DISRIMINACIÓN HACIA LOS GITANOS

Fecha de la publicación: 20 de diciembre de 2005 | Tamaño o duración: 00:02:40 (6.48 MB)
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Según un informe sobre la discriminación en el mundo del trabajo, publicado recientemente por la Organización Internacional del Trabajo, la población gitana es la que registra las tasas de desempleo más elevadas de Europa. En ciertos países, hasta 90 por ciento de los gitanos en edad de trabajar se encuentran desempleados. Este reportaje de la televisión de la OIT ofrece más información sobre este tema.

Estos gitanos llegan a una feria del caballo en Portugal. Fieles a la tradición gitana viven desplazándose constantemente. Según el país que atraviesan se les llama Roms, Gypsies o gitanos, pero en todas partes se enfrentan a los mismos problemas: la pobreza y la discriminación.

María

María dice que la vida es muy dura. No hay trabajo, no hay comida. Y como no consiguen trabajo, lo único que tienen para comer son judías. La vida aquí es realmente muy difícil.

La mayoría de los gitanos de Europa e incluso del mundo vive en Rumania, principalmente en los suburbios de Bucarest, donde casi el 90 por ciento de los gitanos en edad de trabajar están desempleados. Manuela Tomei, autora del nuevo informe de la OIT, “La hora de la igualdad en el trabajo”, explica que los gitanos son víctimas de discriminación racial en toda Europa.

Manuela Tomei, Especialista principal, Organización Internacional del Trabajo

Se suele decir que no les gusta trabajar, que son perezosos y poco confiables; esta reputación, que seguramente tiene que ver con su modo de vida nómada, y todos los prejuicios y estereotipos sobre cierta falta de aptitudes de los gitanos, esto explica también la discriminación que padecen en el mundo del trabajo.

Se las arreglan como pueden para sobrevivir en la calle. Los gitanos son el grupo social que registra las tasas de desempleo más altas. Han sido particularmente afectados por la reestructuración económica subsiguiente a la caída del régimen comunista. Los niños también sufren las consecuencias de esta situación.

Rodica Moishe, OIT Rumania

Los niños gitanos trabajan en la calle: mendigan, limpian coches, cargan mercancías en los mercados e incluso trabajan de noche junto con sus padres. Los estudios realizados mostraron también que la mayoría de los niños gitanos no van regularmente a la escuela; peor aún, muchos de ellos ya no están escolarizados.

Esta mujer vive en condiciones precarias en una sola pieza con sus seis hijos. No tiene suficientes recursos para enviarlos todos a la escuela, pero es muy orgullosa de que su hijo aprenda a leer. Un programa de la OIT alienta a los padres a mantener a sus hijos escolarizados. La tendencia actual consiste en respetar los derechos de los gitanos como minoría en vez de tratar de obtener su asimilación forzada.