Reseña

La metamorfosis del trabajo en América Latina y el Caribe

Un análisis del Director Regional de la OIT, José Manuel Salazar-Xirinachs, incluido en la reciente publicación de INTAL-BID sobre “Robot-lución”, advierte que el futuro del trabajo dependerá mucho de la capacidad de dar respuestas colectivas a los desafíos planteados.

Comunicado de prensa | 31 de agosto de 2017
Lima – El mundo del trabajo está siendo globalizado, digitalizado, robotizado, descarbonizado y “fisurizado” o tercerizado. Es decir, es transformado radicalmente por una serie de factores. Todos plantean un desafío a la capacidad de generar respuestas colectivas para mitigar su impacto negativo y aprovechar las oportunidades, afirma el Director de la OIT para América Latina y el Caribe, José Manuel Salazar-Xirinachs.

En un análisis sobre el futuro del empleo titulado “La metamorfosis del trabajo”, Salazar advierte que los países de la región deben estar atentos a cinco grupos de factores que influyen sobre el presente y el futuro: los demográficos,  los tecnológicos, los de desarrollo productivo, los relacionados con nuevos modelos empresariales y derechos laborales, y los que tienen que ver con las visiones políticas y el diálogo social.

“El futuro del trabajo no debe verse de manera determinista como resultado de fuerzas tecnológicas u otras sobre las que las sociedades no tienen control. Ese futuro dependerá mucho de la capacidad de las sociedades de dar respuestas colectivas adecuadas”, dice el Director Regional de OIT.

Este trabajo fue incluido en la nueva edición de la Revista Integración & Comercio publicada por INTAL-BID, titulada Robot-lución: el futuro del trabajo en la integración 4.0 de América Latina, que incluye las colaboraciones de más de 40 expertos en el tema.

“Respuestas oportunas y efectivas solo serán posibles bajo una visión común forjada en sólidos procesos de diálogo social”, agregó Salazar.

El futuro del trabajo, explicó, requiere de “nuevos pactos que expresen esta visión renovada y más integrada del nexo desarrollo-productivo-tecnología-innovación-educación-competencias-empleo y empleabilidad – y reformas institucionales que las traduzcan en acciones concretas”.

El análisis del Director de la OIT para América Latina y el Caribe recorre cada uno de los grupos de factores que afectan el futuro del trabajo, comenzando por los demográficos. “El año 2050 marcará un hito”, alerta, pues será entonces cuando la población de mayores de 65 años comenzará a exceder la proporción de jóvenes. Los mayores de 65 años eran 30 millones en el año 2000 y serán 155 millones en el año 2050, es decir, se multiplican por un factor de cinco en 50 años.

Esto es un “cambio revolucionario” con varias consecuencias: la “presión financiera sobre los sistemas de protección social”, sumado a la baja cobertura actual relacionada con la alta informalidad, contribuirá a gestar una situación de “tormenta perfecta”. Por el lado positivo, habrá una gran demanda de ocupaciones y generación de empleo en la economía el cuido, tales como doctores, enfermeras, fisioterapeutas, servicios hospitalarios y de “vida asistida”.

“Esto define uno de los grandes retos del futuro del trabajo en América Latina y el Caribe”, afirma.

En el caso de los factores tecnológicos se destaca que estamos frente a “impactos económicos y sociales masivos en modelos de negocios y en la forma en la que la humanidad trabaja, innova, vive, interactúa y estudia o se educa”. El cambio tecnológico siempre ha estado asociado a destrucción y creación de empleo, pero esta vez su velocidad es más vertiginosa.

Entre otras cosas, se levanta el espectro del desempleo tecnológico si la destrucción de empleos y ocupaciones es mayor que su creación. Además, habrá una fuerte demanda por nuevas habilidades así como obsolescencia acelerada de competencias, lo que desafía a los sistemas de educación y formación no solo a estar al día sino a anticipar los cambios. Y las nuevas tecnologías también generan “el riesgo de mayor desigualdad”, porque los trabajadores con altas calificaciones y conectados con el mundo digital ganan, mientras que aquellos con bajas calificaciones y desconectados pierden.

Al referirse a los factores relacionados con el desarrollo productivo destaca la necesidad de “enfocar la atención en políticas para hacer crecer la productividad, acelerar la transformación productiva, invertir en la innovación y en el desarrollo del talento humano”.

“Los gobiernos y las sociedades han sido lentos en comprender que el combate a la desigualdad no es solo un tema de políticas sociales, sino que pasa por políticas de desarrollo productivo”, dice Salazar en este análisis.

Sobre los nuevos modelos empresariales y los derechos laborales, destaca la aparición de innovaciones en los modelos de negocios y cambios radicales en las formas de empleo y de contratación. “Estos nuevos desarrollos plantean la pregunta fundamental de cómo regular estas nuevas realidades y cómo asegurar que en ese nuevo mundo del trabajo los trabajadores tengan las protecciones básicas dadas por los derechos laborales clásicos”.

Al referirse  a las visiones políticas y el diálogo social, Salazar recalca que el futuro dependerá mucho de la capacidad de generar diálogos sobre políticas públicas con los actores sociales y alianzas público privadas que influyan en los mecanismos de gobernanza y “dar respuestas colectivas adecuadas a los impactos que se puedan anticipar y direccionar y acelerar los procesos de cambio en sentidos positivos”.


Para leer el análisis completo sobre “La metamorfosis del trabajo” por José Manuel Salazar-Xirinachs, consulte la siguiente publicación:
Revista Integración & Comercio: Año 21: No. 42: Agosto, 2017: Robot-lución: el futuro del trabajo en la integración 4.0 de América Latina de INTAL-BID