El Director General de la OIT dice que China traza la ruta del futuro del trabajo
China está “configurando su propio futuro”, dijo Guy Ryder a los delegados presentes en el primer diálogo nacional sobre el futuro del trabajo, si bien el país, y todo el planeta, aún deben enfrentar grandes desafíos.
PEKíN (OIT Noticias) – El Director General de la OIT, Guy Ryder, elogió la determinación de China de hacerse cargo de su destino al hablar frente a los participantes de un evento sobre el futuro del trabajo, que tuvo lugar luego de la cumbre del G20.
En su intervención durante el primer diálogo nacional de China sobre el futuro del trabajo, Ryder declaró que el país “no está cometiendo el error de pensar que su futuro ya está trazado, sino que ha asumido la responsabilidad de configurar su propio porvenir”.
El Director General de la OIT destacó que el país ha sacado de la pobreza a 660 millones de personas entre 1978 y 2010 incrementando de manera significativa sus ingresos reales. El progreso económico y social de China ha contribuido en gran medida a la realización de muchos de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas, agregó.
Ryder manifestó que los futuros avances en el mundo del trabajo estarán condicionados en igual medida por China. “En pocas palabras, el ‘futuro del trabajo’ dependerá mucho del futuro del trabajo en China”, señaló.
El martes, durante su alocución de apertura, Yin Weimin, ministro de Recursos Humanos y Seguridad Social de China (MOHRSS), declaró: “El simposio de hoy, y otras actividades semejantes, nos han motivado a unir nuestros esfuerzos con los interlocutores sociales, el mundo académico y la OIT a fin de entender con precisión la situación de los mercados laborales en China y en todo el mundo, profundizar nuestros conocimientos sobre el futuro del trabajo y seguir contribuyendo a la realización de trabajo decente y la justicia social”.
La reunión se celebró en el marco de “La iniciativa del centenario relativa al futuro del trabajo”, lanzada por la OIT en el 2015, la cual invita a todos los Estados miembros a realizar diálogos sobre el “Futuro del trabajo”, basados en cuatro conversaciones sobre: el trabajo y la sociedad, el trabajo decente para todos, la organización del trabajo y la producción, y la gobernanza del trabajo. Este tipo de diálogos ya se están realizando en más de 130 países.
De la reunión participaron funcionarios del gobierno, representantes del mundo empresarial, de las organizaciones de trabajadores, del mundo académico y licenciados universitarios. En la sesión de apertura también estuvo presente Huang Haisong, vicepresidente de la Confederación de Empresas Chinas (CEC), quien declaró: “Gracias a esta reunión creo que los mandantes tripartitos y la OIT fortalecerán su cooperación a fin de adoptar medidas prácticas dirigidas a crear más empleos, erradicar la pobreza, fomentar el desarrollo de la empresas y realizar el objetivo del trabajo decente.”
Jiang Guangping, vicepresidente de la Federación Nacional Sindical China (ACFTU), expresó su convicción de que “a través de los esfuerzos conjuntos de los mandantes tripartitos, la OIT desempeñará un papel más activo para fomentar el desarrollo mundial y la justicia social”, declaró. “A este respecto, la ACTFU también aportará su contribución.”
El simposio, que se desarrolló en dos sesiones exploró “cuatro conversaciones” relacionadas con el futuro del trabajo: trabajo y sociedad, trabajo decente para todos, la organización del trabajo, y la gobernanza del trabajo, y abordó la manera en que China podría estar mejor preparada para el futuro del trabajo.
“La economía mundial se encuentra en el medio de la cuarta revolución industrial. La innovación tecnológica y la globalización se combinan para producir cambios rápidos y profundos, en particular en el lugar de trabajo”, recordó Guy Ryder a los participantes.
A continuación describió cómo los cuatro “mega motores del cambio” en la economía china y mundial – tecnología, estructura demográfica, cambio climático y globalización – influenciarán de manera profunda las futuras decisiones en el mundo del trabajo.
En su alocución Guy Ryder también advirtió que China enfrenta desafíos nacionales subyacentes que deben ser abordados a la hora de considerar el bienestar económico y social de su fuerza de trabajo. Urgió al país a crear las libertades y apoyo necesarios para que prospere el diálogo social entre el gobierno, los empleadores y los trabajadores.
La reducción de las desigualdades también será fundamental para el futuro del trabajo en China: “Las desigualdades dividen la sociedad, erosionan los fundamentos de la productividad y el crecimiento económico a largo plazo, y sofocan la capacidad humana de gobernar no sólo el ingreso y la riqueza sino también la calidad de la vida de las personas”, dijo Ryder. China tiene unos de los niveles de desigualdad de ingresos más altos del mundo, 1 por ciento de los hogares posee un tercio del total de la riqueza del país, mientras que el 25 por ciento de los hogares más pobres posee sólo 1 por ciento de la riqueza total del país.
En el marco de la Iniciativa relativa al futuro del trabajo de la OIT, los resultados del simposio sobre el futuro del trabajo de China serán recopilados junto a otros resultados nacionales para ser utilizados en una Comisión global de alto nivel sobre el futuro del trabajo que será establecida en 2017.
En su intervención durante el primer diálogo nacional de China sobre el futuro del trabajo, Ryder declaró que el país “no está cometiendo el error de pensar que su futuro ya está trazado, sino que ha asumido la responsabilidad de configurar su propio porvenir”.
El Director General de la OIT destacó que el país ha sacado de la pobreza a 660 millones de personas entre 1978 y 2010 incrementando de manera significativa sus ingresos reales. El progreso económico y social de China ha contribuido en gran medida a la realización de muchos de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas, agregó.
Ryder manifestó que los futuros avances en el mundo del trabajo estarán condicionados en igual medida por China. “En pocas palabras, el ‘futuro del trabajo’ dependerá mucho del futuro del trabajo en China”, señaló.
El martes, durante su alocución de apertura, Yin Weimin, ministro de Recursos Humanos y Seguridad Social de China (MOHRSS), declaró: “El simposio de hoy, y otras actividades semejantes, nos han motivado a unir nuestros esfuerzos con los interlocutores sociales, el mundo académico y la OIT a fin de entender con precisión la situación de los mercados laborales en China y en todo el mundo, profundizar nuestros conocimientos sobre el futuro del trabajo y seguir contribuyendo a la realización de trabajo decente y la justicia social”.
La reunión se celebró en el marco de “La iniciativa del centenario relativa al futuro del trabajo”, lanzada por la OIT en el 2015, la cual invita a todos los Estados miembros a realizar diálogos sobre el “Futuro del trabajo”, basados en cuatro conversaciones sobre: el trabajo y la sociedad, el trabajo decente para todos, la organización del trabajo y la producción, y la gobernanza del trabajo. Este tipo de diálogos ya se están realizando en más de 130 países.
De la reunión participaron funcionarios del gobierno, representantes del mundo empresarial, de las organizaciones de trabajadores, del mundo académico y licenciados universitarios. En la sesión de apertura también estuvo presente Huang Haisong, vicepresidente de la Confederación de Empresas Chinas (CEC), quien declaró: “Gracias a esta reunión creo que los mandantes tripartitos y la OIT fortalecerán su cooperación a fin de adoptar medidas prácticas dirigidas a crear más empleos, erradicar la pobreza, fomentar el desarrollo de la empresas y realizar el objetivo del trabajo decente.”
Jiang Guangping, vicepresidente de la Federación Nacional Sindical China (ACFTU), expresó su convicción de que “a través de los esfuerzos conjuntos de los mandantes tripartitos, la OIT desempeñará un papel más activo para fomentar el desarrollo mundial y la justicia social”, declaró. “A este respecto, la ACTFU también aportará su contribución.”
El simposio, que se desarrolló en dos sesiones exploró “cuatro conversaciones” relacionadas con el futuro del trabajo: trabajo y sociedad, trabajo decente para todos, la organización del trabajo, y la gobernanza del trabajo, y abordó la manera en que China podría estar mejor preparada para el futuro del trabajo.
“La economía mundial se encuentra en el medio de la cuarta revolución industrial. La innovación tecnológica y la globalización se combinan para producir cambios rápidos y profundos, en particular en el lugar de trabajo”, recordó Guy Ryder a los participantes.
A continuación describió cómo los cuatro “mega motores del cambio” en la economía china y mundial – tecnología, estructura demográfica, cambio climático y globalización – influenciarán de manera profunda las futuras decisiones en el mundo del trabajo.
En su alocución Guy Ryder también advirtió que China enfrenta desafíos nacionales subyacentes que deben ser abordados a la hora de considerar el bienestar económico y social de su fuerza de trabajo. Urgió al país a crear las libertades y apoyo necesarios para que prospere el diálogo social entre el gobierno, los empleadores y los trabajadores.
La reducción de las desigualdades también será fundamental para el futuro del trabajo en China: “Las desigualdades dividen la sociedad, erosionan los fundamentos de la productividad y el crecimiento económico a largo plazo, y sofocan la capacidad humana de gobernar no sólo el ingreso y la riqueza sino también la calidad de la vida de las personas”, dijo Ryder. China tiene unos de los niveles de desigualdad de ingresos más altos del mundo, 1 por ciento de los hogares posee un tercio del total de la riqueza del país, mientras que el 25 por ciento de los hogares más pobres posee sólo 1 por ciento de la riqueza total del país.
En el marco de la Iniciativa relativa al futuro del trabajo de la OIT, los resultados del simposio sobre el futuro del trabajo de China serán recopilados junto a otros resultados nacionales para ser utilizados en una Comisión global de alto nivel sobre el futuro del trabajo que será establecida en 2017.