El derecho a la tierra significa justicia social para los pueblos indígenas de Camboya

El 20 de febrero, Día Mundial de la Justicia Social, dirige la atención hacia la necesidad de que el crecimiento económico promueva la equidad y la justicia social, y que una “sociedad para todos” ha de basarse en la justicia social y en el respeto de todos los derechos humanos y las libertades fundamentales. En Camboya, una nueva legislación ayuda a los pueblos indígenas a realizar algunos de estos derechos y a construir un futuro más seguro. Por Maeve Galvin, Funcionaria de Comunicación y Promoción, OIT Camboya.

Article | 15 February 2012

(Provincia de Ratanakiri, Camboya): El año 2012 comenzó bien para Moch Ten, jefe del pueblo indígena Tumpoun en la aldea de La L’eun Kraen. “Somos muy felices”, declaró.

En diciembre 2011, el pueblo Tumpoun que él representa en la provincia de Ratanakiri se convirtió en una de las primeras tres comunidades de este tipo en Camboya en recibir los títulos de propiedad de su territorio, en el marco de un proyecto piloto iniciado por el Gobierno de Camboya. Las 700 hectáreas de terreno agrícola repartidas entre las 130 familias Tumpoun, ahora están aseguradas para la comunidad, y uno de los grupos más marginados del país espera en una nueva era de justicia social al obtener los medios para forjar su propio futuro.

“La certificación de la tierra implica que nuestro territorio puede ser preservado para el futuro. Significa que nuestros recursos naturales y modos de vida están protegidos”, explicó el jefe. “Muchas cosas hubiesen podido ocurrir si no hubiésemos recibido los títulos de propiedad de la tierra, como invasiones por parte del pueblo jemer o de empresas privadas”.

Para los Tumpoun, y otros pueblos indígenas, los derechos sobre las tierras significan mucho más que sólo la posesión de la propiedad. Las comunidades indígenas constituyen cerca de 3 por ciento de la población de Camboya, y se encuentran entre los grupos más vulnerables de la sociedad del país. La tierra tiene una importancia especial para su forma de vida e identidad, sin embargo, en los últimos años, los pueblos indígenas se han visto cada vez más amenazados por la deforestación, la minería y la industria agrícola, implementadas gracias a concesiones de tierras por parte del gobierno, con frecuencia controvertidas. Sin el reconocimiento de que la tierra que cultivan les pertenece, sería imposible para los pueblos indígenas salir de la pobreza y participar en la sociedad con igualdad de oportunidades.

La importancia de la relación entre justicia social, y la protección social y económica fue puesta de manifiesto por el Director General de la OIT, Juan Somavia: “La difícil situación de muchos pueblos indígenas y tribales nos recuerda la necesidad urgente de una nueva era de justicia social con modelos de crecimiento al servicio de todos los pueblos”, afirmó en su mensaje para el Día Internacional de los Pueblos Indígenas en agosto 2011.

Los Tumpoun son una de las más de 100 comunidades indígenas en Camboya que emprendieron la difícil y larga batalla para asegurarse la propiedad de su territorio, con frecuencia rico de recursos. “Este proceso demoró mucho tiempo”, dijo Moch Ten. “El próximo desafío que debemos enfrentar es que somos analfabetas. Pero hemos recibido ayuda, en particular de la OIT y del Departamento de Tierras así como del Departamento Provincial. La OIT nos ayudó a desarrollar la capacidad de nuestra comunidades y a preparar los documentos administrativos, a elaborar el presupuesto, nos estimuló y ofreció solidaridad”.

La cuestión del derecho a las tierras es tan sólo una de las áreas cruciales en las que el Proyecto de la OIT de ayuda a los pueblos indígenas y tribales (ILO-ITP por sus siglas en inglés) ha prestado asistencia. A través del proyecto, los grupos conocen sus derechos y los procedimientos para obtener los títulos de propiedad de las tierras. También reciben ayuda en la traducción de documentos gubernamentales relacionados con los certificados de propiedad del jemer a las lenguas locales (de manera verbal a causa del analfabetismo) y en la transmisión de la información a las comunidades por parte de los jefes.

Las principales actividades del Proyecto, financiado por la Agencia Danesa para el Desarrollo Internacional (DANIDA) y operativo desde 2005, han estado dirigidas a promover y facilitar el registro del derecho a la tierra en el marco de la legislación territorial adoptada en 2001 por Camboya. El trabajo se ha concentrado en las tres provincias con la mayor población de pueblos indígenas: Ratanakiri, Mondulkiri y Preah Vihear. Incluye formación sobre los derechos de las comunidades indígenas y el desarrollo de capacidades de las partes interesadas. Con el apoyo de la OIT, las ONG y otras organizaciones, diversas comunidades están dando los pasos necesarios a fin de preservar sus tierras y recursos ancestrales, y se espera que sean presentadas otras reivindicaciones de títulos de propiedad.

“El gobierno ha sido un socio decisivo en esta labor. Sin embargo, aún nos queda mucho por realizar juntos”, dijo Sek Sophorn, Coordinador Nacional del Proyecto ITP de la OIT. “Si bien el gobierno es signatario de instrumentos para proteger los derechos de los pueblos indígenas, aún no ha ratificado el Convenio de la OIT sobre los Pueblos Indígenas y Tribales (No. 169, 1989), que reconoce el valor de los conocimientos y de las competencias específicas de los pueblos indígenas para la autodeterminación de los procesos de desarrollo”.