Esta historia fue escrita por la Sala de Noticias de la OIT. Para ver las declaraciones y discursos oficiales de la OIT, por favor visite nuestra sección "Declaraciones y Discursos".

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El futuro del trabajo – El tiempo de deliberación ha concluido

Opinión | 16 de julio de 2019
Guy Ryder, Director General de la OIT
A mi alrededor, estoy escuchando un llamado al cambio. Ese fue el rotundo mensaje que se transmitió claramente en la reciente Conferencia Internacional del Trabajo del centenario, en la que los delegados adoptaron con gran satisfacción la Declaración del centenario de la OIT sobre el Futuro del Trabajo. En Nueva York, ciudad en la que me encuentro actualmente para asistir al Foro político de alto nivel de 2019 sobre el desarrollo sostenible, constato asimismo ese deseo de cambio.

Examino aquí en profundidad, con otros líderes de la comunidad internacional, los avances registrados en relación con seis Objetivos de Desarrollo Sostenible, en particular el ODS 8 (Promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos), con respecto al cual la OIT desempeña una labor primordial.

La Declaración del centenario y el ODS 8 poseen mucho en común. En ambos se reconoce que el trabajo es esencial para lograr un desarrollo sostenible, sin que nadie se quede atrás, y puede poner fin a la pobreza. También se aboga por un enfoque basado en derechos y una transición justa a la nueva coyuntura económica y laboral que propicia el cambio tecnológico, demográfico y climático.

No obstante, ¿en qué medida fomentamos ese modelo de desarrollo inclusivo, sostenido y sostenible? ¿Poseemos la determinación necesaria? En nuestro informe sobre los avances relativos al ODS 8 se pone claramente de manifiesto que no estamos adoptando el enfoque más adecuado para cumplir dicho objetivo, ni otros ODS. A menos que redoblemos esfuerzos, no lo lograremos. Debemos intensificar nuestra labor.

Soy optimista al respecto. Se ha logrado el compromiso necesario y se ha reconocido la necesidad de adoptar medidas. La novedad, particularmente alentadora en el año en que se conmemora el centenario de la OIT, es que estamos comenzando a establecer la hoja de ruta para cumplir los objetivos marcados, y a poner en marcha las iniciativas necesarias a tal efecto.

La Declaración del centenario de la OIT constituye un instrumento primordial para ello. Está estrechamente vinculada al enfoque de la Agenda 2030, basada en tres ejes de sostenibilidad en los planos social, económico y medioambiental.

Sin embargo, el alcance de la Declaración es más amplio. Permite aplicar al mundo del trabajo lo establecido en el marco de la Agenda 2030, a tenor de sus aspectos asociados al desarrollo y al trabajo decente. En particular, en la Declaración se subraya la necesidad de formular políticas macroeconómicas, de inversión, comerciales, industriales y sectoriales que permitan promover el desarrollo sostenible e inclusivo y el trabajo decente. En la Declaración también se reconoce que las prácticas empresariales deben estar en consonancia con esos objetivos y dar respuesta a los retos que plantea la transformación del trabajo en el plano digital.

En resumen, la Declaración del centenario proporciona una hoja de ruta para fomentar los cambios y las transformaciones que nos permitan forjar el futuro que deseamos. Un futuro en el que las personas sean lo más importante. La firme adopción de dicha Declaración en Ginebra, el mes pasado, por parte de 187 Estados Miembros de la OIT, demuestra que existe asimismo voluntad de cambio a nivel político.

Esta semana en Nueva York va a ser decisiva. Constatamos un llamamiento a la acción y contamos con la hoja de ruta y el respaldo necesario. Ahora debemos llevarlo a cabo.