Esta historia fue escrita por la Sala de Noticias de la OIT. Para ver las declaraciones y discursos oficiales de la OIT, por favor visite nuestra sección "Declaraciones y Discursos".

Desastres naturales

Volver a la normalidad después del gran terremoto que azotó el este de Japón

Los residentes de una ciudad devastada por el tsunami de 2011 se restablecen de la catástrofe, demostrando la importancia del empleo durante el período de recuperación.

Reportaje | 1 de abril de 2013
KAMAISHI, Japón (OIT Noticias) – Ryoko Maekawa, con más de 60 años, está ocupada en la cocina de su pequeño restaurante de Kamaishi, una pequeña ciudad costera de la Prefectura de Iwate famosa por la producción de acero, la industria pesquera y el turismo ecológico. Cuando no está cocinando sale a saludar a sus clientes, quienes además se han convertido en sus amigos.


Su restaurante no sólo ofrece comidas, es también un lugar al cual las personas acuden para conversar, socializar, hacer amigos y compartir experiencias. Ayuda a las personas recuperar la normalidad después del tsunami que devastó la ciudad de Kamaishi en marzo de 2011, causando la muerte de 886 personas, entre ellas la hija de Maekawa.

Comienzan a abrir sus corazones y a enfrentar el dolor."
“Hace un año, los hombres del lugar venían a nuestro restaurante y comían sin decir una palabra”, contó Maekawa. “Ahora, algunos de ellos conversan. Alguna veces piden comida para llevar a sus familiares o seres queridos. Creo que comienzan a abrir sus corazones y a enfrentar el dolor”.

Han pasado dos años desde que el terremoto y el tsunami azotaron Japón. Más de 18.000 personas perdieron la vida. Unos 841.000 empleos fueron afectados por este enorme desastre. Desde entonces el sector público y el privado emprendieron una serie de esfuerzos para reconstruir y restablecer el empleo.

En agosto 2012, la Organización Internacional del Trabajo inició un proyecto de cooperación técnica “Difusión de medidas de recuperación centradas en el empleo y el trabajo tras el gran terremoto en el este de Japón”, apoyado por el Gobierno de Japón. El proyecto tiene el objetivo de recoger y difundir las lecciones aprendidas y las buenas prácticas relacionadas con las medidas dirigidas al empleo y el trabajo durante el proceso de reconstrucción. Esta información constituirá la base de un informe que será presentado durante una conferencia en 2014.

Este fue el primer proyecto de cooperación puesto en práctica en Japón y, en marzo 2013, en el marco de una reunión del grupo de expertos que participan en el proyecto, siete expertos en representación del Gobierno, las organizaciones de trabajadores y de los empleadores visitaron la ciudad de Kamaishi, para observar cómo se está recuperando uno de los lugares más afectados por el tsunami. Los expertos, provenientes de Bangladesh, Camboya, Filipinas, Indonesia, Malasia y Pakistán, se reunieron con los sobrevivientes de la catástrofe que dirigen pequeñas y medianas empresas.
El períodos de catástrofe, el empleo no es sólo una fuente de ingresos sino también de dignidad humana".


“El períodos de catástrofe, el empleo no es sólo una fuente de ingresos sino también de dignidad humana”, afirmó Keiko Kamioka, Director de la Oficina de la OIT en Japón quien se unió a la visita sobre el terreno. “Para las personas que perdieron tanto, no sólo el trabajo, también a sus seres queridos, el trabajo las ayuda no sólo a recuperar un sustento, también a superar el dolor, la desesperación y aporta esperanza”.

La casa de huéspedes de Maekawa fue destruida por el tsunami. La actividad de su esposo, en la industria pesquera, también fue afectada. Ella pasó los primeros meses si saber qué hacer. Después participó en una serie de cursos de formación breves propuestos por el Gobierno. “En ese momento fue bueno hacer algo”, recordó. “Los cursos me proporcionaron algunas calificaciones que no tenía. Además, la participación al curso me mantenía ocupada durante un momento muy difícil”.

Poco a poco, los viejos amigos y los clientes comenzaron a preguntarle cuándo abriría de nuevo la casa de huéspedes. “Fue en ese momento que decidí mirar hacia adelante, no hacia atrás. Me di cuenta que tenía que salir de casa y hacer algo. Un trabajo era lo que necesitaba”, explicó Maekawa. Junto a sus amigos, estableció un nuevo restaurante en un mercado provisional, construido después de la catástrofe con el apoyo de la cámara de comercio local.

En cierto sentido, Japón tuvo suerte. Existía un extenso mecanismo de protección social cuando ocurrió la catástrofe. El Gobierno pudo recurrir a las medidas existentes para ofrecer apoyo al empleo y a los medios de vida a las personas afectadas. Sin estos sistemas, los esfuerzos de recuperación habrían sido mucho más largos y costosos.

El Gobierno además concibió e implementó rápidamente medidas en respuesta al desastre para la protección y creación del empleo. El Proyecto de trabajo de cinco años de duración “Japan as one”, lanzado en abril 2011, creó 200.000 puestos de trabajo de breve duración y 500.000 empleos de media duración. El sector privado también movilizó su apoyo con rapidez. Algunas empresas de comercio al por menor abrieron nuevas sucursales en las comunidades afectadas a fin de crear oportunidades de trabajo, La OIT seguirá recogiendo lecciones y buenas prácticas del proceso de recuperación y las difundirá en una conferencia que tendrá lugar en Japón en febrero del próximo año”.

Maekawa tiene una visión muy clara de la reconstrucción de su comunidad. “Dentro de algunos años, los habitantes dejarán los refugios provisionales y regresarán a vivir en la comunidad. En este momento, no hay iluminación nocturna en nuestra antigua ciudad porque todo fue arrastrado. Pero quiero devolver la luz a nuestra comunidad cuando abriré de nuevo mi casa de huéspedes. Son la esperanza y la expectativa de los habitantes de mi ciudad y la pérdida de mi hija lo que me estimula a trabajar”.

Por Shukuko Koyama, Asesor técnico principal, Proyecto relativo al terremoto en Japón, OIT