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Measuring unemployment

El desempleo juvenil cuenta, ¿pero cómo?

Los últimos datos de la Unión Europea muestran que el desempleo juvenil sigue aumentando. Sin embargo, desde unos meses existe un debate sobre cómo medirlo: ¿es mejor tomar en cuenta la tasa o el coeficiente de desempleo?

Opinión | 2 de noviembre de 2012
Por Ekkehard Ernst, jefe de la Unidad de Tendencias del Empleo de la OIT

Ekkehard Ernst, jefe de la Unidad de Tendencias del Empleo de la OIT
GINEBRA (OIT Noticias) – Desde cualquier perspectiva, el desempleo juvenil a escala mundial es causa de gran preocupación. Pero las cifras a veces pueden parecer confusas.

España, por ejemplo, tiene una alarmante tasa de desempleo juvenil de más de 54 por ciento, pero un coeficiente de desempleo juvenil de cerca 21 por ciento. En Alemania, la tasa es de alrededor de 8 por ciento y el coeficiente de 4 por ciento.

La diferencia es el denominador: sólo la fuerza laboral juvenil – aquellos que trabajan o en busca de empleo – en el caso de la tasa, o el grupo total de jóvenes entre 15 y 24 años – incluyendo los estudiantes a tiempo completo – en el caso del coeficiente.

De manera que, si analizamos 200 jóvenes, de los cuales 100 están estudiando y 50 tienen empleo, la tasa de desempleo sería de 50 por ciento, mientras que el coeficiente sería de 25 por ciento.

Aplicar el coeficiente puede ser útil para comparar los niveles de desempleo entre países, porque existen diferencias significativas en la manera en que los países registran la participación en el mercado laboral.
Comparar las tasas de desempleo juvenil entre países puede ser engañoso."


Los países que tienen un sistema de formación profesional bien desarrollado, como Alemania, consideran a los jóvenes que siguen este tipo de formación como empleados porque ellos se benefician del aprendizaje en el lugar de trabajo, mientras que en otros países sólo aquellos que han completado sus estudios o los han abandonado y están buscando trabajo son considerados como parte de la fuerza laboral juvenil.

Por lo tanto, comparar las tasas de desempleo juvenil entre países puede ser engañoso. También puede sugerir que ciertos sistemas de educación son eficientes a la hora de reducir el desempleo juvenil, cuando en verdad tal vez no lo sean.

Si bien pueden ser herramientas útiles, los coeficientes tienden a subestimar la extensión del desempleo entre los jóvenes, en especial cuando la participación de la fuerza de trabajo juvenil es baja y las tasas de desempleo de los jóvenes son altas.

En muchas economías emergentes y en desarrollo, tanto las tasas como los coeficientes con frecuencia minimizan los problemas que los jóvenes enfrentan en el mercado laboral.

En estos países, las tasas de participación de la fuerza laboral por lo general son más altas entre los jóvenes que en las economías desarrolladas. Esto se debe a que muchos jóvenes aceptan cualquier trabajo disponible.

Como resultado, las cifras tienden a sugerir una situación del empleo juvenil mejor de lo que realmente es. Pero la realidad es que muchos jóvenes en las economías en desarrollo tienen empleos de pobre calidad y un acceso limitado a la protección social.