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Trabajo doméstico

La reforma del sector del trabajo doméstico migrante en la región árabe es vital para el bienestar de los trabajadores y de los empleadores, según un informe de la OIT

Un libro blanco de la OIT formula recomendaciones políticas para reformar el sector del trabajo doméstico migrante y establecer una economía del cuidado profesional y de alta calidad en la región.

Comunicado de prensa | 8 de marzo de 2018
© Leila Aloui / ILO
BEIRUT (OIT Noticias) – Un nuevo informe de la OIT que abarca la región de los Estados Árabes muestra la importancia de reformar el sector del trabajo doméstico, tanto para los trabajadores como para los empleadores.

El estudio de la OIT Domestic workers and employers in the Arab States: Promising practices and innovative models for a productive working relationship (Trabajadores domésticos y empleadores en los Estados Árabes: Prácticas prometedoras y modelos innovadores para una relación de trabajo productiva) formula diversas recomendaciones políticas para que sean tomadas en consideración por los gobiernos de la región. Las recomendaciones están dirigidas tanto a la reforma del sector del trabajo doméstico migrante como al desarrollo de la economía del cuidado, que depende en gran parte de la mano de obra migrante y del trabajo doméstico.

El sector del trabajo doméstico aporta una contribución económica y social crucial a la región de los Estados Árabes, donde los trabajadores domésticos se ocupan del cuidado de los niños durante las etapas críticas de su desarrollo, ayudan a las personas ancianas a vivir con dignidad, y liberan a los nacionales de las responsabilidades domésticas y familiares, permitiendo así una mayor participación de las mujeres en el mercado de trabajo. Los trabajadores migrantes constituyen la mayoría de los trabajadores de este sector en los Estados Árabes. La región acoge 3,16 millones de trabajadores domésticos migrantes.

Un número de países en la región ha alcanzado progresos considerables en los últimos años al realizar reformas legislativas para reglamentar mejor el sector. Sin embargo, su débil aplicación hace que el sector esté sujeto a una alta rotación de trabajadores y a una menor adecuación entre la oferta y la demanda e inserción en el mercado de trabajo, y se caracteriza además por la informalidad y un gran número de trabajadores en situación irregular. Una reglamentación insuficiente de la industria de contratación internacional (incluido el cobro ilegal de tarifas de contratación y gastos relacionados a los trabajadores), así como las restricciones relacionadas con el sistema de patrocinio kafala, establecen un modelo que no satisface ni a los trabajadores ni a los empleadores.

“Las necesidades de los empleadores y de los trabajadores domésticos no están necesariamente en conflicto”, declaró Ruba Jaradat, Directora regional de la OIT para los Estados Árabes. “Más bien, ambas partes piden aumentar la transparencia del proceso de contratación, modificar y aclarar las condiciones del patrocinio, mejorar la calidad del desarrollo de competencias y de la adecuación entre la oferta y la demanda de empleo, y la eficiencia de los sistemas de solución de conflictos.”

“Los empleadores y los trabajadores domésticos pueden convertirse en aliados para hacer un llamado a favor de la reforma del sector”, agregó Ruba Jaradat.

Cuando las estructuras familiares y demográficas de la región se transforman, el libro blanco recomienda que los gobiernos de los Estados Árabes se esfuercen por establecer una economía del cuidado profesional y de calidad, que depende en gran parte del trabajo doméstico y la mano de obra migrante. Una economía del cuidado dinámica, sólida y resiliente debería considerar las necesidades y preferencias de los empleadores, garantizar la calidad del cuidado y los servicios, y garantizar condiciones de trabajo decente (tanto para los trabajadores migrantes como para los nacionales).

El informe presenta diversas prácticas innovadoras de todo el mundo.

“Para encontrar un equilibrio entre el derecho al respeto de la privacidad de los empleadores y la necesidad de evaluar las condiciones de trabajo, pueden introducirse nuevos modelos de inspección laboral”, declaró Sophia Kagan, Asesora técnica principal del proyecto FAIRWAY de la OIT.

“Los empleadores y los trabajadores pueden organizar sesiones de información y campañas de sensibilización. Las campañas dirigidas a los empleadores deben contener mensajes que contribuyan a modificar prácticas consolidadas durante generaciones”, continuó Sophia Kagan.

En fin, el informe señala la importancia del diálogo social que puede ser organizado a través de la creación y el apoyo de organizaciones que representen los intereses de ambas partes.

El trabajo de la OIT consiste en ayudar a los gobiernos de la región a desarrollar y poner en práctica una nueva forma de pensar que pueda garantizar un sector del trabajo doméstico productivo en la región en beneficio de todos: trabajadores, empleadores y la sociedad en general.