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Argelia

El orgullo de las mujeres trabajadoras

Un nuevo estudio de la OIT analiza las dificultades y las oportunidades en materia de empleo de las mujeres en Argelia

Reportaje | 16 de enero de 2014
ARGEL (OIT Noticias) - “Estoy orgullosa de mi trabajo, pero los hombres dicen que nosotras las mujeres trabajadoras hemos robado sus empleos. Nuestra sociedad es intransigente”.

Esta afirmación de una mujer argelina de 42 años de Tissemsilt demuestra que el trabajo de las mujeres todavía es un tema de debate en Argelia, como en numerosos otros países.

A pesar de los considerables progresos observados en la esfera política de Argelia, donde las mujeres constituyen más de 31 por ciento de los deputados de la Asamblea Nacional,* su participación en la economía del país sigue siendo muy baja.

En 2011, con una proporción de 17,7 por ciento de mujeres en la fuerza laboral, Argelia se encontraba entre los cuatro países con el nivel más bajo de participación económica de las mujeres en el mundo – junto a Iraq y la República Árabe Siria – según un nuevo estudio de la OIT de próxima publicación**.

Sin embargo, las mujeres han comenzado gradualmente a entrar en el mercado laboral. De acuerdo con la Oficina Nacional de Estadística de Argelia, la tasa de participación de las mujeres en el mercado laboral ha aumentado hasta 19 por ciento.

Actividades domésticas “invisibles”

Según el estudio de la OIT , la tasa de participación femenina en el mercado laboral está obstaculizada por una serie de factores complejos, sobre todo socioculturales.

Muchas mujeres que realizan actividades no remuneradas a domicilio, en sectores como la agricultura, la ganadería, la transformación de productos agrícolas, el textil y la confección, no son consideradas como parte de la fuerza laboral propiamente dicha por una parte de la población.

El peso de la tradición o ciertas restricciones familiares también limitan la posibilidad de las mujeres de participar en actividades, de viajar o de trabajar fuera de ciertos horarios o durante el fin de semana.

Las mujeres jóvenes tienen poco contacto con el mundo fuera del círculo familiar y además están menos informadas y menos preparadas para la vida empresarial. Las familias con frecuencia están más dispuestas a apoyar moral y financieramente a los hombres jóvenes en los proyectos de creación de empresa.

La mujer de Tissemsilt confesó sus inquietudes a los investigadores de la OIT: “Me gustaría que mi hija vaya a la universidad, pero no quiero que trabaje. Me gustaría que estudiara, que sea culta y que logre los mejores resultados en la universidad, eso sería positivo, pero preferiría que no trabajase porque nunca será respetada. Ellos [los hombres] no respetan a las mujeres jóvenes.

Esta declaración de una esposa y madre de cinco niños, que aparece en el informe 2013 de la OIT, dice mucho sobre las barreras culturales que obstaculizan la participación de las mujeres en la vida laboral.

Escuchar lo que las mujeres tienen que decir

Además de realizar un análisis detallado de las estadísticas de las mujeres en el mercado laboral entre 2001 y 2011, los autores del estudio – Jacques Charmes y Malika Remaoun – también hablaron directamente con las mujeres a fin de comparar los datos estadísticos recopilados con la realidad cotidiana que experimentan las mujeres argelinas.

Las mujeres describen sus vidas y expresan sus ambiciones, hacen un balance de sus experiencias personales, profesionales, educativas y familiares. El estudio, por lo tanto, constata un número de progresos alcanzados en el ámbito del empleo de las mujeres, que son el resultado de diversos mecanismos implementados a su favor por las autoridades públicas.

Sin embargo, el informe destaca que el futuro de las mujeres está en sus propias manos y dependerá de su determinación ampliar las fronteras y superar los obstáculos.

Como resalta una empresaria de Tiaret: “Se trata también de no querer depender de los hombres, de hacer carrera, de demostrar nuestras verdaderas capacidades. Pienso que las mujeres son más determinadas [que los hombres], tienen más que ofrecer”.


* Conforme a una nueva ley adoptada en noviembre 2011, que impone una cuota femenina de entre 20 y 50 por ciento de los escaños en su lista.

** Las oportunidades limitadas de empleo para las mujeres en Argelia, OIT Argel, 2014 (próxima publicación).