Perspectivas sociales y del empleo en el mundo – Tendencias 2019

El gran problema del empleo en el mundo: Las malas condiciones de trabajo

La evolución en la reducción del desempleo a nivel mundial no va acompañada de mejoras de la calidad del trabajo, según indica la Organización Internacional del Trabajo en su informe Perspectivas sociales y del empleo en el mundo: Tendencias 2019.

Actualité | 13 février 2019
© Wayne S. Grazio
GINEBRA (OIT Noticias) – Según un nuevo informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el principal problema de los mercados de trabajo en el mundo es el empleo de mala calidad. Millones de personas se ven obligadas a aceptar condiciones de trabajo deficientes.

Los datos recientes recabados para elaborar el informe Perspectivas sociales y del empleo en el mundo: Tendencias 2019 (WESO) indican que, en 2018, la mayoría de los 3300 millones de personas empleadas en el mundo no gozaba de un nivel suficiente de seguridad económica, bienestar material e igualdad de oportunidades. Es más, el avance de la reducción del desempleo a nivel mundial no se ve reflejado en una mejora de la calidad del trabajo.

Este informe publicado por la OIT alude a la persistencia de diversos déficits de trabajo decente, y advierte de que, al ritmo actual, la consecución del objetivo de trabajo decente para todos establecido entre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODES), concretamente en el ODS 8, es inalcanzable para muchos países.

El ODS 8 no solo se refiere al empleo pleno sino a la calidad del mismo.”

Deborah Greenfield, Directora General Adjunta de Políticas de la OIT
“El ODS 8 no solo se refiere al empleo pleno sino a la calidad del mismo”, afirmó Deborah Greenfield, Directora General Adjunta de Políticas de la OIT. “La igualdad y el trabajo decente son dos de los pilares del desarrollo sostenible.”

El informe advierte de que los responsables de formular las políticas deben afrontar esta cuestión, pues de lo contrario se corre el riesgo de que algunos de los nuevos modelos empresariales, en particular los propiciados por nuevas tecnologías, socaven los logros conseguidos en el mercado laboral, por ejemplo, los relativos a formalidad laboral y seguridad en el empleo, protección social y normas del trabajo.

“Tener empleo no siempre garantiza condiciones de vida dignas”, señaló Damian Grimshaw, Director del Departamento de Investigaciones de la OIT. “Por ejemplo, un total de 700 millones de personas viven en situación de pobreza extrema o moderada pese a tener empleo.”

Un total de 700 millones de personas viven en situación de pobreza extrema o moderada pese a tener empleo."

Damian Grimshaw, Director del Departamento de Investigaciones de la OIT
Entre las cuestiones destacadas en el informe figura la falta de progreso en cuanto a la brecha entre mujeres y hombres en la participación laboral. La tasa de participación laboral femenina fue de solo el 48 por ciento en 2018, muy inferior al 75 por ciento de la tasa masculina. Asimismo, las mujeres predominan en la fuerza de trabajo potencial y subutilizada. Otro problema es la persistencia del empleo informal: en esta categoría hay nada menos que 2 mil millones de trabajadores – el 61 por ciento de la población activa mundial. Otro aspecto preocupante es que más de una de cada cinco personas jóvenes (menores de 25 años) no trabaja, ni estudia, ni recibe formación, por lo que sus perspectivas de trabajo se ven comprometidas.

El informe anual también pone de relieve algunos aspectos positivos. En caso de que la economía mundial lograra evitar una desaceleración importante, se prevé que el desempleo siga disminuyendo en muchos países. En los últimos 30 años ha habido una gran reducción de la pobreza laboral, en especial en los países de ingreso medio, y un aumento de la cantidad de personas que estudian o reciben formación.

Principales conclusiones por región

África

  • Solo el 4,5 por ciento de la población en edad de trabajar está desempleada, y el 60 por ciento está empleada. Sin embargo, ello no indica un mercado de trabajo eficiente, sino que muchos trabajadores se han visto forzados a aceptar un trabajo de mala calidad, carente de seguridad, de una remuneración digna y de protección social.
  • Se prevé que la población activa crecerá en más de 14 millones de personas al año. Las tasas de crecimiento económico hasta 2020 serían demasiado bajas para crear suficientes puestos de trabajo de calidad para esta fuerza laboral en rápido crecimiento.

América del Norte

  • Las previsiones indican que en 2019 el desempleo alcanzará su nivel más bajo, el 4,1 por ciento.
  • Para 2020 se prevé que el crecimiento del empleo y la actividad económica comiencen a descender.
  • Quienes tienen un nivel de educación elemental tienen el doble de probabilidades de estar desempleados que quienes tienen estudios avanzados.
  • Esta subregión lleva la delantera en cuanto a plataformas laborales digitales. Controlar de cerca ese tipo de trabajo es un problema de creciente preocupación para los responsables de formular las políticas.

América Latina y el Caribe

  • Pese al repunte del crecimiento económico, se prevé que el empleo aumente solo el 1,4 por ciento al año en 2019 y 2020.
  • El descenso relativamente lento de las cifras de desempleo regional se debe a las diferentes situaciones del mercado laboral de cada país.
  • La informalidad y la mala calidad del trabajo siguen siendo generalizadas en todo tipo de empleo.

Estados Árabes

  • Se prevé que el desempleo en la región se mantenga en el 7,3 por ciento hasta 2020, y que el desempleo en los países que no pertenecen al Consejo de Cooperación del Golfo (GCC) duplique al de los miembros del GCC.
  • Los trabajadores migrantes representan el 41 por ciento del empleo total en la región, y en los países del GCC, en promedio, más de la mitad de los trabajadores son migrantes.
  • La tasa de desempleo femenino, del 15,6 por ciento, triplica a la de los hombres. Los jóvenes también se ven especialmente perjudicados, siendo la tasa de desempleo juvenil cuatro veces más elevada que la de los adultos.

Asia y el Pacífico

  • El crecimiento económico continúa, aunque a un ritmo inferior que en años precedentes.
  • Se prevé que la tasa de desempleo regional se mantenga en alrededor del 3,6 por ciento hasta 2020, un nivel inferior al promedio mundial.
  • La transformación estructural ha provocado la salida de los trabajadores de la agricultura, pero ello no ha redundado en una mejora significativa de la calidad del empleo; un amplio porcentaje de los trabajadores carece de seguridad en el empleo, no dispone de un contrato formal ni de estabilidad de los ingresos.
  • Pese a que en algunos países ha habido una apreciable extensión de la protección social, en los que tienen los índices de pobreza más elevados el nivel de protección sigue siendo sumamente bajo.

Europa y Asia Central

  • En Europa Septentrional, Meridional y Occidental, el desempleo registra su nivel más bajo en un decenio y se prevé que siga descendiendo hasta 2020.
  • En Europa Oriental, tanto en 2019 como en 2020 el número de personas en el empleo se contraería un 0,7 por ciento; sin embargo, como al mismo tiempo la población activa se reducirá, también lo hará la tasa de desempleo.
  • En algunos países, el desempleo de larga duración llega a ser de no menos del 40 por ciento.
  • La informalidad sigue siendo generalizada; en Asia Central y Occidental es del 43 por ciento.
  • La pobreza laboral, la mala calidad del trabajo y las persistentes desigualdades en el mercado de trabajo siguen siendo preocupantes.