DIÁLOGO SOCIAL EN ARGENTINA

La OIT reunió al gobierno, empresarios y sindicatos para impulsar el Consejo Económico y Social

Las autoridades tripartitas coincidieron en un encuentro para conocer la experiencia internacional de Bélgica y Grecia y debatir sobre la conformación de un espacio institucionalizado de diálogo social.

Comunicado de prensa | 15 de julio de 2020
(Buenos Aires, OIT Argentina) – Consenso social, representatividad, confianza, federalismo, perspectiva de género y dar respuesta efectiva a la desigualdad fueron los ejes de un intercambio de experiencias con representantes de Grecia y Bélgica sobre la conformación del Consejo Económico y Social en Argentina. Se trató del webinar “Diálogo en acción en Argentina: Hacia un Consejo Económico y Social”, organizado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la secretaría de Asuntos Estratégicos de la Presidencia de la Nación Argentina, con la presencia de un amplio abanico de representantes del sector empresario y sindical.

El encuentro fue transmitido por teleconferencia desde Casa Rosada y estuvo encabezado por Gustavo Béliz –secretario de Asuntos Estratégicos de la Presidencia de la Nación– y Pedro Américo Furtado de Oliveira –director de la Oficina de País de la OIT para Argentina–. Se trató del primer encuentro de un ciclo pensando para adaptar las instituciones, mecanismos y procesos de diálogo social a la situación particular de Argentina, mediante la cooperación internacional. En este caso, los participantes contaron con el ejemplo de los procesos que llevaron a cabo Grecia y Bélgica.

El webinar contó con la participación de Claudio Moroni –Ministro de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, Argentina (MTESS)–, Cecilia Nicolini –asesora de la Presidencia de la Nación– y Roberto Valent –Coordinador Residente de las Naciones Unidas en Argentina–.

Además, Daniel Funes de Rioja –vicepresidente de la Unión Industrial Argentina (UIA)–, Natalio Grinman –secretario de la Cámara Argentina de Comercio (CAC)–, Héctor Daer –secretario general de la Confederación General del Trabajo de la República Argentina (CGTRA)–, Gerardo Martínez –secretario de Relaciones Internacionales de la CGTRA y secretario general de la Unión de Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA)– y Hugo Yasky –secretario general de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA)– participaron del evento.

“La Declaración del Centenario de la OIT es una hoja de ruta para pensar cómo revitalizar el contrato social con las personas en el centro de las políticas, para lo cual es necesario contar con el diálogo social efectivo e institucionalizado como herramienta fundamental”, dijo Furtado de Oliveira. Además, recordó que en junio de este año el presidente Alberto Fernández mantuvo una reunión con representantes del sistema de Naciones Unidas en Argentina: “Le manifestamos nuestro fuerte apoyo a su propuesta de formación del Consejo Económico y Social para el Desarrollo”, dijo.

El director de la OIT también destacó que Argentina fue electa para formar parte del Consejo Económico y Social (Ecosoc) de la ONU durante los próximos tres años. “Esto señala el profundo compromiso del país con el multilateralismo y con la Agenda 2030”, sostuvo Furtado de Oliveira.

El jefe de la Unidad de Diálogo Social y Tripartismo de la OIT en Ginebra, Youcef Ghellab, tuvo a cargo la exposición de apertura. El funcionario valoró los esfuerzos del gobierno argentino para proponer reuniones entre los interlocutores sociales y dinamizar la herramienta del Consejo Económico y Social. “Las evidencias muestran que el tiempo que se lleva en generar el consenso social es beneficioso, acaba devengando en un resultado positivo para superar los desafíos sociales y eso sucede especialmente en los momentos difíciles”, señaló Ghellab.

Lecciones desde Grecia y Bélgica


Por su parte, Apostolos Xyraphis, secretario general del Consejo Económico y Social de Grecia, explicó la trayectoria del organismo en su país que comenzó a delinearse en el año 1995 y se consolidó durante el proceso de crisis económica griega de 2008/2009. “Las tradiciones, pautas culturales y políticas de cada país son diversas. El hecho de que Grecia sea parte de la Unión Europea estableció que el órgano del diálogo social se dé en un marco democrático y participativo. Esto fue clave porque las decisiones a escala mundial tienen un impacto concreto”, dijo Xyraphis y agregó que la participación democrática para la toma de decisiones es “valiosa y da legitimidad, para que la sociedad acepte el camino tomado”.

En el caso de Bélgica, existen dos organismos de diálogo social importantes: el Consejo Económico Central y el Parlamento Social Federal. Este último es el organismo más representativo de empleadores y trabajadores de Bélgica. Sus miembros son bi-partitos, federales, intersectoriales y del sector privado. “Los temas referentes al sector público no se discuten en este consejo federal laboral, es solamente para el sector privado”, explicó Geert De Poorter, presidente de la junta directiva del Servicio Público Federal de Empleo, Trabajo y Diálogo Social Belga.

Tanto De Poorter como Xyraphis explicaron cómo se conforma la estructura de los consejos en cada país, cómo es el proceso de toma de decisiones y qué rol tienen en tiempos de crisis.

En el caso de Grecia, el impacto económico de la pandemia de la COVID-19 se vio especialmente en el sector del turismo, que representa el 20 por ciento del PBI de ese país. Según Xyraphis, “cuando se habló de restringir el movimiento de las personas nos preguntamos qué hacer, teníamos que mantenernos unidos y realizar propuestas sobre cómo reaccionar. Allí, el Consejo Económico y Social fue muy importante para elaborar documentos y recomendaciones”.

Para De Poorter, la pieza fundamental para el éxito en momentos de crisis es la “confianza entre los interlocutores, que solo se puede lograr con contactos constantes formales e informales”. Para ello, añadió, “la diplomacia desempeña un papel clave para el Consejo Económico y Social”.


Soluciones criollas para problemas globales


El último panel del webinar se enfocó en el intercambio de ideas entre distintos referentes del gobierno, los sectores sindical y empresarial y las Naciones Unidas. En ese espacio, Valet reiteró el compromiso del Sistema de las Naciones Unidas con el país: “Apoyamos la búsqueda del diálogo como solución a temas fundamentales, contingentes y de largo plazo”.

Por su parte, Funes de Rioja recordó que la UIA está en el ámbito de la Organización Internacional del Trabajo desde 1920 y reconoció que la creación de un Consejo Económico y social es una “deuda”. Funes de Rioja se refirió al caso de España y señaló: “Quizás debemos llevar primero a una Concertación Social ante la emergencia”.

Según Gerardo Martínez, “el papel del Estado es fundamental” y “la idea es transmitir la matriz de la OIT a la Argentina: no retirarse de la mesa, sea el problema que sea, se tiene que consensuar”. Para el dirigente de UOCRA, el Consejo Económico y Social debe convertirse en una política de Estado que “dure más allá de los tiempos políticos”.

“La vocación del consejo tiene que ser disminuir la desigualdad de todo tipo: recursos, genero, origen, raza, religión”, dijo Moroni, quien se refirió al compromiso de los actores sociales en asumir una “multiplicidad de agendas”. Asimismo, el ministro destacó que el desarrollo debe ser federal: “Es el momento para que Argentina, con la salida de la crisis, siente las bases de un modelo interinstitucional profundo. El Consejo Económico y Social debe responder a un modelo de desarrollo federal con compromiso de los actores, que implica sacrificios y renuncias mutuas, permanentes”.

“Las mujeres somos el colectivo que más sufrimos la desigualdad, la informalidad, redistribución del ingreso y de acceso”, dijo Nicolini. “Las mujeres queremos estar representadas para poder tomar decisiones que ayuden a combatir estas desigualdades” agregó y aseguró que la perspectiva de género es fundamental para “diseñar políticas de Estado que vayan a impactar en el desarrollo del país”.

Grinman calificó de “gran desafío” al objetivo que debe cumplir esta mesa de diálogo y aportó que “no cabe ninguna duda que debemos tener diversidad de opiniones y consensos básicos”.

Por su parte, Yasky dijo: “La agenda de la salida de la crisis tiene que aplicar los 8 puntos de la OIT para el regreso seguro al trabajo, porque la pandemia puede extenderse por un tiempo que no puede ser precisado”.

De acuerdo con Daer, “el Estado tiene que articular a empresarios y sindicatos para encontrar caminos y objetivos muy claros que tengan como eje desarrollar nuestro país de manera sustentable achicando las brechas sociales”.