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Declaración del Sr. Juan Somavia, Director General de la Oficina Internacional del Trabajo ante la Cumbre Mundial en Johannesburgo

JOHANNESBURGO, Sudáfrica (Noticias de la OIT). El Director General de la Oficina Internacional del Trabajo (OIT), Juan Somavia, se dirigió hoy ante el plenario de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible en Johannesburgo, Sudáfrica, con las siguientes palabras:

Comunicado de prensa | 29 de agosto de 2002

JOHANNESBURGO, Sudáfrica (Noticias de la OIT). El Director General de la Oficina Internacional del Trabajo (OIT), Juan Somavia, se dirigió hoy ante el plenario de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible en Johannesburgo, Sudáfrica, con las siguientes palabras:

«Sr. Presidente, Sres. Ministros, distinguidos delegados, estimados amigos,

Esta Cumbre tiene que responder a una simple pregunta: ¿cómo podemos lograr que los próximos diez años sean más fructíferos en términos de desarrollo sostenible, de creación de empleo y de lucha contra la pobreza y la degradación del medio ambiente, que los diez años transcurridos desde la Cumbre de Río?

En primer lugar: reconozcamos que cambiar los modelos de producción y consumo no sostenibles por medio de tecnologías más eficaces implica una revolución en nuestra forma de trabajar y de hacer las cosas. Las generaciones actuales tendrán que rediseñar todo nuestro sistema económico, y en particular sus políticas fiscales. Esto es sin duda un desafío enorme, pero supone también una gran oportunidad en materia de innovaciones tecnológicas, inversión, desarrollo de las calificaciones, igualdad de género y trabajo decente. En resumen, se trata del crecimiento sostenible. Y los países en desarrollo, especialmente los africanos, necesitarán tener acceso a los recursos necesarios. Deberíamos empezar por centrarnos en las prioridades propuestas por el Secretario General, Sr. Kofi Annan: el agua, la energía, la salud, la agricultura y la biodiversidad.

En segundo lugar: hemos de implantar esa estrategia en el lugar de trabajo. Es allí donde, en última instancia, múltiples y diversas iniciativas tendrán éxito o fracasarán. Una estrecha colaboración entre los gobiernos y los actores reales de la economía es imprescindible para gestionar con éxito el cambio. Los trabajadores y los empleadores organizados, mujeres y hombres, serán los actores fundamentales del esfuerzo para llevar a cabo la transición tecnológica hacia la sostenibilidad. A través de nuestro Programa de Trabajo Decente, la OIT está comprometida a utilizar su larga experiencia en materia de diálogo social y creación de consenso para facilitar esos cambios. Por eso están presentes en esta Cumbre los tres principales representantes de los Grupos Gubernamental, de los Empleadores y de los Trabajadores de la OIT.

En tercer lugar: hay que recordar que sólo a través del trabajo -y del trabajo realizado en condiciones de libertad, equidad, seguridad y dignidad humana- es como la gente puede salir de la pobreza, ganarse la vida dignamente y relacionarse con la sociedad y el medio ambiente de una manera verdaderamente sostenible. Por tanto, me complace sobremanera ver que en el borrador del plan de acción se reconoce esta realidad. Las políticas laborales activas y un compromiso con el pleno empleo son instrumentos clave para la erradicación de la pobreza, tal y como convinimos en la Cumbre Social.

En cuarto lugar: reconozcamos que la globalización, en su forma actual, lejos de reducir las divisiones sociales al interior y entre los países, las está exacerbando. Son muchas las personas en el mundo que sienten una gran inquietud, cuando no rabia, ante la incapacidad para revertir esta situación. Para humanizar la globalización tenemos que crear una fuerte sinergia entre las perspectivas sociales, medioambientales y económicas. Hemos de desarrollar nuestra capacidad para pensar de manera integrada. Tenemos que infundir equidad y sentido de responsabilidad en los sistemas comercial y financiero internacionales.

Para examinar estas cuestiones e informar al respecto, la OIT ha creado la Comisión Mundial sobre la Dimensión Social de la Globalización. Los Copresidentes de la Comisión, el Presidente Mkapa de la República Unida de Tanzanía y la Presidenta Halonen de Finlandia, están celebrando aquí mismo una reunión de consulta con representantes de la sociedad civil.

En quinto lugar: reconozcamos que hoy estamos aquí gracias a que durante los últimos treinta años activistas medioambientales comprometidos y conscientes de estos problemas han sacudido con su mensaje a los estamentos dirigentes. Con su tarea, lograron que la sostenibilidad dejara de ser una cuestión marginal en las políticas mundiales y pasara a ocupar un lugar central en las mismas. Tanto las empresas y los sindicatos, así como los grupos de mayor importancia, cuentan ahora con importantes iniciativas medioambientales, que comienzan a encontrar algunas vías convergentes. Espero que la Cumbre de Johannesburgo contribuirá a que estas fuerzas hagan avanzar el Programa 21 y mantengan la presión para lograr un cambio que, aunque incómodo en ocasiones, es hoy por hoy esencial. Pero necesitaremos que los gobiernos cuenten con un fuerte liderazgo, a fin de que asuman plenamente sus propias responsabilidades.

En sexto lugar: reconozcamos que "más de lo mismo" no es una opción. Tenemos que estar dispuestos a revisar, volver a pensar y reorientar las políticas del pasado.

Sudáfrica nos muestra el camino a seguir. El Presidente Mbeki calificó las divisiones sociales del mundo actual de "apartheid global". Más aún, comparó la movilización global que se necesita para lograr el desarrollo sostenible con la respuesta que condujo a los pueblos de todo el mundo a adherirse a la lucha por la libertad del pueblo de Sudáfrica. Ellos lo consiguieron, y nosotros estamos obligados a lograrlo también. Tenemos que marcharnos de Johannesburgo llevándonos parte del coraje, la convicción y la confianza que les animaron. Se trata de una valiosa energía que debería servirnos a todos de inspiración.»