Día Internacional de la Mujer

Es necesario un cambio para las mujeres rurales

En una declaración emitida en ocasión del Día Internacional de la Mujer, el Director General de la OIT, Guy Ryder, reiteró que las decisiones políticas no deben ignorar a las mujeres rurales.

Declaración | 8 de marzo de 2018
© Nestlé
En el marco de las celebraciones mundiales del Día Internacional de la Mujer, la OIT se une al sistema de las Naciones Unidas para llamar la atención sobre las mujeres de las zonas rurales, un grupo que a menudo pasa desapercibido a pesar de sus enormes aportaciones: contribuyen considerablemente a la producción agrícola y a la seguridad alimentaria, así como a la gestión de los recursos naturales. Sin embargo, persisten profundas desigualdades y se siguen quedando relegadas.

Las mujeres de las zonas rurales representan más de la cuarta parte de la población mundial y entre el 41 y el 60 por ciento de la mano de obra agrícola. Son campesinas, asalariadas y empresarias. Las mujeres de las comunidades indígenas y tribales suelen ser las depositarias de los conocimientos tradicionales, que son esenciales para los medios de vida, la resiliencia y la cultura de dichas comunidades, así como para hacer frente con firmeza a los efectos del cambio climático.

Sin embargo, es más probable que las mujeres de las zonas rurales trabajen en la economía informal y perciban salarios bajos sin ningún tipo de protección social; y muchas de ellas trabajan sin remuneración alguna en empresas familiares, lo que significa que su trabajo prácticamente no es reconocido ni valorado.

También cargan con un peso desproporcionado de tareas domésticas y prestación de cuidados no remunerados. Además, la presencia de mujeres en organizaciones de trabajadores y de empleadores rurales sigue siendo escasa, con lo que carecen de voz y representación. Corren un alto riesgo de sufrir abusos, acoso sexual u otras formas de violencia de género.

Se necesita un cambio, en provecho de todos.

No debe pasarse por alto a las mujeres de las zonas rurales en las decisiones sobre políticas que pueden impulsar su empoderamiento y aportarles mejoras: políticas de promoción del empleo productivo con igualdad de oportunidades y de trato; políticas de promoción de la iniciativa empresarial; políticas en apoyo de servicios asequibles de cuidado de niños y personas mayores. La eliminación de los obstáculos legislativos, sociales y culturales que impiden un acceso equitativo a la tierra, la financiación, la tecnología y los mercados contribuirá enormemente al empoderamiento de las mujeres de las zonas rurales. Las organizaciones de empleadores y de trabajadores pueden tender la mano a las mujeres de las zonas rurales de modo que, organizándose, logren más voz e influencia. Las distintas formas cooperativas de organización también desempeñan un papel importante. Las normas sociales que incrementan la vulnerabilidad de las mujeres a la violencia y al acoso deben combatirse con determinación. Al mismo tiempo, ello debe sustentarse con marcos jurídicos y de políticas y mecanismos de control de su cumplimiento eficaces, que abarquen a las trabajadoras agrícolas y rurales. Durante la reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo, en junio de 2018, tendremos la oportunidad de seguir debatiendo estas cuestiones en la discusión sobre la violencia y el acoso en el mundo del trabajo, con la posible adopción de nuevas normas internacionales del trabajo.

Es el momento mas que nunca de redoblar nuestros esfuerzos para subsanar las deficiencias que impiden el acceso de las mujeres de las zonas rurales al trabajo decente.