GINEBRA (Noticias de la OIT) - El Director General de la Oficina Internacional del Trabajo ha pedido a las organizaciones multilaterales y a las personas de todo el mundo que se unan en una campaña mundial destinada a acabar con las peores formas del trabajo de los niños.

En una declaración introductoria con motivo de la apertura del segmento de alto nivel de la 12ª Reunión del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas (ECOSOC), celebrada esta mañana en Ginebra, Juan Somavia ha dicho que "en un mundo carente de auténticas causas que defender, la lucha contra las peores formas del trabajo infantil es una causa capaz de concitar el apoyo de todos." "Invito, pues, a todos", añadió, "a que se sumen a este esfuerzo mundial."

A propósito de las estrategias internacionales para acabar con la pobreza, promover el empleo productivo y lograr la igualdad entre los trabajadores sin discriminaciones por razón del género, Somavia esbozó tres propuestas. "En primer lugar, es preciso garantizar que los mercados funcionen para todos (...). Da la impresión de que los beneficios de la economía mundializada quedan bloqueados en algún punto y no llegan a un número suficiente de personas", observó, y advirtió que, consiguientemente, el resultado puede ser que todo el proceso de la mundialización corra el riesgo de perder su legitimidad ante la opinión pública, a pesar de su enorme capacidad para generar riqueza. Sugirió que es esencial prestar mayor atención a la forma como interactúan mercados y sociedades.

En segundo lugar, siguió diciendo Somavia, "hemos llegado al límite de la búsqueda de soluciones sectoriales para problemas de conjunto". La política actual -explicó- "está organizada hoy por sectores". Pero la sociedad, al igual que el cuerpo humano, es un todo integrado. Refiriéndose a los esfuerzos sectoriales para diseñar una nueva arquitectura financiera internacional y un marco de desarrollo capaz de abarcar todos los aspectos, a la nueva ronda de negociaciones comerciales a punto de iniciarse, a la nueva Conferencia de la UNCTAD, al proceso de seguimiento de las Conferencias de las Naciones Unidas de Copenhague y de Pekín, a la próxima Asamblea del Milenio y a la promoción de un "trabajo decente" que lleva a cabo la OIT, Somavia dijo que "la suma de estas actividades no constituye un total en sí misma." E insistió en que necesitamos un marco analítico integrador, basado en las decisiones alcanzadas en las grandes Conferencias de las Naciones Unidas de la década que ahora está a punto de concluir.

En tercer lugar, afirmó, "debemos ampliar la noción de productividad y extenderla más allá del ámbito de la economía." Tras definir el trabajo doméstico, el trabajo voluntario y el libre uso del medio como "subsidios ocultos", que no se consignan estadísticamente ni son cuantificados como costos, Somavia instó a desarrollar "un marco para amplio para la idea de productividad. Necesitamos un marco para la productividad social. ¿Cómo medimos el avance en la corriente de superación de los problemas de género? ¿Cómo medimos la protección del ambiente, el reconocimiento de los derechos básicos o el avance en el proceso de participación?", preguntó. "Es completamente imposible tener un concepto de productividad económica que no se integre con el concepto de estabilidad de la sociedad."

Las peores formas de trabajo infantil siguen existiendo, en parte, porque "aún no tenemos en esta cuestión un enfoque cuya suma dé cero (...). Si el sistema multilateral tiene que ponerse a trabajar en algo concreto, ¿por qué no elegimos la erradicación de las peores formas del trabajo infantil como causa en la que todos podemos unirnos?", propuso Somavia, y concluyó: "No se trata sólo de una meta adecuada para el sistema multilateral. Es una causa capaz de concitar la adhesión de todas las personas del mundo."