Esta historia fue escrita por la Sala de Noticias de la OIT. Para ver las declaraciones y discursos oficiales de la OIT, por favor visite nuestra sección "Declaraciones y Discursos".

Empleos verdes en Indonesia

Crear medios de vida sostenibles y salvar un ecosistema precioso

La OIT trabaja con las comunidades locales de la isla Borneo en Indonesia a través de un programa de empleos verdes que ayuda a rehabilitar los bosques de los pantanos de turba que han sido parcialmente destruidos.

Reportaje | 29 de mayo de 2013
CENTRAL KALIMANTAN, Indonesia (OIT Noticias) – Los habitantes de una de las regiones más valiosas desde el punto de vista del medio ambiente enfrentaron durante años un difícil dilema: talar los árboles para mantener sus modos de vida o preservar sus bosques.

“Sabemos que la deforestación causa incendios e inundaciones, pero no teníamos ninguna otra opción para ganarnos la vida ya que era nuestra principal fuente de ingreso”, explicó Ardianto, quien vive en Pilang, una pequeña aldea rural de la isla de Bormeo.

Su aldea está situada en Kalimantan Central, donde se encuentran los bosques de pantano de turba, un sistema ecológico único que ha demorado miles de años en crecer.

Desastre medioambiental

En 1996, el Gobierno del Presidente Suharto – que dirigió Indonesia por más de 30 años – taló 1,4 millones de hectáreas de turberas para abrir paso al cultivo del arroz y desplazó a poblaciones de campesinos desde otras regiones de Indonesia. Este “Mega Proyecto de Arroz” pronto demostró ser un enorme desastre social, económico y ambiental.

Como parte del proyecto, se excavaron cuatro mil kilómetros de canales, que drenaban el agua de las turbas e inadvertidamente crearon una infraestructura para leñadores ilegales. Una combinación de la combustión de la turba seca durante las estaciones más calientes y de la tala y quema por parte de los agricultores para despejar el terreno ocasionó enormes incendios que destruyeron cientos de miles de hectáreas de vegetación. La destrucción de los bosques de turba contaminó los ríos con ácido sulfúrico y emitió millones de toneladas de carbono en la atmósfera. Finalmente, el Gobierno abandonó el proyecto.

“Después del Mega Proyecto de Arroz, casi todos los años estallaban incendios. La tala ilegal continuó y esto empeoró aún más la situación. En la actualidad, los habitantes intentan volver a plantar las zonas deforestadas con árboles de caucho. ¡Pero el fuego quema los nuevos árboles!”, constató Ardianto.

La OIT en Indonesia, en colaboración con los esfuerzos del Gobierno dirigidos a rehabilitar y reforestar la zona que fue cedida al Mega Proyecto de Arroz, desarrolló un proyecto piloto titulado “Acceso a medios de subsistencia verdes para la respuesta inclusiva de Kalimantan Central al cambio climático” (GLACIER, en inglés).

“Este programa de 12 meses de duración está dirigido a cinco aldeas y tiene el objetivo de invertir en infraestructura medioambiental, incluyendo un equipo para la prevención de incendios”, declaró Emma Allen, coordinadora del proyecto.

“Este enfoque, que ayuda a encontrar respuestas locales a las necesidades locales a través de la participación de la comunidad, optimiza el uso de los recursos locales, como mano de obra, materiales, competencias y conocimientos tradicionales para la creación de empleos verdes.”

Participación de la comunidad

Los agricultores locales reciben formación sobre cómo rehabilitar las turberas gracias a la plantación de nuevas especies en los terrenos degradados. Además, el proyecto trabaja con las comunidades y autoridades locales en la creación de medios de subsistencia sostenibles.

“Alrededor de 50 por ciento del territorio en el distrito de Pulang Pisau fue afectado por el Mega Proyecto de Arroz de la era de Suharto”, dijo el Vicegobernador de Pulang Pisau, Didik Parwoto, durante una de las reuniones de consulta del proyecto con la comunidad. “Hoy en día, esta área es vulnerable a los incendios. Agradezco el apoyo del proyecto en esta área y la estrecha coordinación con las instituciones pertinentes a nivel de distrito.”

Después de una serie de reuniones de planificación con la comunidad, que comenzaron en noviembre 2012, serán construidos un nuevo puente y una carretera para motocicletas con materiales resistentes y ecológicos.

Todos los trabajos de construcción serán realizados por miembros de la comunidad, utilizando los contratos comunitarios.

“El puente y la carretera facilitarán el desplazamiento de los agricultores a las plantaciones, y de los niños a la escuela. Esto cambiará mucho nuestras vidas”, afirmó Ardianto.

Durante los próximos meses, también serán realizadas plantaciones agroforestales y trabajos en infraestructura para la prevención de incendios, que comprende pozos artesianos, bombas de agua y mangueras.

Además, tendrá lugar una formación en iniciativa empresarial para el desarrollo agroforestal.

Los funcionarios del gobierno local, las organizaciones de comunidades indígenas y las organizaciones de empleadores y trabajadores seguirán apoyando la puesta en práctica del proyecto a través de las reuniones de coordinación.

Al reconocer el valor de los conocimientos tradicionales, el proyecto refleja los principios establecidos en el Convenio sobre pueblos indígenas y tribales de la OIT, 1989 (núm. 169).

“Este proyecto es uno de los muchos programas sobre el terreno centrados en los empleos verdes y el desarrollo sostenible”, declaró Kees Van Der Ree, coordinador del programa empleos verdes de la OIT.

“Proporciona un buen ejemplo de lo que puede lograrse en un momento en el que los delegados provenientes de todo el mundo por primera vez discuten en la Conferencia Internacional del Trabajo cómo ofrecer las mejores respuestas en materia de empleo, cuando se enfrentan desafíos ambientales que pueden ser transformados en oportunidades para crear más trabajo decente.”

El desarrollo sostenible, el trabajo decente y los empleos verdes será debatido en la comisión durante la próxima Conferencia Internacional del Trabajo, 5-20 de junio.