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La OIT adopta histórica Declaración sobre la justicia social para una globalización equitativa

Los gobiernos, trabajadores y empleadores de la Organización Internacional del Trabajo, en medio de un ambiente de profunda incertidumbre en el mundo laboral en torno a cuestiones que van desde la turbulencia financiera y la caída de la economía al creciente desempleo, la informalidad y una insuficiente protección social, han adoptado una histórica Declaración con el objetivo de fortalecer la capacidad de la Organización de promover la Agenda de Trabajo Decente y forjar una respuesta efectiva a los crecientes desafíos de la globalización.

Comunicado de prensa | 12 de junio de 2008

GINEBRA (Noticias de la OIT) – Los gobiernos, trabajadores y empleadores de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en medio de un ambiente de profunda incertidumbre en el mundo laboral en torno a cuestiones que van desde la turbulencia financiera y la caída de la economía al creciente desempleo, la informalidad y una insuficiente protección social, han adoptado una histórica Declaración con el objetivo de fortalecer la capacidad de la Organización de promover la Agenda de Trabajo Decente y forjar una respuesta efectiva a los crecientes desafíos de la globalización.

La “Declaración sobre la justicia social para una globalización equitativa” (Nota 1) y su respectiva resolución fueron adoptadas por consenso por parte de los Estados miembros y representantes de trabajadores y empleadores presentes en la 97ª Conferencia Internacional del Trabajo, que se reunieron en esta ciudad luego de meses de negociación entre sus mandantes tripartitos en representación de 182 Estados miembros.

“Las demandas del mundo laboral moderno están cambiando, y esta Declaración fortalece nuestros esfuerzos para generar respuestas a través de la Agenda de Trabajo Decente”, dijo el Director General de la OIT, Juan Somavia. “No sólo representa un gran cambio hacia políticas socioeconómicas más equilibradas, sino que también le otorga a la OIT una herramienta formidable para promover una globalización equitativa con base en el Trabajo Decente”.

A través de esta Declaración, los gobiernos, empleadores y trabajadores de todos los Estados miembros llaman a la adopción de una nueva estrategia para sostener a las sociedades abiertas y a la economía global con base en la justicia social, el pleno empleo y la cohesión social. La Declaración reconoce los beneficios de la globalización, pero además llama a que se realicen nuevos esfuerzos para la implementación de políticas de trabajo decente como medio para alcanzar resultados mejores y más equitativos.

De manera específica, esta Declaración sienta una nueva base a partir de la cual la OIT puede apoyar los esfuerzos de sus mandantes para promover y alcanzar el progreso y la justicia social a través de los cuatro objetivos de la Agenda de Trabajo Decente: empleo, protección social, diálogo social y tripartismo, y principios y derechos fundamentales en el trabajo. Es más, al resaltar la naturaleza interdependiente de estos cuatro objetivos, la Declaración subraya que la falta de apoyo a cualquiera de ellos afectaría la promoción de los demás.

Al mismo tiempo, la Declaración les otorga a los mandantes de la OIT la gran responsabilidad de contribuir, a través de sus políticas socioeconómicas, a la realización de una estrategia global e integrada para la implementación de la Agenda de Trabajo Decente. La Declaración también le pide a la OIT que invite a otras organizaciones internacionales y regionales a promover el trabajo decente, y agrega: “debido que las políticas comerciales y de los mercados financieros impactan sobre el empleo, el papel de la OIT es evaluar dicho impacto para lograr que el empleo esté en el corazón de las políticas económicas”.

La Declaración resalta que la globalización está causando una profunda reforma en el mundo laboral. Por un lado, dice, la globalización ha ayudado a que muchos países se vean beneficiados con altas tasas de crecimiento, creación de empleo, la absorción en zonas urbanas modernas de una gran parte de la población rural pobre, y el fomento de la innovación para el desarrollo de productos y la circulación de ideas. Por otro lado, la globalización ha llevado a que muchos países y sectores enfrenten grandes desafíos en términos de desigualdad del ingreso, altos niveles de desempleo y pobreza, vulnerabilidad económica ante los shocks externos, y el crecimiento del trabajo sin protección y de la economía informal, que tiene un impacto sobre la relación de trabajo y en las protecciones que la misma ofrece.

La “Declaración sobre la justicia social para una globalización equitativa” marca la renovación más importante de la Organización desde la adopción de la histórica “Declaración de Filadelfia”, en 1944. Además, representa un importante paso adelante en el respeto, la promoción y la realización de la Declaración relativa a los Principios y Derechos Fundamentales en el Trabajo, adoptada por la OIT en 1998.

Esa Declaración subraya que la libertad sindical y el derecho de negociación colectiva, la eliminación del trabajo forzoso u obligatorio, la abolición del trabajo infantil, y la eliminación de la discriminación en materia de empleo y ocupación, son los principios básicos de la organización. La Declaración adoptada este año subraya la importancia particular de estos derechos como condiciones que llevan a la realización de los cuatro objetivos estratégicos de la OIT.

“Ahora tenemos una brújula” para la OIT y sus mandantes, dijo Jean-Jacques Elmiger, presidente de la Comisión sobre el Fortalecimiento de la Capacidad de la OIT, quien agregó que “ahora depende de todos nosotros que le demos forma al futuro, mientras que la Declaración y la Resolución nos mostrarán el camino”.

En su presentación ante el plenario, el ponente de la Comisión, Sergio Paixao Pardo, dijo que la Declaración tendrá “un impacto directo en las condiciones de vida y laborales de hombres y mujeres en países desarrollados y en desarrollo”. Paixao Pardo se refirió a la Declaración como “una guía para las futuras generaciones”.

El vicepresidente de los trabajadores, Ebrahim Patel, dijo que la Declaración “aborda grandes temas que seguramente harán eco en las preocupaciones actuales de las sociedades, los trabajadores, los empresarios y los gobiernos, y esperamos que también anticipe las cuestiones que surgirán en el futuro”.

El vicepresidente de los empleadores, Emmanuel Julien, dijo que “con esta Declaración la Organización queda equipada con las mejores herramientas que jamás haya tenido para enfrentar los desafíos de la globalización”, y agregó que la misma le permitirá a la OIT “lograr más cosas sin desprenderse de nuestros valores fundamentales”.

La Declaración incluye un mecanismo de seguimiento para asegurar los medios con los cuales la Organización asistirá a sus Miembros en los esfuerzos por promover la Agenda de Trabajo Decente, incluyendo una revisión de las prácticas institucionales de la OIT y su gobernabilidad; discusiones en el seno de la Conferencia Internacional del Trabajo sobre las realidades y necesidades de los Estados miembros y los resultados de las actividades de la OIT; evaluaciones voluntarias por parte de países, asistencia técnica y servicios de asesoramiento; y el fortalecimiento de las capacidades de investigación, y la recolección e intercambio de información.


Nota 1 – Declaración de la OIT sobre la justicia social para una globalización equitativa y Resolución sobre el fortalecimiento de la capacidad de la OIT para prestar asistencia a los miembros en la consecución de sus objetivos en el contexto de la globalización. /global/What_we_do/Officialmeetings/ilc/ILCSessions/97thSession/pr/lang--es/docName--WCMS_094044/index.htm