Panorama Laboral de la OIT

En busca del trabajo decente en América Latina y el Caribe

Hace 25 años comenzó a editarse el informe anual Panorama Laboral de la OIT. Desde el inicio alertó sobre la alta informalidad en la región, además de convertirse en un registro histórico de tasas de desocupación y otros indicadores laborales. En el aniversario de la publicación, que coincide con el centenario de la OIT, la mirada histórica sirve para proyectar el futuro.

Artículo | 20 de diciembre de 2018
LIMA (OIT Noticias) – Durante los últimos 25 años la OIT ha difundido en América Latina y el Caribe un informe anual titulado Panorama Laboral que, fiel a su título, ofrece una mirada panorámica a la situación del empleo, con datos y análisis sobre las fluctuaciones en la tasa de desocupación, el impacto de la situación económica y sobre un persistente déficit de trabajo decente.

El número 1 apareció en 1994, en un formato muy sencillo y con 24 páginas. “Iniciamos una serie con información y análisis sobre la situación del trabajo en América Latina y el Caribe”, anunció en el editorial de ese documento el entonces director de la Oficina Regional de la OIT, Víctor Tokman, quien lidero este proyecto durante los primeros siete años.

En ese momento se había vivido un período de ajuste económico y había recuperación económica, pero el informe apuntaba que ésta era muy leve y advertía que para mejorar el empleo “hay que crecer más rápido”. Por otra parte, consideraba que el hecho más relevante a tener en cuenta era que “los nuevos empleos se concentran fundamentalmente en el sector informal”.

“La situación laboral de la región este último cuarto de siglo ha quedado retratada en el Panorama Laboral. Es una mirada muy importante para entender los desafíos en el futuro del trabajo, que es un tema clave en la conmemoración del centenario de la OIT en 2019”, destacó el actual Director Regional a.i. para América Latina y el Caribe, Carlos Rodríguez.

La OIT fue creada en 1919. Entre los miembros fundadores había 16 países de la región. La Oficina Regional, con sede en Lima, existe desde la década del 60.

En estos 25 años el Panorama Laboral ha evolucionado hasta convertirse en un informe que en 2017 tuvo más de 130 páginas, con un importante anexo estadístico, y con la incorporación de indicadores laborales cada vez más completos provenientes de los países de la región.

Tiene como destinatarios a los mandates de OIT (Ministerios del Trabajo y organizaciones de empleadores y de trabajadores), a la academia, a investigadores independientes, instituciones del ámbito laboral, así como a los medios de comunicación y el público en general que lo puede consultar por internet.

“El Panorama Laboral fue pionero en la generación y difusión de conocimientos sobre la estructura y funcionamiento del mercado de trabajo heterogéneo y extremadamente desigual” de la región, destacó en una entrevista para este número aniversario Ricardo Infante, ex Director de la Oficina de OIT en el Cono Sur quien fuera especialista de OIT y coordinador del informe en su primera década.

Durante la vida del Panorama Laboral la región pasó por una seguidilla de crisis, comenzando por el llamado “Efecto Tequila” en 1995, hasta la más reciente crisis financiera de 2008, todas las cuales tuvieron un impacto importante en los mercados laborales.

La segunda mitad de la década de 1990 registro un aumento paulatino de la tasa de desocupación, que entró al siglo 21 en torno a 10%. En 2002, el informe decía que “el mundo del trabajo de América Latina y el Caribe atraviesa hoy por una crisis de una profundidad sin precedentes en el último cuarto de siglo”.

El prólogo firmado por el Director Regional de ese momento, Agustín Muñoz, advertía sobre “un aumento del déficit de trabajo decente”. La OIT comenzó a promover el trabajo decente en 1999, destacando la necesidad de generar oportunidades para que mujeres y hombres puedan acceder a empleos productivos y de calidad, en condiciones de libertad, igualdad, seguridad y dignidad humana.

A partir de 2004 el Panorama Registra un viraje en el comportamiento de la economía que inició un proceso de recuperación durante el cual hubo una baja constante en la tasa de desocupación, apenas interrumpida en 2009 por el impacto de la crisis, pero que a pesar de todo se extendió hasta 2014 cuando se ubicó en 6,1%, la más baja registrada desde el comienzos del Panorama Laboral.

Luego se inició el período de desaceleración económica, lo que la Oficina Regional de la OIT caracterizó como una “crisis en cámara lenta”, con un paulatino aumento de la tasa de desocupación, hasta el 8,1% de 2017. En un contexto de recuperación lenta retomado por la economía desde el año pasado, ahora nuevamente bajó ligeramente, a un estimado de 7,8% este año.

Pero el Panorama Laboral va más allá de la tasa de desocupación. “La formalización de la informalidad, el aumento de la cobertura en seguridad social, la incorporación al mercado de trabajo de los más vulnerables, constituyen desafíos concretos”, destacó la Directora Regional Elizabeth Tinoco en la edición de 2013.

Alrededor de la mitad de la fuerza de trabajo regional tiene empleo informal, y en los últimos años ha sido difícil bajar esa proporción en forma significativa. Un reciente cálculo de la OIT estima que unos 140 millones de trabajadores están ocupados en estas condiciones.

Por otra parte el Panorama Laboral registra otras señales de los problemas de calidad en los empleos, como los aumentos en la tasa de trabajadores por cuenta propia, usualmente asociados a condiciones de informalidad, frente a los asalariados, o el aumento de la demanda laboral en sectores donde las condiciones no suelen ser tan buenas, como los servicios.

La desventaja en los mercados laborales de las mujeres y los jóvenes han sido una constante en el retrato que ha realizado el Panorama Laboral. Aunque hubo un constante aumento en la participación laboral de las mujeres en América Latina y el Caribe, que en los últimos dos años se mantuvo ligeramente sobre 50%, esta es aún menor en más de 20 puntos porcentuales a los hombres. Pero su tasa de desempleo, es 1,4 veces mayor.

Por otra parte el desempleo juvenil, que en este Panorama Laboral aparece bordeando el 20%, es caracterizado de esta forma: es tres veces más alto que el de los adultos.

Otro de los problemas que el Panorama ha destacado desde 1994 ha sido el de la baja productividad, que es considerada como un problema estructural que gravita de forma importante sobre los resultados del mercado laboral. La región necesita “enfrentar las brechas estructurales de baja productividad y falta de desarrollo y diversificación productiva”, alertó en 2017 el entonces Director Regional de OIT, José Manuel Salazar.

El Panorama Laboral se elabora utilizando información proveniente de los institutos de estadística de los países, principalmente las encuestas de fuerza de trabajo. Los datos “provienen única y exclusivamente de fuentes oficiales”, aclaró el coordinador del Sistema de Información Laboral de la OIT para América Latina y el Caribe (SIALC), Bolívar Pino.

Cada año, esos datos son recopilados hasta el tercer trimestre, lo que siempre ha implicado correr contra el tiempo para completar el Panorama Laboral con información actualizada y comparable.

Pero en el aniversario del informe también ha sido importante destacar que será necesario enfrentar ahora los desafíos del futuro del trabajo. En América Latina se produce la confluencia de las asignaturas pendientes como la informalidad y la desigualdad, más la influencia de nuevos factores, como los planteados por la automatización, la demografía, o los nuevos medios de producción y empleo.

Para un informe como el Panorama Laboral será importante hacer un aporte “innovando en las propias formas de producir datos, analizar y diseminar la información”, destacó Juan Chacaltana, especialista de OIT que coordinó el informe entre 2014 y 2016, al referirse al desafío del futuro del trabajo, que es un tema fundamental de las conmemoraciones del centenario de la OIT.