Con ocasión del día internacional de la mujer, advierte la OIT

EL DESEMPLEO EN AMÉRICA LATINA AFECTA MÁS A LAS MUJERES QUE A LOS HOMBRES Pese a una lenta recuperación de las economías de la región y a un moderado aumento del empleo, el cuadro de la desocupación femenina tiende a agravarse en América Latina.

Noticia | 5 de marzo de 2004

EL DESEMPLEO EN AMÉRICA LATINA AFECTA MÁS A LAS MUJERES QUE A LOS HOMBRES
Pese a una lenta recuperación de las economías de la región y a un moderado aumento del empleo, el cuadro de la desocupación femenina tiende a agravarse en América Latina.

5 de marzo 2004

Así lo constata un reciente informe laboral de la Organización Internacional del Trabajo (OIT)[1]que observa que en momentos en que 19 millones de trabajadores urbanos de ambos sexos están desocupados en América Latina, el desempleo está afectando en mayor grado a las mujeres que a los hombres. En la mayoría de los países donde el desempleo registró un  aumento-dice el informe- éste perjudicó más a las mujeres, mientras que allí donde se redujo, esa disminución fue menor en el caso de las mujeres que de los hombres.

Así, en Argentina, donde se observa el nivel más acusado de disminución de las tasas de desempleo en 2003 (-5.9% respecto a 2002) de toda la región, la reducción fue más significativa para los hombres (-6.1 porcentuales) que para las mujeres (-4.7 porcentuales); en Chile, la tasa de desempleo de los hombres experimentó un descenso de 0.8 puntos porcentuales entre enero y setiembre de 2003 mientras que las de las mujeres se mantuvo estable; en Perú y Brasil, las tasas de desempleo masculinas se mantuvieron constantes mientras que las tasas de desempleo femeninas se redujeron en 0.4 y 0.8 puntos porcentuales respectivamente. En México se observó un incremento del desempleo de las mujeres (0.6 porcentuales) superior al de los hombres y en Venezuela, donde las tasas de desempleo generales experimentaron aumentos considerables, el porcentaje para los hombres fue del 2.6 puntos y para las mujeres 3.9 puntos. En Panamá, la caída en la tasa de desocupación también fue más significativa entre los hombres (-1.1 porcentuales) que entre las mujeres (-0.5 porcentuales) mientras que en Costa Rica, la leve reducción en la tasa de desocupación fue igual para ambos sexos (-0.1 porcentuales).

“Estas cifras - dice Agustín Muñoz, Director Regional de la OIT para América latina y el Caribe - sugieren que a pesar de los avances, persisten barreras para el acceso de las mujeres al empleo que deben ser superadas para derrotar la pobreza y terminar de cerrar la brecha de equidad que todavía existe entre hombres y mujeres en el mundo del trabajo”.

Persiste la mayor informalidad del trabajo femenino

La severa contracción del empleo moderno entre 1990 y 2003 con el consecuente aumento del empleo informal urbano que trepó del 43% al 46%, afectó con diversa intensidad a hombres y mujeres a lo largo de la región.  Así, mientras la proporción de hombres empleados en la economía informal urbana de la región aumentó en la última década del 39.5% al 44%, el porcentaje de mujeres se incrementó del 47.5% al 50%.  La brecha entre mujeres y hombres en el empleo informal urbano se redujo de 8 puntos porcentuales en 1990 a 6 puntos de diferencia en el 2001. Sin embargo, el grado de informalización del trabajo de las mujeres o el porcentaje de mujeres ocupadas en el sector informal urbano en la región se mantiene por encima del de los hombres. Además - dice la OIT  - la calidad de los empleos femeninos en el sector informal es inferior a la calidad de los empleos masculinos puesto que las mujeres trabajan en mayor proporción en actividades más desprotegidas tales como el trabajo familiar no remunerado, el trabajo a domicilio y el servicio doméstico. Según la OIT[2], de cada diez empleos tanto masculinos como femeninos generados en América Latina desde 1990, siete han sido informales.

La sobre-representación femenina en la economía informal y otras formas de trabajo precario se traduce en una mayor exclusión de la mujer de los mecanismos y sistemas de protección social debido a los patrones de empleo practicados en esos sectores.  Los datos de la OIT indican que cerca del 38 % de las asalariadas no cotizan a la seguridad social, alcanzando al 72% en el caso del sector informal. En lo que atañe al conjunto de las mujeres económicamente activas en la región latinoamericana, la OIT estima que el 80% no tienen protección alguna de las instituciones de seguridad social pese a que, según el informe de la OIT, “las mujeres tienen más necesidad que los hombres de la protección social porque además de las contingencias que son comunes a ambos sexos tales como vejez, invalidez, salud, desempleo, enfermedades y accidentes laborales, ellas necesitan una protección específica a su función reproductora.”

Así las cosas, la gran paradoja para las trabajadoras de América Latina consiste en que si bien hay más mujeres participando en actividades laborales, la precariedad aumentó, puesto que la gran mayoría de ellas se encuentran en ocupaciones temporales que las devuelven a la desocupación en breve tiempo o en su defecto se dedican a ocupaciones que no son consideradas por la OIT como trabajo decente por la falta de condiciones mínimas de estabilidad y protección social.

El techo invisible

Otro estudio de la OIT [3]preparado en Ginebra para el Día Internacional de la Mujer destaca importantes avances en los empeños de las mujeres profesionales en América Latina por romper el invisible “techo de cristal” que limita su evolución laboral. Así, la OIT subraya que, en general, los países latinoamericanos y de Europa Oriental tienen una mayor proporción de mujeres en puestos profesionales y de dirección que los países asiáticos y africanos. “En América Latina - dice el informe - las mujeres ocupan entre el 25 al 35 por ciento de las posiciones profesionales y de dirección”,  un porcentaje inferior al de los Estados Unidos (45.9 por ciento) pero muy superior al de Japón (8.9 por ciento), Pakistán (8.7 por ciento) y Arabia Saudita (0.9 por ciento). Asimismo, las mujeres son propietarias de 1/4 a 1/3 de todas la microempresas y las pequeñas y medianas empresas de la región (PYMES) y su participación continúa aumentando.  En las últimas dos décadas,  el número de mujeres en el sector empresarial aumentó del 22 al 48 por ciento.

Propuestas de superación  

Al comparar los diferentes indicadores de la evolución de las brechas de equidad entre mujeres y hombres, la OIT observa en América Latina una evolución modesta aunque positiva reflejada en signos tales como la reducción en las diferencias salariales, la presencia y representación efectiva de la mujer en los procesos de diálogo social y la inclusión sustantiva y permanente de la dimensión de género en la agenda social de la región.

La OIT insiste en que todavía queda un largo trabajo por delante  y llama a realizar un esfuerzo consciente y concertado en el sentido de eliminar las principales barreras que impiden el acceso de las mujeres al mercado de trabajo en igualdad de condiciones con los hombres. Entre las acciones que deberían emprenderse al respecto se incluyen las siguientes:

- Promover medidas que favorezcan una mejor repartición de las responsabilidades domésticas y familiares;

- Ampliar los servicios de apoyo al cuidado infantil, en especial para las mujeres más pobres;

- Promover el acceso de la mujer en igualdad de condiciones a las posibilidades de capacitación y formación profesional, en especial en oficios y ocupaciones “no tradicionales”;

- Fortalecer las legislaciones nacionales en materia de protección de la maternidad, en especial los mecanismos de protección contra el despido de la mujer embarazada y lactante y los mecanismos de financiamiento de las prestaciones monetarias y médicas relacionadas con la maternidad de modo que se garantice el carácter no discriminatorio de las mismas;

- Ampliar las posibilidades de acceso de la mujer a los recursos productivos: crédito, capital, tecnología, información, propiedad de la tierra.

- Explorar nuevas formas de adecuación entre la organización laboral y familiar, que permitan a hombres y mujeres combinar trabajos satisfactorios con el ejercicio de la paternidad y la maternidad.

 Para más información, consulte el sitio web especial de OIT sobre equidad de género (en inglés)  /gender

(http://www.oit.org.pe/portal/despliegue_seccion_panorama.php?secCodigo=22)

2Panorama Laboral 2003, op. cit.

3Breaking through the glass ceiling: Women in management Updated 2004, International Labour Office, Geneva, 2004. ISBN 92-2-115523-4 (/public/english/dialogue/sector/techmeet/tmwm97/tmwm-int.htm)