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Día Mundial del SIDA 2006 La fuerza de trabajo y el VIH/SIDA: El empleo es vital

En 2005, más de 3 millones de personas que formaban parte de la fuerza laboral del mundo estuvieron impedidos de trabajar de manera parcial o total a causa de afecciones relacionadas con el SIDA. Un nuevo informe de la OIT sobre VIH/SIDA y trabajo ( Nota 1) demuestra que la prevención y el tratamiento podrían traer beneficios importantes a la fuerza laboral mundial y a la economía, en modo particular una terapia más efectiva y accesible con drogas antirretrovirales. OIT EnLínea informa desde Kenya.

Artículo | 30 de noviembre de 2006

NAIROBI, Kenya (OIT EnLínea) - Para los trabajadores que viven con VIH/SIDA, el empleo es vital.

Un estudio reciente en Kenya ( Nota 2) que cubrió 769 hogares demostró que el tratamiento con fármacos antirretrovirales tuvo como resultado un aumento importante e inmediato en la cantidad de personas con VIH/SIDA que tuvieron la posibilidad de continuar trabajando después de 6 meses de iniciar el tratamiento. 20 por ciento más tuvieron mayores probablidades de ir al trabajo y 35 por ciento más pudieron trabajar un mayor número de horas.

¿Cómo se traduce el tratamiento en productividad e ingresos? En la República Unida de Tanzania, por ejemplo, la OIT calculó que un trabajador que vive con VIH/SIDA que logra recuperar tres cuartas partes de su nivel de actividad productiva gracias al tratamiento antirretroviral obtendrá cerca de 18 meses de vida productiva, equivalente a cerca de 1.000 dólares en ganancia productiva mensual.

Las previsiones de la OIT indican que la sobrevivencia de los integrantes de la fuerza laboral aumentará de manera substancial con el acceso a fármacos antirretrovirales, y aún más si es alta su adhesión al tratamiento.

"Si en 2006 se iniciara el tratamiento para todos los trabajadores con SIDA avanzado y cada año se agregaran trabajadores al grupo de tratamiento, si el 80 por ciento de ellos continuara cada año su tratamiento, para finales de 2010 estarían con vida 2,5 millones de trabajadores de todo el mundo que de otro modo habrían muerto", explicó Odile Frank, la principal autora del informe.

El informe dice que un trabajador con VIH/SIDA que recibió tratamiento en 2004 podría haber trabajado un promedio de 34 de los 54 meses siguientes. Cada 12 meses el trabajador de los 60 países más afectados por VIH contribuye alrededor de 7 veces el ingreso promedio per capita de esos países.

"Para un trabajador que vive con VIH/SIDA, permanecer empleado es la base del tratamiento y un importante componente teapeútico ya que es su única garantía contra el empobrecimiento", dijo Ibrahim Coulibaly, otro autor del informe.

Un llamado a la acción

Según el informe, estas previsiones para 2006 son un argumento importante para una acción más intensa en el lugar de trabajo contra el VIH/SIDA, sobre todo en las regiones en desarrollo de África y Asia. Pero a pesar de las tasas actuales y previstas de un aumento en el acceso a los fármacos antirretrovirales, la epidemia VIH continúa teniendo un impacto muy dañino en la fuerza laboral.

En 2005, más de 3 millones de personas que formaban parte de la fuerza laboral del mundo estuvieron impedidos de trabajar de manera parcial o total a causa de enfermedades consecuencia del SIDA, y tres cuartas partes de ellos vivían en África al Sur del Sahara. Es más, el número global de personas que forman parte de la fuerza laboral y están incapacitados para trabajar podría estabilizarse entre hoy y 2020, pero no disminuirá, mientras que continuaría aumentando en África, donde está previsto un incremento más lento al accesso al tratamiento antirretroviral.

"El acceso a los fármacos antirretrovirales es retrasado de manera deplorable en lugares donde hay escasez de recursos, aunque ha habido algunos progresos destinados a mejorar esta situación en 2005. Las previsiones sobre los integrantes de la fuerza laboral que se enfermarán y morirán evidencian la urgencia de aumentar a los más altos niveles el acceso al tratamiento para evitar las pérdidas en la fuerza laboral", dijo Odile Frank.

Es notorio el impacto de la epidemia sobre las personas en edad de trabajar, dado que 3,4 millones de jóvenes y adultos en edad de trabajar morían anualmente para 2005, un número de muertes que podría aumentar hasta 4,1 millones en 2010, 4,4 millones en 2015, hasta alcanzar 4,5 millones en 2020, aún con el aumento al acceso al tratamiento antirretroviral. En las regiones en desarrollo, habría una disminución en las muertes en América Latina y el Caribe, pero un aumento en Asia y África al Sur del Sahara.

Para enfrentar este reto, el informe recomienda acciones enérgicas en todos los frentes, en particular a favor de trabajadores en áreas de escasos recursos, jóvenes, mujeres y poblaciones itinerantes.

"Estos nuevos datos muestran con claridad que la prevención y el tratamiento pueden traer beneficios importantes a la fuerza laboral global y al mundo del trabajo, si bien es muy tarde para la prevención para los millones de personas que ya viven con VIH. Cada vida de trabajador conservada representa una potencial ganancia productiva para la economía, el hogar y la familia, en especial los niños, así como un reconocimiento de los derechos fundamentales de mujeres y hombres trabajadores", concluye el informe.

Para mayor información contacte al Departamento de Comunicación de la OIT, communication@ilo.org. Tel.: +4122/799-7062 o visite la página internet: www.ilo.org/public/english/bureau/inf/event/aidsday06/index.htm.


Nota 1

Nota 2 - Thirumurthy, H., J. Graff-Zivin y M. Goldstein (2006). The Economic Impact of AIDS Treatment: Labor Supply in Western Kenya (El impacto económico del tratamiento del SIDA: Oferta de trabajo en Kenya Occidental). National Bureau for Economic Research (NBER). Documento de Trabajo núm. 11871.