Esta historia fue escrita por la Sala de Noticias de la OIT. Para ver las declaraciones y discursos oficiales de la OIT, por favor visite nuestra sección "Declaraciones y Discursos".

28 de abril, Día mundial por la seguridad y la salud en el trabajo - Dos millones de muertos en el trabajo por año: una tragedia que podría evitarse

El trabajo es más letal que las guerras: causa unas 6.000 muertes diarias. Y cada año se registran casi 270 millones de accidentes, 350.000 de los cuales son mortales. La Oficina Internacional del Trabajo estima que muchos de esos casos podrían evitarse. Pero 20 años después de la emblemática catástrofe de Bhopal, India, donde en unas pocas horas hubo un saldo de 2.500 muertos y 200.000 personas heridas, la situación no ha mejorado mucho.

Artículo | 28 de abril de 2004

GINEBRA - El 10 de abril de 2004 una mortífera explosión en una mina en Rusia causó la muerte a por lo menos 44 mineros. Un día antes 12 obreros resultaron muertos y tres heridos por electrocución en China. El 13 de abril de 2004, un estudio publicado en Irlanda revelaba que el estrés afecta a centenares de miles de trabajadores y trabajadoras, lo que causó la pérdida de cuatro millones de días de trabajo en 2003.

En enero de 2004, una explosión en un complejo de gas natural licuado en Argelia causó la muerte de 27 trabajadores. En noviembre de 2003, el derrumbe de la escalera que llevaba al buque Queen Mary 2, que entonces estaba en construcción en Saint-Nazaire, Francia, provocó 10 muertes. Casi al término de las obras para los Juegos Olímpicos de 2004 en Atenas ya han ocurrido por lo menos 154 accidentes de trabajo, y 12 obreros de la construcción han perdido la vida.

Estos son apenas algunos ejemplos de heridas, enfermedades y con demasiada frecuencia muertes relacionadas con el trabajo. La OIT estima que anualmente mueren por esta causa más de dos millones de personas, 750.000 mujeres y 1.500.000 hombres, reflejando el hecho de que los hombres a menudo realizan trabajos más peligrosos. Los expertos de la Organización consideran que, de todas maneras, las estadísticas no alcanzan a reflejar la realidad, debido a que en muchos países falta información sobre este tema.

De esas muertes, casi 350.000 tienen lugar debido a accidentes laborales. Otras son originadas por enfermedades profesionales. Más de 400.000 muertes son originadas por la exposición a sustancias químicas, responsables de 35 millones de los 160 millones de casos de enfermedades profesionales que se registran en el mundo. Lamentablemente, unos 22.000 niños que deberían haber estado en la escuela mueren en el trabajo cada año.

Por iniciativa de la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL), el movimiento sindical tomó la responsabilidad de las empresas como uno de los temas de su Día internacional de conmemoración por los muertos y heridos en el trabajo, el 28 de abril. La OIT brinda su apoyo pidiendo a sus mandantes tripartitos que conmemoren un Día Mundial por la salud y la seguridad en el trabajo.

De acuerdo con la OIT es posible prevenir cerca de 80 por ciento de los accidentes y las muertes relacionadas con el trabajo, si los países miembros pusieran en práctica estrategias y prácticas de prevención.

Para los países industrializados se considera una prioridad prestar atención a factores sicosociales vinculados a las relaciones y la gestión en el lugar de trabajo, a las consecuencias mentales y físicas de tareas repetitivas de alto nivel técnico, y a la información sobre el manejo de nuevas tecnologías y sustancias, incluyendo las químicas. En los países en desarrollo resulta esencial mejorar las prácticas de salud y seguridad en sectores básicos como agricultura, pesca o explotación forestal, la prevención de accidentes industriales, incluyendo incendios o exposición a sustancias peligrosas, y la de accidentes y enfermedades relacionados con el trabajo en talleres informales y en industrias caseras.

En países con diversos grados de desarrollo una parte importante importante de las muertes y los daños que sufren los trabajadores puede ser atribuida a una falta de información adecuada sobre información y salud. Una serie de programas de la OIT, algunos de ellos realizados en conjunto con la Organización Mundial de la Salud y con el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, están orientados precisamente a mejorar el acceso a la información sobre este tema.

Muchos países han promulgado leyes para reprimir negligencias en materia de seguridad en el trabajo. Pero con frecuencia las sanciones son irrisorias. "Si se deja en paz a empresas que no respetan la salud y la seguridad, éstas darán un mal ejemplo y otras podrían verse tentadas a hacer menos esfuerzos", señala el director del Programa de seguridad y salud en el trabajo de la OIT, Jukka Takala.

Y por cierto, la salud y la seguridad de los trabajadores es algo positivo para las empresas. "Ninguna empresa floreciente puede registrar índices satisfactorios de productividad si su nivel de seguridad no es adecuado", puntualiza Jukka Takala. Los gastos vinculados con las enfermedades profesionales y con los accidentes de trabajo son equivalentes al 4 por ciento del PNB de todos los países del planeta. Es decir, más de un billón de dólares, 20 veces más que la asistencia entregada anualmente a los países en desarrollo.

La prevención es clave

La OIT está convencida de que se podría evitar buena parte de las catás trofes y de las prácticas laborales peligrosas. La prevención debe convertirse en una prioridad y las normas de la OIT pueden contribuir a lograrlo. Cerca de la mitad de los 184 convenios adoptados por la Organización abordan cuestiones relacionadas con salud y seguridad en el trabajo.

La ratificación de esas normas, es decir el compromiso formal de un país de respetarlas, no es pareja. Algunas de esas normas, como el Convenio núm. 81 sobre la inspección del trabajo ha n sido ratificadas por 130 países, mientras que otras, como el Convenio núm. 155 sobre la seguridad y la salud de los trabajadores, tienen resultados menos alentadores, con 42 ratificaciones.

Más allá de las normas, todos los estudios confirman que la existencia de un diálogo social dentro de las empresas contribuye a la prevención. Cuando hay sindicatos plenamente reconocidos y existe un comité de seguridad y salud (paritario dirección/sindicato), la proporción de accidentes graves llega a disminuir a la mitad con respecto a la existente en empresas donde no se reconocen los sindicatos y donde no hay comités paritarios.

"La cultura de seguridad debe ser impulsada a través de la cooperación y el diálogo entre gobiernos, empleadores y trabajadores, en el marco de un conjunto de reglas, responsabilidades y deberes que permitan lograr acuerdos para tener lugares de trabajo más saludables y seguros", afirma el Director General de la OIT, Juan Somavia. "Estoy convencido que está es una de las áreas más fértiles para el logro de consensos en el mundo del trabajo".