Informe global sobre el Trabajo Infantil

Fecha de la publicación: 10 de mayo de 2002 | Tamaño o duración: 00:02:46

Cada día en Sialkot, Pakistán, Amir cambia la ropa de la escuela por ropa de trabajo y los libros por máquinas como ésta. Empezó a trabajar a los 8 años y ahora, con 12 años, insiste en que nunca lo dejará. Cada día se sienta en un ambiente de alto riesgo y ya ha sufrido las consecuencias de ello. Pero el daño que esa máquina le causó en el pulgar no le ha impedido seguir fabricando instrumentos quirúrgicos a fin de aportar un dólar diario a los ingresos de la familia.

(Amir, niño trabajador en Pakistán industria de instrumentos quirúrgicos)

Sí es muy peligroso, pero debido a ello está mejor pagado.

Amir es uno de los 246 millones de niños de todo el mundo que realizan un trabajo que no deberían realizar. Ello implica que uno de cada seis niños de entre 5 y 17 años trabaja. Estas cifras se señalan en un nuevo informe global “Un futuro sin trabajo infantil”, presentado por la OIT, que revela que las peores formas de trabajo infantil están mucho más extendidas de lo que se pensaba. Señala que 180 millones de niños se dedican a lo que la OIT define como las peores formas de trabajo infantil. Uno de cada ocho niños realiza trabajos peligrosos o es objeto de trata, forzado a trabajar, retenido en servidumbre por deudas, esclavizado, reclutado forzosamente para luchar en conflictos armados o dedicado a la prostitución o a la pornografía.

Aunque la atención de los medios de comunicación generalmente se centra en los sectores de exportación y de comercio del sexo, la gran mayoría de los niños, el 70% de ellos, trabaja en la agricultura, que es un sector con una de las mayores tasas de accidentes tanto en el mundo desarrollado como en el mundo en desarrollo, y generalmente sin redes de seguridad para los que luchan para sobrevivir.

Con el 95% de los niños trabajadores ocupados en una economía informal, desregulada y volátil, uno de los mayores desafíos será llegar a esos niños, a sus familias y a sus comunidades.

Juan Somavia, Director General de la OIT

Vamos a eliminar las peores formas de trabajo infantil. Vamos a hacer de ello una causa global, y no se trata de algo que podamos rehuir porque no podemos ser moralmente indiferentes ante esta realidad.

El trabajo infantil no sólo socava el desarrollo del niño, sino que también roba a la sociedad su contribución para romper el círculo de la pobreza.

El informe representa una renovación de la petición de la OIT para que se realicen alianzas eficaces para luchar contra el trabajo infantil. La OIT lleva a cabo más de 800 proyectos en 75 países a fin de contribuir a un futuro sin trabajo infantil.