Mosharrof Hossain en su tienda, ofreciendo formación a aprendices

DHAKA (OIT Noticias) – Cuando Mosharrof Hossain perdió sus dos manos en un accidente eléctrico dos años después que había comenzado su profesión como mecánico de sistemas de refrigeración, la familia y los amigos intentaron convencerlo a que renunciara a la idea de trabajar.


Impertérrito, encontró trabajo como vendedor ambulante, primero vendía raticidas y después fundas para celulares en una estación de tren. Pronto se dio cuenta que para seguir trabajando necesitaba ayuda, de manera que decidió regresar a su oficio y emplear aprendices que pudiesen colaborar con él.

“Las personas se burlaban y me criticaban, se preguntaban cómo iba a poder encargarme de un negocio sin manos. Pero aprendí a escribir con los brazos e invertí todo el dinero que tenía para comprar un frigorífico que arreglé y luego vendí. Con la ganancia, compré otro y lo revendí y así comencé a conquistar la confianza de los clientes”, explicó.

Las personas se burlaban y me criticaban, se preguntaban cómo iba a poder encargarme de un negocio sin manos."

Hossain comenzó a contratar aprendices para que lo ayudaran en su tienda, les ofrecía formación hasta que adquirían las calificaciones necesarias para establecer su propio negocio o trabajar en empresas más grandes.

En la actualidad, es un maestro artesano, que forma a los jóvenes en un programa piloto de aprendizaje de un oficio dirigido por la OIT, UNICEF, y una importante ONG nacional llamada BRAC.

El programa forma parte del Proyecto de reforma de la Educación y Formación Técnica y Profesional (EFTP), una colaboración entre la OIT y el Gobierno de Bangladesh, financiado por la Unión Europea.

Calificaciones atractivas al mercado

El objetivo del programa es ayudar a las personas a adquirir competencias que el mercado laboral requiere de manera que puedan generar ingresos a través de empleos o de trabajo autónomo.

Con el objetivo general de contribuir a la reducción de la pobreza, el proyecto se dirige a los niños trabajadores, las poblaciones rurales, los jóvenes con un nivel de instrucción bajo, las mujeres y las personas con discapacidad. Personas como Shuely Akter, quien perdió el uso de una de sus piernas a causa de la poliomielitis, pero en la actualidad trabaja como operaria de máquina de coser en una fábrica de vestido gracias al Proyecto de Reforma de la EFTP.

“Soy la hija mayor, y me sentía muy frustrada por no poder ayudar a mi familia cuando enfrentaban problemas. En un primer momento, mi familia no apoyó que fuera a Dhaka pero lo hice igualmente, sin su permiso, porque sabía que tenía que hacer algo”, explicó.

Ahora trabajo, gano dinero y puedo ayudar mi familia." Shuely Akter

Akter se inscribió en un curso de operaria de máquina de coser en el Centro de Rehabilitación de personas con discapacidad física, una ONG especializada en asistencia social a las personas con discapacidad, uno de los socios de la OIT en el Proyecto de Reforma de la EFTP.

En la actualidad, Akter finalizó su formación, es una trabajadora calificada con un certificado reconocido a nivel nacional y orienta a otros estudiantes en el curso.

“Desde cuando era una niña, las personas me evitaban y mis parientes me trataban de manera diferente, de manera que siempre sentí que era una carga. Ahora trabajo, gano dinero y, aunque estoy lejos de mi familia, puedo ayudarla”, dijo.

En Bangladesh, las personas con discapacidad con frecuencia tienen pocas calificaciones y terminan trabajando en la calle, la mayoría está excluida de la sociedad y son vulnerables a la pobreza. Tener un empleo productivo es una salida, de manera que los proyectos dirigidos a las personas con discapacidad son parte del mandato de la OIT de alcanzar trabajo decente para todos.

Cambio de actitud

Modificar la actitud de las personas, con frecuencia negativa, hacia la discapacidad es esencial, afirmó Srinivas Reddy. Asesor en materia de desarrollo de competencias de la EFTP. Existen evidencias de que el programa comienza a tener un impacto.

“Aún los más reacios comienzan a creer que las personas con discapacidad pueden participar en cualquier programa de desarrollo de competencias. Al igual que las personas sin discapacidad, que escogen su ocupación de acuerdo con sus aptitudes e intereses, las personas con discapacidad – con un apoyo adicional, si es necesario – también pueden elegir sus profesiones”.

Tengo un mensaje para las personas con discapacidad: no pienses nunca que eres un discapacitado." Mosharrof Hossain

El negocio de Hossain, es hoy día una de las tiendas de servicios más populares de Tongi, en las afueras de la capital. El no sólo ayuda a la OIT y a sus aprendices a alcanzar el objetivo de trabajo decente para todos, es además un ejemplo de lo que se puede lograr cuando se tiene confianza en sí mismo.

“Tengo un mensaje para las personas con discapacidad: no pienses nunca que eres un discapacitado. Piensa siempre que puedes hacer cualquier cosa y entonces descubrirás que puedes hacerlo. Ten confianza, quizás tendrás que perseverar más que los demás pero eso te hará más fuerte. Demuestra que las personas están equivocadas a través de tu trabajo”.

Debra Perry, Especialista principal en materia de inclusión de la discapacidad de la OIT, piensa que las historias exitosas como las de Hossain y Akter son sólo un comienzo:

“El proyecto está logrando su objetivo de incluir a las personas con discapacidad a través de sus programas piloto de formación y reducción de la pobreza y, de este modo, cambiando actitudes”.

“Pero aún más importante es el plan de inclusión a largo plazo que está elaborando un grupo de trabajo dirigido por el gobierno constituido por personas con discapacidad, empleadores, trabajadores y la sociedad civil, que ofrecerá apoyo permanente sobre formación profesional a las personas con discapacidad. Esto podría beneficiar a cientos de miles de personas”.