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Transición de la escuela al trabajo

El atractivo de las pasantías en tiempos de crisis

Las pasantías son una práctica centenaria, pero en la actualidad han suscitado de nuevo un gran interés a raíz de la crisis del desempleo juvenil.

Reportaje | 15 de octubre de 2012
GINEBRA (OIT Noticias) – Determinado a evitar la pérdida de una generación, el mundo apuesta cada vez más en las pasantías como una solución definitiva contra la crisis global del empleo juvenil.

Es obvio que cualquier solución será compleja, pero el nuevo interés por las pasantías y su potencial de creación de empleos es sin duda una buena noticia en momentos en que 75 millones de jóvenes están desempleados.

Las pasantías de calidad proporcionan las competencias que los jóvenes necesitan para entrar en el mercado laboral y satisfacen la necesidad de mano de obra calificada de los empleadores. Pueden contribuir a reducir la incidencia y duración del desempleo y, a la vez, apoyar el crecimiento económico.

“Una mayor disponibilidad de pasantías de calidad y de otras oportunidades de formación, pueden reducir el desempleo juvenil y la pobreza cuando las mismas están asociadas con los esfuerzos nacionales dirigidos a promover el crecimiento del empleo”, afirmó Christine Evans-Klock, quien dirige el Departamento de Conocimientos Teóricos y Prácticos y Empleabilidad de la OIT.

Beneficios comprobados


Muchas personas están apuntando a las pasantías como la solución milagrosa en la lucha contra la crisis del empleo juvenil.”
El impacto positivo de las pasantías – y en particular de los sistemas duales que combinan la formación en el lugar de trabajo con la enseñanza en las aulas – ha sido claramente demostrado.

En países donde una quinta parte o más de los jóvenes entre 16 y 24 años están en pasantías, como Austria, Alemania, Suiza, los Países Bajos y Dinamarca – los cuales tienen todos sistemas duales – el desempleo juvenil es más bajo que en otros países europeos donde las pasantías no son tan comunes.

Los sistemas de aprendizaje en el trabajo tienen una tradición centenaria, pero es sólo desde hace relativamente poco tiempo que su potencial de creación de empleo ha obtenido una aceptación generalizada, señaló Michael Axmann, un experto en desarrollo de calificaciones de la OIT.

“Muchas personas están apuntando a las pasantías como la solución milagrosa en la lucha contra la crisis del empleo juvenil.”

“El interés se ha multiplicado en los últimos meses. Cada vez más se organizan conferencias dedicadas al tema, y estamos recibiendo muchas llamadas por parte de los mandantes que solicitan consejos sobre cómo desarrollar un buen sistema de pasantías”, afirmó Axmann.

Si bien la exportación masiva de las pasantías más experimentadas – como las tan elogiadas del sistema alemán – tiene poco sentido, los países pueden seleccionar los elementos que pueden ser adaptados a sus propias necesidades.

Es posible instituir sistemas de pasantías para las economías en desarrollo, las emergentes y las desarrolladas, dijo Axmann y citó a Haití, Jordania e Israel como algunos de los países que recientemente han expresado gran interés en hacerlo.

La participación del sector privado


Como quiera que los países decidan desarrollar sus programas de pasantías, la participación del sector privado es fundamental y debe ser el punto de partida, afirmó Axmann.

“Lo que se necesita es el compromiso de las empresas y, preferentemente, de los sectores.”

Una de las razones principales de una buena transición de la escuela al trabajo en los países con un sistema dual es que la disponibilidad de las pasantías está estrechamente vinculada con las necesidades de los empleadores.

Las organizaciones de empleadores también tienen un importante papel que desempeñar en la concepción de pasantías de calidad, mientras que los gobiernos deben garantizar una buena educación básica, facilitar la participación del sector privado y compartir los costos de sistema de formación dual.

Mejorar y replantear


Existe también la posibilidad de incrementar, fortalecer y mejorar los programas de pasantías en los países que ya los tienen.

Esto es aún más importante ya que la creación de nuevos empleos – por ejemplo, en el sector de la energía limpia – significa que son necesarias nuevas calificaciones.

Ofrecer pasantías de calidad supone garantizar que el plan de estudios sea pertinente a las necesidades del mundo del trabajo. En algunos casos esto implica replantear la manera en que se imparten las competencias, con mayor énfasis en el pensamiento analítico y menor atención en la memorización, indicó Axmann.

“Más que un cerebro que funcione como un ordenador con un procesador pequeño y una memoria enorme, lo que se necesita para tener éxito en el mundo del trabajo actual es un cerebro con un procesador mucho más grande.”