Pueblos indígenas y tribales

OIT: 55 millones de indígenas enfrentan “potentes barreras” para acceder al trabajo decente en América Latina y el Caribe

El 30 aniversario del Convenio 169 de la OIT sobre pueblos indígenas y tribales fue conmemorado en Lima con una reunión de delegados de gobiernos, empleadores y trabajadores para discutir sobre los desafíos de su implementación. OIT presentó nuevos datos sobre la situación laboral en la región.

Noticia | 6 de diciembre de 2019
Lima – En América Latina y el Caribe hay 55 millones de personas indígenas que enfrentan “potentes barreras” para acceder a los mercados laborales y mejorar sus condiciones de vida, alertó la OIT al presentar una serie de datos ante un encuentro tripartito regional convocado en Lima para conmemorar los 30 años del Convenio 169.

“Resulta fundamental aprender a partir del intercambio de experiencias si queremos garantizar en América Latina sociedades más justas, sostenibles e inclusivas”, dijo el Director Regional a.i. de la OIT, Juan Hunt, al dirigirse a los delegados de gobiernos y de organizaciones de empleadores y de trabajadores de una decena de países que asistieron al encuentro este jueves y viernes.

El Convenio 169 sobre pueblos indígenas y tribales fue adoptado por los delegados tripartitas de los Estados Miembros de la OIT en 1989, y desde entonces se ha convertido en el instrumento internacional vinculante en materia de derechos de los pueblos indígenas.

La reunión realizada en la región tiene particular relevancia ya que 14 de los 23 países que han ratificado este instrumento están en América Latina, lo cual ha dado lugar a “una importante producción normativa” aunque la OIT destacó que “la brecha en la aplicación sigue siendo significativa”.

El encuentro tripartito de “Aprendizajes y desafíos en la implementación del Convenio núm. 169 sobre pueblos indígenas y tribales en América Latina” incluyó una serie de conversaciones entre delegados de los tres actores sociales representados en la OIT.

“Hay potentes barreras que obstaculizan el acceso de los pueblos indígenas al trabajo decente”, advirtió Manuela Tomei, directora del Departamento de condiciones de trabajo e igualdad de la OIT, quien visitó Perú esta semana para asistir al encuentro. “Crear oportunidades decentes para mujeres y hombres indígenas es indispensable si queremos avanzar en el desarrollo sostenible de la región”.

Foro regional abordó los aprendizajes y desafíos en la implementación del C169.

Tomei abrió el debate con la presentación de una nueva serie de datos sobre la situación laboral y social de los pueblos indígenas que representan 8,5 por ciento de la población, pero que alcanzan proporciones mucho más altas cuando se abordan tasas de pobreza, informalidad, falta de acceso a la educación o bajos ingresos.

Los datos de la OIT, que forman parte de un estudio global que será completado a comienzos de 2020 y que se lleva a cabo por primera vez, indican que la población indígena en la región está constituida por 28 millones de mujeres y 27 millones de hombres, según las estimaciones elaboradas con informaciones de 20 países.

América Latina y el Caribe es la tercera región con mayor población indígena tras Asia Pacífico y África.

Uno de los datos reveladores sobre América Latina y el Caribe es que más de la mitad de la población indígena es urbana, 52 por ciento, mientras que el 48 por ciento restante está en el medio rural, lo cual es considerado como evidencia de un importante flujo migratorio del campo a la ciudad.

En lo que se refiere al empleo, es mayor la proporción indígena (62 por ciento) que está ocupada que la no indígena (59 por ciento).

La abrumadora mayoría de las personas indígenas ocupadas, sin embargo, están empleadas en condiciones de informalidad, generalmente en condiciones precarias, con bajos ingresos, sin protección social y sin derechos laborales. La tasa de informalidad indígena en la región es de 82,6 por ciento, muy por encima de la estimada para la población total en torno a 51 por ciento.

La informalidad de las mujeres indígenas es aún más elevada, de 85,1 por ciento, frente a 80,9 de los hombres indígenas.

Con respecto a la educación el estudio ha encontrado que entre las personas indígenas permanece muy por debajo que entre las no indígenas. En la región 32 por ciento de las personas indígenas no han ido a la escuela o no han concluido la educación básica, y solo 10 por ciento tienen educación avanzada, en comparación con 12 por ciento y 18 por ciento respectivamente para la población ocupada no indígena.

Al empleo asalariado tienen acceso 51 por ciento de las personas indígenas ocupadas, frente a 64 por ciento del resto de la población, lo cual revela “una peor inserción en el mercado de trabajo”. Y cuando tienen un empleo, enfrentan una brecha salarial importante de 31,2 puntos porcentuales, en comparación con personas ocupadas no indígenas.

El adelanto de estos datos sobre los pueblos indígenas en la región, que sirvió como marco para las conversaciones tripartitas en Lima, fue considerado como evidencia de que es necesario redoblar esfuerzos para cumplir con las disposiciones del Convenio 169.

Uno de los aspectos más conocidos en la región en torno al Convenio 169 es el del derecho a la consulta previa. “Un aspecto central es el énfasis en la participación de los pueblos indígenas en la toma de decisiones que los conciernen y la creación de instituciones que faciliten dicha participación”, comentó Tomei.

Pero también recordó que el Convenio 169 además combina ese reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas al acceso y uso de sus tierras ancestrales con “la promoción de igualdad de oportunidades y trato en el trabajo”.

“El acceso efectivo a la justicia, educación, salud y protección social en condiciones de igualdad con el resto de la población son otras piezas clave de esta norma internacional”, agregó Manuela Tomei.

La conmemoración del 30 aniversario del Convenio 169 ha coincidido con la celebración del centenario de la OIT, fundada en 1919.