Con ocasión del Día mundial contra el trabajo infantil de 2008, los estudiantes de secundaria italianos crearon un lienzo inspirado en el cuento de Pinocho. La marioneta de madera que sueña con convertirse en un niño de verdad, ayudado por Pepe grillo, su conciencia y su voz interior, logra a lo largo de su travesía tener un comportamiento más responsable y sensible. Photo:ILO/
Representa la decadencia física a la que puede llevar una situación económica privilegiada asociada a la avaricia. Este personaje con sobrepeso muerde un sándwich del cual cuelga la pierna de un niño. Representa la desigualdad entre ricos y pobres, y nos recuerda que mientras que unos viven en la opulencia, otros se encuentran privados de los medios más básicos de subsistencia y de dignidad. Photo:ILO/
Representa la toma de conciencia del mundo que nos rodea, la cual solamente se puede edificar gracias a una buena educación. El personaje está sentado en un pupitre con una copia de Oliver Twist en sus manos y está doblemente sorprendido ya que los malos tratos y abusos que cuenta la historia se semejan a la realidad cotidiana del niño trabajador, el cual se encuentra de pie, delante de él. Photo:ILO/
Hoy en día, 58 millones de niños en edad de educación primaria y muchos otros más en edad de educación secundaria, no tienen la oportunidad de ir a la escuela para aprender a leer, escribir y contar. La mayoría de estos niños forman parte de los 168 millones de niños en situación de trabajo infantil. Muchos de ellos combinan escuela y trabajo, pero a menudo en detrimento de sus estudios. Aunque la mayoría del trabajo infantil tiene lugar en la agricultura, hay muchos otros tipos de trabajo infantil en el mundo. El trabajo infantil encuentra su origen en la pobreza, en la falta de protección social y de trabajo decente para los adultos, y en la incapacidad de garantizar que todos los niños puedan ir a la escuela hasta la edad mínima legal de admisión al empleo. Photo:ILO/Crozet M.
La mejor manera de luchar contra el trabajo infantil es mejorando el acceso y la calidad de la educación formal a fin de atraer y mantener a los niños en la escuela, y asegurar que aquellos niños retirados del trabajo infantil se integren a la escuela con éxito. A través de las actividades del programa SCREAM del IPEC, los jóvenes han recibido los instrumentos necesarios para actuar, a nivel local y mundial, por la erradicación del trabajo infantil, el derecho a la educación y una globalización más equitativa. Los jóvenes están tratando de abrir los ojos de los demás para que enfrenten la realidad y logren cambiar las cosas. Al participar en las actividades e iniciativas del programa SCREAM, Usted podrá informar a sus amigos y contribuir así al movimiento mundial contra el trabajo infantil. Visite: www.ilo.org/scream. Photo:ILO/Crozet M.
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