El Departamento de Análisis de los Mercados Económicos y Laborales (EMP/ELM)

En el mundo globalizado de hoy en día, donde se ha intensificado la competencia, los mercados laborales funcionan mejor cuando existe un entorno institucional que permite a las empresas tener la flexibilidad de adaptarse, al tiempo que se garantiza el ingreso, la protección social y la empleabilidad de los trabajadores. Si bien en el mundo desarrollado se observa la permanencia de los derechos de protección laboral y, por ende, una estabilidad del empleo inherente al sistema laboral, también se aprecia un cierto cambio hacia formas de empleo más flexibles, pasando de la protección laboral en el ámbito de la empresa a la protección social a un nivel más colectivo. De hecho, parece haber relaciones compensatorias entre el empleo y la protección social, lo cual exige a los interlocutores sociales ampliar el temario de la negociación colectiva a fin de incluir la protección del empleo y las políticas del mercado laboral.

Para los países en desarrollo – muchas veces en situaciones de inestabilidad que afectan el crecimiento –, esto supone encontrar vías para lograr la estabilidad y aumentar gradualmente el grado de formalidad, en lugar de generar más flexibilidad, desestabilización e informalidad en sus mercados laborales como medio para subir peldaños en la escalera del desarrollo. La estabilización del mercado de trabajo, cumpliendo con los objetivos de productividad, sólo se puede lograr introduciendo normas laborales e instituciones del mercado de trabajo. Muchos consideran que sin ese apoyo institucional las relaciones laborales productivas, más estables y seguras no hubieran sido posibles en los países desarrollados, desde el punto de vista histórico. Es mediante la inclusión del empleo, tanto del sector público como del privado, dentro de una red de instituciones del mercado de trabajo, como las prestaciones por desempleo, los servicios de reinserción laboral y los planes de formación, que se podrá gestionar el cambio tal como se estipula en el programa global de empleo. La inclusión institucional del empleo es también una condición necesaria para el trabajo decente, que difícilmente pueda ser creado por el sector privado sin el apoyo de las instituciones del mercado de trabajo.

Con respecto a los países en transición de Europa Central y del Este, la conclusión general sería que existe actualmente la necesidad de alcanzar un nuevo equilibrio entre la flexibilidad del mercado de trabajo y la estabilidad y seguridad laboral, a través de una inversión mucho más significativa en los recursos humanos y en el uso de la flexibilidad funcional (ajuste interno), en lugar de la flexibilidad numérica (ajuste externo) en las empresas. Asimismo, la asistencia institucional y las políticas de mercado de trabajo deben ser reforzadas a fin de ayudar a las personas (los buscadores de empleo y los trabajadores que se ven amenazados por el desempleo) a mejorar su empleabilidad y a encontrar un trabajo decente o crear su propio negocio lo antes posible.

El análisis de estos temas relativos al mercado de trabajo continuará en los países de la OCDE y en los países en transición. Se deberán evaluar las condiciones de la relación de compensación y sus repercusiones, especialmente a la hora de asesorar a los mandantes de la OIT. Por el contrario, en los países en desarrollo o emergentes, se hará mayor hincapié en el análisis del mercado de trabajo formal e informal. Concretamente, se probará la aplicabilidad de las políticas de mercado de trabajo en varios países con el doble objetivo de apuntalar la gestión del cambio mediante la flexibilidad y la seguridad, concordando así con el programa global de empleo. En este bienio, algunos estudios de caso se centrarán en países emergentes y en desarrollo, tales como Turquía, China, Egipto, Namibia y México.

Recursos importantes

  1. El desafío mundial del empleo

    03 July 2009

    El mundo se enfrenta al enorme desafío de crear empleos productivos para su fuerza de trabajo creciente. A diferencia de otros retos, como mantener el crecimiento económico global, o corregir los desajustes del comercio mundial, el desafío mundial del empleo apenas se reconoce, ni tampoco se comprenden su naturaleza y magnitud en su justa medida. Ministerio de Trabajo e Inmigración, España (co-editores)