Al depositar el instrumento de ratificación el mismo día en que el Protocolo de Trabajo Forzoso entró en vigor, Ernesto Leguizamón, Jefe de Gabinete del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de Argentina, dijo: “La Argentina tiene un compromiso de larga data en la lucha contra el trabajo forzoso, ha desempeñado un papel activo en la adopción del Convenio núm. 29 y en el desarrollo de las mejores prácticas para desterrar esta aberrante forma de explotación. La ratificación del Protocolo de 2014 al Convenio núm. 29 reafirma este compromiso hacia un mundo más justo y más inclusivo".

Argentina ha fortalecido sostenidamente su marco legislativo e institucional para combatir todas las formas de trabajo forzoso. En 2012, sancionó la ley sobre prevención y sanción de la trata de personas y asistencia a sus víctimas, y en 2013, se estableció el Comité Ejecutivo para la Lucha contra la Trata y Explotación de Personas y para la Protección y Asistencia a las Víctimas. También es de importancia el trabajo realizado por la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX), a fin de combatir la impunidad de los perpetradores.

El Director General de la Organización Internacional del Trabajo, Guy Ryder, dijo que “recibe con satisfacción esta ratificación, la cual constituye un testimonio más del compromiso continuo de la Argentina con la promoción y aplicación de los derechos fundamentales en el trabajo”.

En un esfuerzo por alinearse con la Meta 8.7 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, los gobiernos e interlocutores sociales han recibido con satisfacción la propuesta de Argentina de ampliar el alcance de la próxima Conferencia Mundial sobre Trabajo Infantil para incluir el trabajo forzoso. La conferencia será organizada por el Gobierno argentino y tendrá lugar en noviembre de 2017 en Buenos Aires.

En la Meta 8.7, los líderes mundiales se comprometieron a “adoptar medidas inmediatas y eficaces para erradicar el trabajo forzoso, poner fin a las formas modernas de esclavitud y la trata de seres humanos y asegurar la prohibición y eliminación de las peores formas de trabajo infantil, incluidos el reclutamiento y la utilización de niños soldados y, a más tardar en 2025, poner fin al trabajo infantil en todas sus formas. La Alianza 8.7 , creada a nivel mundial para lograr la Meta 8.7, fue lanzada en septiembre de este año.

El Protocolo de Trabajo Forzoso es un tratado legalmente vinculante que requiere que los gobiernos adopten nuevas medidas designadas para prevenir el trabajo forzoso, proteger a sus víctimas y garantizarles el acceso a acciones jurídicas y de reparación.