Presentación:

La crisis de Covid-19 en América Latina y el Caribe, complejiza las crisis acumuladas en la región a nivel humanitario, con repercusiones económicas, sociales, políticas, en los sistemas públicos a todo nivel, pero particularmente, pone en evidencia la debilidad estructural de la protección social y la salud.
En lo económico-productivo y su relación con el empleo, la situación ha llevado a que muchas empresas, acogiéndose a las directrices de los Estados para disminuir el contagio, reduzcan personal, modifiquen o suspendan contratos y una gran cantidad, principalmente micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES), se han visto obligadas a reducir o cerrar sus operaciones y es posible pensar que muchas, viéndose afectadas negativamente por esta crisis, no logren volver nunca más.

El efecto de los cierres o reducción de actividades productivas, ha implicado pérdidas masivas de puestos de trabajo, aumento de la informalidad que en AL y C (se colocaba antes de la pandemia por encima del 50 y 60 % de la PEA), acudimos a la modificación de las formas de trabajo hacia el teletrabajo o en otros casos, ante la necesidad imperiosa de algunos sectores por mantener la actividad, no encontramos las suficientes medidas de protección, poniendo en riesgo las vidas de miles de trabajadores y trabajadoras. Ante esta realidad y con sistemas públicos, legislación muy deficitaria en seguridad social y la falta de redes de seguridad integral; sin alternativas de proveer prestaciones de desempleo y menos una renta universal, aumenta la vulnerabilidad de muchos sectores, llevando a miles de trabajadores, de por sí ya pobres, a caer en la pobreza extrema. Unido a ello, el confinamiento trae un efecto colateral para las mujeres de manera particular, con la recarga de labores de cuidado que, sumando para muchas, la responsabilidad de continuar sus labores por medio del teletrabajo; se han incrementado en toda la región los indicadores de violencia intrafamiliar para mujeres, niñas, niños, adultos mayores o personas con alguna discapacidad.

La mayoría de los gobiernos de la región, han introducido medidas que van desde la prohibición de los vuelos comerciales de pasajeros, la imposición de cierres parciales o totales de fronteras, toques de queda, prohibiciones de reuniones masivas o públicas, clausura de instituciones educativas y otras actividades económicas vitales; y adoptado una serie de protocolos sanitarios (el lavado frecuente de las manos; uso regular de desinfectantes a base de alcohol; uso de máscaras faciales en lugares públicos; distanciamiento social, entre otras.

La reapertura de los lugares de trabajo requiere que se establezcan reglamentos, procedimientos y sistemas de salud y seguridad en el trabajo que sirvan de base para el regreso al trabajo, así como en las empresas en las que se ha seguido trabajando. El diálogo social y las negociaciones entre los empleadores y los sindicatos son fundamentales para ello. Los acuerdos que se imponen a los trabajadores sin consulta ni participación de los sindicatos plantean un riesgo adicional para los trabajadores. Todas las pruebas demuestran que los lugares de trabajo, ya sean instalaciones sanitarias y de atención, sistemas de transporte, lugares públicos y otros lugares donde los trabajadores entran en contacto con el público, o instalaciones de procesamiento, oficinas y otros lugares donde se reúne un número significativo de trabajadores, son los principales vectores de la propagación del virus.
Una buena salud y seguridad en el trabajo protege a los trabajadores, a los miembros de sus hogares y al público. Las organizaciones de trabajadores tienen un importante papel que desempeñar a este respecto, ya sea participando en la adopción de decisiones y respuestas normativas a las epidemias y los planes de recuperación o a nivel del lugar de trabajo. Los trabajadores y sus representantes deberían cooperar activamente con los empleadores en la elaboración y aplicación de medidas de prevención y protección. Deberían seguir estrictamente las prácticas de higiene del lugar de trabajo y adoptar comportamientos responsables. Las organizaciones de trabajadores deberían contribuir a la prevención y protección de los trabajadores proporcionando información actualizada y promoviendo la solidaridad y la no discriminación y/o estigmatización de los trabajadores y los enfermos.

Es objetivo de ACTRAV de la OIT, a través de esta serie de seminarios web 2.0, ayudar a los líderes sindicales de la región América Latina a mejorar su papel en la protección de los trabajadores en los lugares de trabajo como prioridad para responder a la crisis de COVID-19 y más allá. Además, promover y explicar las herramientas y guías de la OIT relacionadas con este tema, que pueden ayudarles en su esfuerzo por lograr un futuro mejor para todos los trabajadores.

OBJETIVOS

El propósito de la sesión es tener un espacio de intercambio de información proporcionada por la plataforma virtual para que los dirigentes sindicales de la Región de América Latina y Caribe puedan debatir las múltiples amenazas de la pandemia tanto para la salud como para los medios de vida de los trabajadores, qué políticas en materia de seguridad y salud en el trabajo (SST) y protección social deben mejorarse para proteger adecuadamente a todos los trabajadores y sus familias y el papel de los sindicatos. Más concretamente:

• Cómo aumentar el nivel de protección en el lugar de trabajo, en particular para quienes están en la primera línea de la lucha contra la pandemia, lo que incluye abordar las cuestiones psicosociales, mejorar los planes de seguridad social y establecer niveles mínimos de protección social.
• Las repercusiones de los nuevos acuerdos de teletrabajo, en particular sus riesgos para los trabajadores en lo que respecta al tiempo de trabajo, el equilibrio entre la vida laboral y la vida privada, y los riesgos
• El papel de los sindicatos en la lucha contra la discriminación de los grupos más vulnerables de la sociedad.
• Discutir el marco de políticas de la OIT para abordar el Covid-19, utilizando las Normas Internacionales del Trabajo.

El grupo destinatario de este seminario web son los principales dirigentes del movimiento sindical de los países de América Latina y Caribe

PROGRAMA

-Introducción y orientación general
Amanda Villatoro, Regional Desk Officer para América Latina y Caribe ACTRAV/OIT

- Comentarios de apertura y bienvenida
María Helena André, Directora de ACTRAV/OIT

- Los efectos de la crisis de Covid-19 en los trabajadores de la región de América Latina y Caribe
Cícero Silva, Secretario de Políticas Sociales de CSA

-Marco normativo de la OIT sobre la protección de los trabajadores en el lugar de trabajo

Joaquim Pintado Nunes, Branch Chief LABADMIN/OSH-OIT

-Debate, preguntas y comentarios
Amanda Villatoro, Regional Desk Officer para América Latina y Caribe ACTRAV/OIT

- Respuestas de los panelistas

- Conclusiones generales y próximos pasos

Amanda Villatoro, Regional Desk Officer para América Latina y Caribe ACTRAV/OIT

Participantes:
Dos participantes por Confederación o Central Nacional (un hombre y una mujer)

Países participantes:
México, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, República Dominicana, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Brasil, Uruguay, Paraguay, Argentina, Chile.

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