Regional de la OIT para la región Asia-Pacífico, señaló: "Este estudio pone de relieve los efectos adversos generalizados de la COVID-19 en el sector de la confección a todos los niveles. Es fundamental que los gobiernos, los trabajadores y los empleadores, entre otras partes interesadas del sector, aúnen esfuerzos para afrontar esta coyuntura sin precedentes y contribuir a forjar un futuro del sector que se centre más en el ser humano".

Por lo general, las trabajadoras del sector de la confección en la región perdieron, por lo menos, de dos a cuatro semanas de trabajo, y únicamente tres de cada cinco de sus compañeras de trabajo volvieron a ser contratadas en su fábrica al reanudar ésta su actividad."

Christian Viegelahn, economista laboral, Oficina Regional de la OIT para la región Asia-Pacífico
Pese a que los gobiernos de la región han adoptado medidas eficaces frente a la crisis, el estudio revela el cierre temporal o indefinido de miles de fábricas en toda la región. Los casos de despido o cese de trabajadores han aumentado sustancialmente, y las fábricas que ha reanudado su actividad emplean menos mano de obra.

"Por lo general, las trabajadoras del sector de la confección en la región perdieron, por lo menos, de dos a cuatro semanas de trabajo, y únicamente tres de cada cinco de sus compañeras de trabajo volvieron a ser contratadas en su fábrica al reanudar ésta su actividad. La disminución de ingresos y el retraso en el pago de salarios también fueron habituales para los trabajadores del sector de la confección que seguían empleados en el segundo trimestre de 2020", señala Christian Viegelahn, economista laboral de la Oficina Regional de la OIT para la región Asia-Pacífico.

Los resultados del estudio ponen asimismo de relieve que las mujeres, que constituyen la mayoría de los trabajadores, se han visto afectadas de forma desproporcionada por la COVID-19, que ha exacerbado las desigualdades que ya existían en materia de ingresos, carga de trabajo, segregación laboral y distribución del trabajo no remunerado de prestación de cuidados.

Si bien el sector de la confección en Asia se caracteriza, por lo general, por un bajo nivel de negociación colectiva, tanto en las fábricas como en el sector en su conjunto, de los resultados de estudio se desprende que el diálogo social ha facilitado la adopción de medidas de respuesta más eficaces frente a la crisis en los países en los que existen mecanismos para fomentar dicho diálogo. En el informe se aboga por un diálogo social más inclusivo y eficaz a escalas nacional y sectorial en los países de toda la región.

Entre otras recomendaciones formuladas cabe destacar asimismo la necesidad de seguir apoyando a las empresas y de ampliar la protección social de los trabajadores, en particular las mujeres. También se alude al reciente llamamiento a la acción a escala mundial, iniciativa internacional propiciada por la OIT en la que participan varias partes interesadas, como ejemplo alentador de actividad solidaria promovida en el sector para hacer frente a la crisis.

El estudio “El efecto dominó en las cadenas de suministro: Repercusiones de la COVID-19 en los trabajadores y las fábricas textiles en Asia y el Pacífico” se basa en un pormenorizado examen documental y en el análisis de información pública o empresarial, así como en entrevistas realizadas a destacadas partes interesadas del sector en Asia. La elaboración del estudio fue dirigida por la Universidad de Cornell y un equipo de la OIT que abarcó la Unidad de análisis económicos y sociales a nivel regional, el programa Better Work y el proyecto OIT-OSDI sobre trabajo decente en las cadenas de suministro del sector de la confección en Asia.