P: ¿Cuáles son los costos y beneficios de erradicar el trabajo infantil?

R: Según el estudio el reemplazo del trabajo infantil por educación universal para el 2020 implicaría costos por unos 760 mil millones de dólares, mientras que los beneficios serían casi siete veces superiores, de apróximadamente 5,1 billones de dólares, principalmente en los países en desarrollo y con economías en transición, donde están la mayoría de los trabajadores infantiles. Aunque en principio puede parecer un compromiso de enormes dimensiones, los costos planteados por el estudio palidecen frente a otros gastos que pesan sobre las economías de los países en desarrollo. El costo promedio anual de la erradicación del trabajo infantil es equivalente a 20 por ciento del gasto militar, o a 9,5 por ciento del servicio de la deuda externa.

P: ¿Cuántos trabajadores infantiles hay en el mundo? ¿es posible calcular cuántos niños se beneficiarían por la erradicación del trabajo infantil?

R: La OIT estima que hay 246 millones de niños trabajadores en el mundo. De ese total 179 millones, es decir uno de cada ocho niños a nivel mundial, están expuestos a las peores formas del trabajo infantil, lo que pone en riesgo su integridad física, mental y moral. Es imposible calcular con precisión el número de niños que se beneficiarían durante la próxima década y posteriormente con la erradicación del trabajo infantil, pero con certeza sería de cientos de millones.

P: ¿Cuáles son los costos más elevados?

R: Dividimos los costos en categorías que son relevantes para el objetivo del estudio. Una de gran importancia es el costo de aumentar la cantidad y la calidad de la educación para brindar cobertura a todos los niños del mundo, porque implica construir nuevas escuelas, contratar y capacitar profesores, y entregar materiales escolares. Las inversiones requeridas en el sector educación representan las dos terceras partes de los costos estimados en el estudio, aunque la proporción varía de acuerdo a la región. En Asia serían relativamente más bajos, mientras que los países con economías en transición tienen una infraestructura ya existente, y por lo tanto no tendrían tantos gastos de construcción.

P: En muchos casos los niños trabajadores proporcionan un ingreso que es vital para sus familias, ¿qué pasa cuando dejan de trabajar?

R: Otro de los costos considerados en el estudio es el que recae sobre las familias cuyos niños dejan de proveer un ingreso. Para hacer un cálculo debimos considerar el costo de lanzar en cada país programas de transferencia de ingresos para compensar a estas familias cuando sus hijos empiezan a ir a la escuela en vez de trabajar. Por otro lado también incluimos en los costos la inversión necesaria para terminar con las peores formas del trabajo infantil y para responder a los requerimientos de personas con necesidades especiales.

P: ¿Y cómo calcularon la cifra de los beneficios?

R: Hay dos beneficios fundamentales, el de una mejor educación y el de una mejor salud, que pueden traducirse en resultados económicos. Una educación incompleta o inadecuada provoca una reducción de la productividad a futuro, pero un sistema de educación universal para los niños hasta la edad de 14 años podría beneficiarlos con 11 por ciento más de ingresos por cada año que han pasado en la escuela, según nuestras estimaciones. Y, por ejemplo, también calculamos los beneficios que generaría la eliminación de las peores formas de trabajo infantil, y sus efectos negativos sobre la salud y la productividad.

P: ¿Y cómo podría lograrse un avance hacia la erradicación del trabajo infantil?

R: El estudio calculó los costos y beneficios de poner en práctica un programa ideal, estandarizado, a nivel mundial. Pero para erradicar el trabajo infantil en el mundo real es necesario considerar programas que tengan en cuenta la realidad específica de los países, como los que lleva a cabo la OIT. Es un esfuerzo grande, pero creemos que es posible realizarlo. Uno de los objetivos de este estudio fue plantear preguntas: ¿cuáles son los costos para los hogares cuando los niños dejan de trabajar? ¿cuáles son los beneficios a largo plazo? ¿cuál es el costo que deberán asumir los gobiernos para ofrecer más educación y financiar los programas de transferencia de ingresos? Y hemos producido respuestas para estas preguntas. Principalmente, se ha puesto en evidencia que hay una justificación económica para la campaña contra la erradicación del trabajo infantil.

Nota 1 - Invertir en todos los niños. Estudio económico de los costos y beneficios de erradicar el trabajo infantil, OIT Ginebra, Diciembre 2003. Para mayores informaciones sobre el Programa Internacional para la Eliminación del Trabajo Infantil (IPEC): www.ilo.org/ipec