ESTUDIO SOBRE 511 DEPARTAMENTOS

Presentan un mapa del trabajo infantil en Argentina

Un estudio realizado por la OIT junto al Ministerio de Producción y Trabajo y la CEPAL, analizó la situación de todas las provincias del país y elaboró un modelo que permite identificar el riesgo del trabajo infantil a escala departamental.

Noticia | 26 de noviembre de 2019
(Buenos Aires, OIT Argentina) – La Organización Internacional del Trabajo (OIT) junto con el Ministerio de Producción y Trabajo de la Nación (MPT) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) –en el marco de la Iniciativa Regional América Latina y el Caribe libre de Trabajo Infantil–, realizaron un mapeo del territorio que permite identificar –a escala provincial y departamental– dónde hay mayor riesgo de trabajo infantil. Se trata del Modelo de Identificación del Riesgo de Trabajo Infantil (MIRTI), un estudio sobre 511 departamentos de todo el país que arroja un riesgo promedio del 6,54 por ciento y reconoce a la escolarización como uno factor de protección destacado.

Como resultado del análisis y sinergia de datos, se lograron un total de 26 documentos, uno por provincia, más la Ciudad de Buenos Aires, el Gran Buenos Aires y uno a escala nacional con información sobre la probabilidad de que pueda encontrarse trabajo infantil en cada una de las zonas abordadas. Cada ficha presenta un mapa descriptivo que identifica los departamentos con mayor probabilidad de ocurrencia de trabajo infantil, lo cual permite avanzar en un diagnóstico a escala departamental sobre la incidencia de los factores asociados a ese riesgo.

“Este insumo es una herramienta concreta para poder ver dónde podemos actuar y dónde podemos mejorar a través de políticas públicas aplicadas”, afirmó Graciela Guzmán secretaria de Promoción, Protección y Cambio Tecnológico del MPT. “Queremos agradecer a la oficina argentina de la OIT, que desde el día uno nos ayudó a realizar estas herramientas tangibles para erradicar el trabajo infantil y controlar el trabajo seguro adolescente”, agregó la funcionaria.

“Es un año en el que celebramos el 50 aniversario de la oficina de la OIT en Argentina, pero a su vez coincide con el 30 aniversario de Convención sobre los Derechos del Niño, dos fechas muy importantes para la organización”, dijo Pedro Américo Furtado de Oliveira, director de la OIT en Argentina, durante la presentación de estos documentos. “La trayectoria aplicada a la importancia de preservar a los niños y adolescentes del trabajo infantil muestra el compromiso constante que tenemos para buscar nuevas alianzas, reafirmar proyectos y estudios, además de consolidar políticas públicas”, aseguró.

De acuerdo con Gustavo Ponce, punto focal de trabajo infantil de la organización en el país, “estos datos permiten diagnosticar, a escala departamental, el comportamiento de algunas dimensiones asociadas al riesgo de trabajo infantil y adolescente y pueden orientar las acciones multisectoriales de políticas públicas para prevenirlo y erradicarlo”. Por otra parte, destacó que los territorios con riesgo alto de trabajo infantil y adolescente “se caracterizan por tener mayor porcentaje de población rural”.

En este sentido, a comienzos de este año, la OIT Argentina puso en marcha Offside: ¡marcando la cancha!, un proyecto enfocado en combatir el trabajo infantil en el sector agropecuario. “Participan más de 20 instituciones, incluyendo a los gobiernos provinciales de Buenos Aires, Santa Fe y Mendoza, con un abordaje integral que nos permita generar conocimiento e información para incidir en la formación política y concientización de funcionarios públicos de todo el país, además de la sociedad civil, incluidas las comunidades y familias rurales”, afirmó Maria Eugenia Figueroa, coordinadora del proyecto de la OIT.

Más de 50 departamentos del país con alto riesgo

A escala nacional el mapeo logrado a partir de datos de la EANNA 2016-2017, del CENSO 2010, del Ministerio de Educación y de ANSES (2018), sumado a la metodología OIT-CEPAL, muestra cifras significativas. En principio, entre los 511 departamentos analizados, existe un riesgo promedio para Argentina del 6,54 por ciento. Uno de cada diez, es decir un total de 51 departamentos, alcanzan un riesgo alto, mayor al 8,8 por ciento.

Algunas observaciones del modelo sobre el riesgo de trabajo infantil y adolescente en el país: es creciente con la edad de niñas, niños y adolescentes (NNyA); es mayor en los varones y aumenta para NNyA en hogares cuyo jefe es asalariado no registrado o trabajador no asalariado en zonas urbanas. El informe también señala que el nivel de escolaridad del jefe del hogar, la asistencia a la escuela y la cobertura de salud son los principales factores de protección.

“Los departamentos de alto riesgo a nivel nacional se caracterizan por tener una mayor proporción de hogares con necesidades básicas insatisfechas”, explicó Ponce, con referencia a familias con al menos una privación relacionada con la vivienda, condiciones sanitarias, hacinamiento, asistencia escolar y capacidad de subsistencia. “Por otra parte, tienen la mayor proporción de población entre 0 y 17 años sin cobertura de salud”, precisó el especialista de la OIT, quien agregó: “Los departamentos de riesgo alto exhiben la mayor proporción de población entre 12 y 17 años que no asiste a la escuela. En estos departamentos también se presenta un nivel crítico en el ICSE –índice que clasifica unidades geográficas en función de la vulnerabilidad social– y una mayor proporción de población entre 3 y 17 años en esas condiciones”.

En los departamentos de alto riesgo, es un poco mayor el porcentaje de NNyA cubiertos por la Asignación Universal por Hijo (AUH), acaso relacionado con el porcentaje de hogares con jefe asalariado no registrado en esos territorios. Sin embargo, la diferencia de cobertura de la AUH no es tan significativa entre departamentos según riesgo, como sí lo es la diferencia entre la proporción de hogares con jefes asalariados no registrados. En este sentido, deberían fortalecerse las políticas públicas en relación con la cobertura de la AUH, la formalización laboral de los adultos y la retención escolar.