KUALA LUMPUR (Malasia) – En su discurso ante la “Semana de desarrollo del comercio mundial 2014” en Kuala Lumpur, José Manuel Salazar-Xirinachs, Subdirector general de Políticas de la OIT, declaró que es necesario abordar la educación y las competencias de manera diferente de como se hacía hace 20 ó 30 años.

“Así como la transición de economías agrícolas a industriales requirió de nuevas competencias específicas en el mundo del trabajo, la transición en curso de economías industriales a economías del conocimiento basadas en la información también está modificando el modo en que vivimos, trabajamos y aprendemos”, explicó.

Salazar-Xirinachs se refirió a las “Competencias del Siglo 21” que implican nuevos modos de pensar y de trabajar, de una nueva visión global así como de nuevas herramientas de trabajo basadas en las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.

El representante de la OIT destacó los principales desafíos, como el desajuste entre la oferta y la demanda de competencias que en parte es el resultado de la incapacidad del sistema de educación y de formación de adaptarse a estas nuevas realidades.

“Reparar esta desconexión es una cuestión que corresponde a las políticas públicas, pero no exclusivamente. También es en gran parte una cuestión de participación y de responsabilidad del sector privado”, agregó.

Las empresas no deberían esperar que salgan del sistema de educación y formación graduados con las competencias adecuadas o buscar nuevos talentos en el exterior, sino que deberían ampliar la perspectiva de sus necesidades de la fuerza de trabajo.

Las empresas deberían establecer asociaciones público-privadas, participar de manera activa con los centros de educación y formación a fin de alinear la educación con las competencias necesarias para el empleo y esforzarse para combinar la educación y la formación formales con las oportunidades de aprendizaje en el lugar de trabajo.

El representante de la OIT citó el ejemplo de Godrej Group en India, un conglomerado de empresas que estableció el objetivo de formar un millón de jóvenes rurales y urbanos con competencias que faciliten la empleabilidad para 2020. Dos terceras partes de los graduados encontraron trabajo en filiales que producen bienes de consumo y productos agrícolas.

La era de la responsabilidad

Salazar-Xirinachs señaló una serie de políticas elaboradas por la OIT dirigidas a abordar la transición escuela-trabajo y la modernización de las instituciones de formación profesional y la anticipación de las competencias.

También se refirió a STED (Competencias para el comercio y la diversificación económica), una herramienta concebida para ofrecer orientación estratégica a fin de apoyar el crecimiento y el empleo en sectores que tienen el potencial de incrementar las exportaciones, contribuir a la diversificación económica y a la integración de las cadenas de valor mundiales.

Así mismo mencionó el hecho de que la OIT dirigió en 2010 la preparación de la estrategia del G20 en materia de competencias para un crecimiento sólido, sostenible y equilibrado.

En fin, el representante de la OIT insistió sobre la necesidad de desarrollar aún más las pasantías que es “lo más parecido a una fórmula mágica” cuando se trata de abordar el desempleo juvenil, la transición de la escuela al trabajo y el desajuste de competencias.

“La responsabilidad de las empresas de invertir en las competencias y los talentos y de participar en los métodos innovadores de educación y formación para satisfacer las necesidades de la fuerza de trabajo del siglo 21, es sólo un ejemplo de una agenda mucho más amplia de responsabilidad y sostenibilidad”, concluyó Salazar-Xirinachs, al referirse a “la Era de la responsabilidad”.